¨Hero¨{Kellic Quentes}

"CHICO MALO Y DÍAS FELICES"

Sus manos seguían unidas al igual que sus miradas, el café y el azul se mezclaban entre sí.

Kellin había escuchado bien ese "por ahora" que Vic había susurrado, no sabía que significaba, pero en ese momento no le importaba.

—Bien— dijo Vic, soltando lentamente la mano del ojiazul—. Ahora que somos amigos ¿Te gustaría ir a...? No lo sé ¿Comer un helado?— preguntó con nerviosismo.

—¿A-Ahora?— respondió y preguntó el menor.

—Si, ahora. Bueno, sólo si puedes.

—Si, yo sólo...

—Kellin— una voz femenina lo interrumpió.

El aludido giró, para encontrarse con sus castaña amiga, caminando hacia él con un par de bolsas de comida, de algún restaurant que desconocía.

—Volví y traje la comida. Podemos ya irnos si quieres— dijo la castaña, mostrando ambas bolsas en sus manos.

—Amm, Kate, yo-yo me quedare— titubeó el ojiazul mordiendo su labio inferior, algo que ya se le estaba haciendo costumbre.

—¿Te quedaras? ¿Por qué?— cuestionó la chica frunciendo el ceño.

—Si, es que, Vic me invitó un helado— respondió, señalando al chico castaño a sus espaldas.

La ojiazul ladeó su cabeza, observando al chico de pies a cabeza, era lindo no lo negaba, pero era él, el mismo idiota que había hecho llorar a su mejor amigo.

—Así que tú eres Vic— dijo, haciendo a un lado a su mejor amigo, y acercándose al castaño.

—Si, mucho gusto— respondió con una sonrisa.

—No puedo decir lo mismo— la sonrisa se borró—. Kells ¿Este es el mismo Vic, por el cual estuviste llorando el día de ayer?— preguntó Kate, y Kellin no pudo evitar sonrojarse, genial ahora Vic sabía que había estado llorando.

Qué vergüenza, pensó para sus adentros.

Y mientras Kellin se avergonzaba, Vic no podía evitar sentirse más mal de lo que ya estaba. Ahora sabía que el ángel de ojos azules había llorado, y por su culpa.

—Kate, no...— intentó decir el menor, pero la chica lo interrumpió.

—Solo dime, cariño ¿Es el mismo Vic del que me hablaste?

Kellin miró a Vic, el cual tenía los ojos puestos en blanco observándolo, mordió su labio inferior y asintió.

—Bien— dijo la castaña—. Entonces voy a decirte un par de cosas "chico malo".— hizo comillas con sus dedos, Vic frunció el ceño—. Kells es mi mejor amigo y odio que lo hagan llorar. No sé quién te creas tu para haberle dicho toda aquella mierda el otro día, pero no voy a permitir que lo vuelvas a hacer porque aquí el único patético eres tú, y...

—Kate ya basta— interrumpió el pelinegro, poniéndose frente a su enojada amiga—. Vic ya se disculpó y yo ya lo perdone ¿Está bien? No era necesario que dijeras todo eso.

—¡Claro que era necesario!— exclamó la chica.

—¡No, no lo era!

—¡¿Entonces vas a quedarte aquí con él?!

—Tal vez quiera darle una segunda oportunidad— respondió con suavidad—. Todos la merecemos.

Kate observó con ojos furiosos a su mejor amigo y después a Vic, el cual no había dicho ni media palabra durante la pequeña discusión.