¨Hero¨{Kellic Quentes}

"TENEMOS QUE HABLAR..." (especial Perrentes)

-¿Cuándo le diremos a los demás sobre nosotros?-pregunto el chico con ojos tristes.

-pronto, te prometo que pronto-respondió el mayor acariciando dulcemente la mejilla de su amado novio.

Jamás imagino que una simple persona se podría convertir en su todo. Un mes de relación, un maravilloso y mágico mes en el que sin duda, Mike se había sentido en las nubes. Y es que para Mike, Tony se había convertido en su mundo entero.

Recostado sobre su cama, observando el techo blanco de su habitación, se encontraba el mayor de los Fuentes. Pensaba, en cómo podía contarle a su hermano y padres sobre su relación con el chico de la sonrisa bonita, así lo llamaba él ¿Por qué? Porque simplemente, la sonrisa de ese chico había sido lo que termino cautivándolo, atrapándolo.

Sabía que su hermano lo comprendería, viendo la situación en la que estaba, con un lindo novio y feliz por ello. Pero lo que mas temía, era la reacción de sus padres, el no ser aceptado, al rechazo, al no ser visto ante la sociedad como alguien normal. Y la verdad es que era algo irónico, siendo él mismo el que le había dicho a su hermano menor que enamorarse de otro chico era totalmente normal. Y que nada de malo había en ello.

Ni siquiera sabía cómo etiquetarse, ¿gay? ¿Bisexual? No lo sabía, no sabía con exactitud que era. Y tal vez toda fuera más fácil si en este jodido mundo no existieran las etiquetas.

Todo fuera más fácil si pudieras llegar frente a las personas y decir "soy una persona, me gustan los/las chicos/chicas, pero aun así soy una persona". Todo fuera más fácil, si aquellas personas que ven la homosexualidad como algo horrendo, pensaran diferente. Si tan solo aquellas personas vieran, que solo somos humanos igual a ellos, con derechos y sueños que merecen ser cumplidos, y uno de esos tantos sueños que tenemos, es el encontrar el amor.

Mike no era un chico confundido, de eso estaba seguro, era solo un chico enamorado, enamorado de la persona de la que menos llego a imaginarse, enamorado de uno de los mejores amigos de su hermano.

La puerta de la habitación fue tocada, sacando al castaño de sus pensamientos.

-adelante-dijo con pereza.

La puerta se abrió, y por ella entro su hermano menor, vestido con ropa deportiva.

-¿estás listo?-cuestiono Vic.

Mike frunció el ceño-¿para qué?-pregunto de vuelta.

Víctor puso los ojos en blanco-se supone que me llevarías a mi entrenamiento de box-respondió en un susurro, pues Vivian se encontraba en casa, y ella aun no sabía que era el menor el qué verdaderamente tomaba las clases de boxeo.

-¡cierto!-exclamo el mayor-lo siento, es que traigo un montón de cosas en la cabeza y lo olvide-dijo levantándose rápidamente de la cama.

-si, ya lo note-dijo Vic con obviedad-¿paso algo malo para que estés así?-pregunto, esta vez, serio.

-no, es solo que la universidad me tiene algo... distraído y presionado-mintió, en realidad lo que lo traía distraído era ese chico de lindos ojos marrones.-¿mamá está en casa?-cuestiono mientras amarraba las cintas de sus vans.

-entiendo... si, está en la cocina preparando la comida ¿Por qué?-pregunto de nuevo el menor.

-por que recuerda que ella aun no sabe que tú eres el que en realidad entrena-respondió el castaño mayor.

-cierto, entonces toma-dijo Víctor pasando el bolso el cual contenía las cosas para el entrenamiento.

Mike tomo el bolso, y ambos salieron de la habitación-¿si sabes que algún día mamá tendrá que enterarse, verdad?-pregunto el mayor mientras bajaban las escaleras.