—¿Eli? ¿Pero qué fue lo que pasó?—me preguntó la mamá de Light muy desconcertada.

—Unos hombres...me persiguen— le expliqué mientras regulaba mi respiración y volteaba a la calle como si esperara que aparecieran pronto.

Ella se tapó la boca sorprendida he inmediatamente me dejó pasar, cerró la puerta con seguro y me llevó a la sala.

—Pero mira nada más como estás — me decía la señora Yagami mientras buscaba un vaso con agua y yo rogaba por que no bajara la vista a mis piernas pues estaba segura que bajo mi pantalón se lograba ver la deformación de mi pierna, por el hueso ya muy salido de lugar—¿Sabes que querían?— preguntó.

—A mí...

—Bueno es de entenderse pues eres una chica muy linda.

—Gracias, en alguna otra situación me hubieran alagado mucho sus palabras.

—Lo sé Eli, debiste haber corrido mucho— yo asentí —Toma, llamaré a Light— dijo la señora Yagami mientras me daba el vaso y luego caminaba hacia el inicio de las escaleras.

Bajé la mirada hacia el vaso de agua.

¿Y ahora qué? ¿Debo seducir de nuevo a Light para que me enseñe lo que ha echo en la Death Note o sólo lo hago por medio del diálogo?
Bueno, para empezar en cuando me vea ya habré ganado un poco de lástima y suma preocupación de su parte, lo cual lo hará más sumiso ante mí..

Escuché unos pasos rápidos acercarse y después unas manos tomando mis mejillas se hicieron presentes para levantar mi vista del vaso.

En cuanto Light me vio su rostro se encendió de furia.

—¿Quién te hizo esto?— me preguntaba mientras pasaba su mano por mi rostro golpeado por la caída a la alcantarilla.

Bajé la mirada apenada mientras buscaba las palabras correctas para él.

La verdad no tengo idea de cómo es que esa alcantarilla se abrió de repente...

—Unos hombres...trataron de secuestrarme, pude escapar pero no completamente ilesa— le dije en un hilo de voz mientras por dentro me sentía terrible por tener que mentirle tanto a él como a su madre.

Light cerró los puños enfurecido y caminó hacia la puerta, pero cuando estaba por abrirla su madre lo detuvo.

—Si vas a buscarlos se darán cuenta de la ubicación de Eli y eso podría salir mal, Light— le dijo con cautela —Ahora Eli, te necesita, así que deberías ayudarla a llegar al baño para que tome una ducha — Light me volteó a ver con dolor y sonrió de lado tratando de calmar toda la situación.

Me pareció muy extraño verlo así pues los últimos cinco días se comportó más arrogante y no quería nada más que estar con la Death Note, igualmente me trataba bien y a veces me dejaba estar con él mientras escribía, pero había pasado un rato desde la última vez que lo vi sonreír.

Light me tomó de la cintura y juntos caminamos hacia las escaleras, al estar frente a ellas no pude evitar mirarlas con cierta preocupación, estaba segura que si las subía mi pierna terminaría bastante mal.

—¿Qué pasa?— preguntó Light con cierto desespero cosa que se me hizo extraña en su conducta.

—Mi...rodilla— dije tratando de ignorar su actitud y bajando la voz para no llamar la atención de la señora Yagami. 

Ciertamente me sentía extraña puesto que la última vez que me había lastimado fue el día que mis padres murieron, mis heridas habían sanado mucho más rápido de lo normal, en menos de un mes ya estaba como nueva y aunque para los doctores fue como si sus habilidades en medicina hubieran sido las de unos expertos, lo cierto es que aunque me duela, cualquier herida sana pronto, no instantáneamente pero si más rápido que lo de un humano normal.

—¿Duele mucho?

—Un poco, pero puedo hacerlo— mentí para tratar de no levantar demasiadas sospechas sobre mi pierna.

—Para nada, yo estoy aquí así que no tienes porque esforzarte— Light me levantó en sus brazos sorprendiéndome en extremo e infringiendo un dolor tremendo en mí al momento en que mi pierna se dobló, sin embargo yo traté de hacer como que no pasaba nada y dejé que me llevara hasta el baño en silencio.

Cuando la tina estuvo lista Light se encaminó a la puerta para dejarme sola, aún con la extraña actitud que había tomado anteriormente podía sentir la  preocupación y agonía que sentía por mí, cosa que hasta cierto punto me preocupó al pensar que él podría salir de la casa buscando a mis secuestradores y matar a la primer persona que se le cruce, razón por la que sentí que debía hacer algo más.

—Light...

—¿Si?

—Muchas gracias, durante todo este tiempo, al ver las cosas que hemos pasado juntos y lo que has hecho por mí, no puedo evitar sentirme de manera distinta hacia ti, y el estar aquí ahora sólo me hace pensar en que es el momento de ser sincera contigo, Light yo...— había sentido lo que él necesitaba en esos momentos y tal vez me ayudaría—Yo te amo— le dije lo más convincente que me pareció.

Él entre abrió los labios y luego sin previo aviso caminó con rapidez hacia mí, y con sus manos tomó mi rostro para después atacar mis labios con desesperación, mis ojos temblaron ante su acción, sin duda no iba a poder acostumbrarme a eso, pero ya no podía seguir alejándolo aun si para mí su contacto no me pareciera satisfactorio, así que traté de seguir el beso lo mejor que pude y lo acaricié suavemente hasta que sentí que la excitación comenzaba a apoderarse de él, fue ahí cuando me separé haciéndole entender que debía tomar mi baño, Light me miró directamente a los ojos con una mirada alocada y voraz, y antes de alejarse me robó un último beso.

—Yo también te amo— dijo en voz baja con una sonrisa, me dio un beso en la frente y luego se fue.

Suspiré mientras desviaba la vista a mi rodilla, ignorando mi falta de sentimientos agradables hacia sus muestras físicas de cariño, debía hacer algo pronto, así que sin más me senté en el piso recargando bien mi rodilla en este, tomé una toalla pequeña y la enrolle, me la puse en la boca y cerré mis puños.

Con la mano temblorosa tomé fuerza y empujé la rodilla, un crujido se escuchó junto con un quejido de mi parte, mordí la toalla para calmar el grito. Me preparé y volví a empujar el hueso de la rodilla, volví a quejarme y el crujido se escucho una vez más, así fue una y otra vez hasta que el hueso volvió a su lugar, después supe que el hueso aún no estaba bien y que debía golpearlo hasta romperlo por completo o mi cuerpo sanaría mal, así que lo hice una y otra vez hasta que ya no tuve nada más que golpear.
La frente me sudaba frío y veía borroso por todo el dolor que había aguantado, con la respiración entrecortada  y las manos llenas de moretones me acerqué a la tina y me metí en esta quejándome varias veces. Cuando estuve dentro me quité la toalla de la boca y traté de calmarme.

—Ah, quisiera retirarme ahora, desgraciadamente esa no es una opción...


Toda Una Eternidad (Lawliet y Tú)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin