Pasaron casi tres semanas en las cuales tanto Andrea como Samuel no se podían ver, ella estaba cien por siento concentrada en lo que estaba aprendiendo en el centro donde la llevaba Diego, y a veces el mismo la ayudaba, los dos se la pasaban casi en su casa, mientras Kike veía la televisión o jugaba con un perrito que tenia ahí el amigo de Andrea, incluso hasta se quedaban a dormir cuando se les hacia tarde para regresar, pero gracias a eso, ella ya sabia leer, no fluidamente, pero ya sabia más o menos, al igual que escribir, aunque esto le costaba otro poco más de trabajo.
Samuel por su parte a veces salía con Samara, pero a pesar de querer disfrutar no podía, en algunos momentos iba a buscarla a su casa, pero no la encontraba ni a ella ni a Kike, le llamaba a su celular, pero no contestaba o sonaba ocupado y estaba que no podía con la tristeza y desesperación, sentía unas ganas terribles de salir y golpear a Diego cuando este iba a dejarla o recogerla en la empresa, a veces se acercaba a ella, para querer invitarla a algún lugar, pero ella le decía que iba a salir con ese sujeto y él se sentía terriblemente mal y lo peor es que no sabia que hacer, la extrañaba dia y noche, a pesar de estar con Samara y hablar con ella durante horas en la noche, no dejaba de pensar en Andrea, nunca pensó que alejarse de su lado le iba afectar tanto.
Luisa: Hola, hola.-dijo bajando sonriente mientras Samuel y Lorena se encontraban en la sala.
Lorena: ¿A donde vas?-pregunto sonriendo.
Samuel: Y porque te arreglaste de esa forma? ¿No me digas que ya tienes novio?-dijo serio y su hermana lo miro.
Luisa: Tal ves, mamá voy a salir con unas amigas, y voy a pasar por donde vive Andrea, quieres que le de la invitación?-pregunto mirando como a Samuel le cambiaba la cara.
Lorena: Oh si, permíteme, te lo traeré, mañana ninguna de las dos podremos dársela.
Samuel: Yo lo puedo hacer, no se me quita nada.-dijo sonriendo y tratando de no sonar desesperado por ser él el que le diera la invitación.
Luisa: No lo creo hermanito.-dijo sonriendo.
Samuel: Porque? Por favor Luisa, es más seguro mañana, además a lo mejor ahora no esta, es muy difícil ya encontrarla en su casa, ni parece que vive ahí, por favor.-dijo y Lorena miro a Luisa mientras ambas sonreían.
Lorena: ¿Y tu como sabes hijo?
Samuel: Eheee bueno porque...he pasado por su casa y no se ve que haya alguien.
Luisa: Bueno, entonces que se la entregue mi hermano, adiós.-dijo despidiéndose de cada uno dándoles un beso.-Bye familia!!
Lorena: Con cuidado he!-grito cuando Luisa cerraba la puerta y miro a Samuel.-Hoy no saldrás con Samara.
Samuel: No se, no me ha llamado para ver a donde quiere ir.
Lorena: Y de cuando acá ella te tiene que llamar? Háblale tu y ponte de acuerdo con ella, total es tu novia.-dijo y él hizo una mueca.
Samuel: Si, pero...no, no quiero salir.-dijo y se levanto dándole un beso en la mejilla a su madre.-Me voy a dormir, adiós.
Lorena: Descansa.-dijo mientras el subía y él se encerró en su cuarto, y como siempre la ultima imagen que vio antes de dormir es la de Andrea...
Ella por su lado cada noche le contaba un cuento a su hermano, no solo para mejorar su lectura, sino por que le encantaban las historias que esos libros tenían escritas, esas en donde las princesas eran miserables y desafortunadas y al final encontraban el amor, pero lo que más le encantaba era que se imaginaba a Samuel y a ella dentro de esos pequeños libritos, por eso su cuento preferido era el de "Cenicienta" "Aunque no es tan inculta como yo, y en realidad es rica, y muy muy hermosa, pero lo más importante es que a ella el príncipe si la quiere..." se dijo desanimada.
