El internado (Sebastian Villalobos)

Capitulo 55

-Esto es cuestión de tiempo.—dijo.—hay personas que pasan hasta 6 mese en coma y despiertan, pero otras que...—Pauso—no lo logran.

...

~NARRA SEBASTIÁN ~

Ya ha pasado la semana que teníamos de premiación por ese proyecto en Miami, pero después de lo que paso con Mario desearía que nunca hubiéramos ganado ese "grandioso" premio.

Este es el ultimo día aquí en Miami que el instituto cubre con los gastos, los padres de Mario han venido desde Colombia a quedarse con el.

Ellos saben cuanto aprecio a Mario y el a mi, por eso me han pedido que me quede aquí en Miami en un hotel con ellos para estar mas cerca a mi amigo, ya que a el le agradaría ver a su mejor amigo al lado si llegase abrir los ojos.

Por obvias razones acepte, el es mi único apoyo y familia, aunque no compartamos glóbulos rojos, ni madre, ni padre; pero es mi hermano, la familia esta junta en los peores momentos ¿no?. Eso dicen y si eso es verdad, el es mi única familia y debo permanecer junto a el pase lo que pase.

Ana, Juana, Juan, Arango, Paisa y Sofia, regresaran hoy al internado por la tarde, están alistando sus cosas, son pocas pero quieren ganar tiempo ya que pasaran por el hospital a ver a Mario, sobre todo Juana quien no ha dejado escapar ni en solo gesto de felicidad, nisiquiera una mínima sonrisa y al contrario, la he visto llorar.

Ella lo quiere, lo quiere de verdad, y a decir verdad Mario también lo hace, desde que la vio entrar al internado, me hablaba de ella y cada vez que ella estaba cerca lo pillaba observándola y ella a el, pero nunca tuvieron la valentía de acercase alguno a entablar conversación, hasta que llego Sofia y su hermana, todo cambio.

-¿Vamos?.—se me acerca Sofia.—Ya terminamos.

-Vamos.—Digo poniéndome de pie y empiezo a caminar.

-Espera.—me detiene Sofia. La miro para que prosiga.—El estará bien, dale fuerzas, el te escucha.—pausa y mira mis ojos.—Que no te sienta triste, son como hermanos y verte mal hará que el también este mal.

-Como sabes que puede escucharme.—Digo sin expresión alguna.

-El esta en coma, no puede moverse, ni hablar pero si escuchar.

Asiento y salgo sin decir nada. Estos días he estado distante, frió. Se que no debería actuar así con ella ni con nadie, pero no soporto la idea de ver a quien ha sido mi apoyo desde que mamá se fue con mi hermano dejandome en un internado con desconocidos.

En otras circunstancias decir lo que digo, actuar de la manera que lo hago y llorar, me hubiera parecido un acto homosexual pero no, no se trata de algo simple, se trata de la vida de mi mejor amigo.

El trayecto del edificio al hospital es silencioso, de la misma manera que ha permanecido el apartamento estos días.

Bajamos del auto y nos adentramos al hospital donde yace el cuerpo sin movilidad de nuestro amigo. Entran de a tres personas así que primero entraron Juana, Juan y Arango, mientras los demás esperamos afuera.

-Gracias.—Escuchamos la voz de una mujer, la madre de Mario.

Volteamos a mirarla sin saber porque agradecía.

-Gracias por estar al pendiente de mi hijo.—continuo hablando Clarisa.

-No es nada, el es nuestro amigo no tiene porque agradecer.—Dijo Sofia dándole una medio sonrisa, Clarisa se la devolvió.

Vemos que nuestros amigos que se encontraban con Mario salen de la habitación donde se encuentra él. Porla expresion de Juana, se ve que ha estado llorando, tiene sus ojos enrojecidos, su nariz un poco roja y sus mejillas rosadas.