Capitulo 63

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Sebastian.

Un idiota impulsivo, eso soy. ¿Porque tengo que joderlo todo?.

En verdad quiero a Sofia pero lo único que he hecho últimamente es hacerla sentir como una mierda.

No quiero perderla, la necesito. Necesitó de sus besos, de sus caricias. Mirar sus hermosos ojos, sus mejillas cuando se ruborizan. Mierda, no puedo sacarla de mi mente.

Mario se fue hace unos minutos de mi apartamento después de la escena que hice en la fiesta él se ofreció a traerme ya que por mi estado no podía conducir. Me dio una larga charla como si fuera mi padre y me recordó la mierda que he sido con Sofia.

Miro mi teléfono y la foto que tengo de fondo de ella. Esa se la tome el día que Mario y yo volvimos al internado, esta sonriendo y con sus ojos tan brillantes como siempre lo hacia cuando estábamos juntos. Es una de tantas fotos que tengo de ella en mi galería, muchas de ellas Sofia no conoce. Se las he tomado sin que ella lo sospeche.

Vacilo con el telefoneó en mis manos y buscó su numero se que ella no quiere hablar conmigo y mucho menos ahora, pero la tentación es mayor y término llamándola.

Uno. Dos. Tres tonos.

Sigo esperando hasta que se va al buzón.

Intento nuevamente con la esperanza de que lo coja aunque se que no sucederá.

Uno. Dos. Tres. Cuat...

-No quiero sonar grosera. Pero por favor dejame en paz. Trató de dormir.

Es lo primero que escucho en la linea. ¿que le digo?. Mierda, realmente no esperaba que me contestara, ahora no se que decir.

-Sofia, yo quería disculparme. Se que he sido un completo imbécil últimamente pero por favor perdoname.-es lo primero que me viene a la mente.

-Esta no es la hora de hablar de eso, además, estas borracho. Seguro que cuando despiertes no te acordaras de nada. Adiós Sebastian.

-No, espera... No me cuelgues por favor. Solo dime que me perdonas, sé mi novia por favor Sofia.

Eso ultimo se me escapó pero al fin de cuentas es lo quiero.

Ella dura un momento en responder pero al final dice.

-Adiós Sebastian.

Y cuelga.

Mierda. Mierda. Mierda. Metí peor la pata.

A la día siguiente despierto con un tremendo dolor de cabeza, creó que se me va a explotar. Intento levantarme pero todo me da vueltas, cierro los ojos mientras me tomo la cabeza esperando a que mágicamente aparezca pero no pasa.

Me esfuerzo a pararme de la cama y voy al baño, saco una pastilla y me la tomo. Me cepillo con desgana los dientes y me baño esperando que ayude a la mejoría de mi resaca/cruda.

Salgo de la ducha un poco mejor pero el dolor de cabeza persiste. Me pongo ropa y salgo a buscar un sitio donde desayunar.

Cuando llego al estacionamiento me doy cuenta que mi auto no esta, ¿donde lo deje?.

Pienso en lo que hice anoche y recuerdo todo lo sucedido. Yo bailando con una rubia lesbiana, bebiendo sin parar, Sofia con un tipo, yo peleando con el tipo, la llamada a Sofia. Mierda, si que jodí todo con Sofia.

Tomo un taxi y me dirijo a la casa de Harold, donde era la fiesta para tomar mi coche que recordé haberlo dejado allí.

Cuando llego, mi coche esta justo donde la noche anterior lo deje. Le pago al taxista y me meto en mi coche. Y cúando voy a ponerlo en marcha mi celular suena, es Mario. Decido ignorarlo, no me apetece ver a nadie hoy.

El internado (Sebastian Villalobos)Where stories live. Discover now