Quédate, puede que te quiera.

Capítulo 53

La miré a los ojos, ella vio mi malestar y sin tener que decir nada, me abrazó fuerte, lo necesitaba y me llevó a mi habitación.

-Tranquilo David, ya sé que pegaste al hermano de Ana, sé que pensabas que era su novio y estabas celoso y por eso hiciste lo que hiciste, lo entiendo, pero, le has pedido perdón?-Negué-Muy mal tete, tienes que ir y decirle que lo sientes, que pensabas que era su novio y te celaste porque la quieres.

Me quedé pensando las palabras de mi hermana, era la chica que más quería y la que más me conocía, pero esta vez estaba equivocada.

-No la quiero teta, no quiero a ninguna chica como novia, sabes que no me va ese estilo.

-Pero ella... es diferente David, no es como el resto, y sé que te gusta lo diferente y ella te hace sentir cosas y tú lo sabes.

-Ni lo sé, ni quiero saberlo.

-Al menos pídele perdón, queda como un caballero en vez de cómo un infantil, y pídele perdón a su hermano en persona.

-Lo haré, pero su hermano sigue aquí?

-Sí, hoy vamos a comer a un restaurante los 3, ven, creo que es la última oportunidad que tienes.

-Vale, pero será incómoda la incómoda, y no quiero ser un estorbo.

-No lo serás, habla ahora con Ana y luego con su hermano, verás que todo se arregla.-Asentí.-Pues venga a que esperas? Ves a buscarla y habla, vamos.

Me levanté y me encaminé a clase, faltaba 5 minutos para acabarla y era última hora, el timbre tocó y ella fue la última en salir, así es ella de lenta, al salir la cogí lo más suavemente del brazo que pude.

-Podemos hablar?-Dije con una voz de lo más amigable.

-Ahora ya no tartamudeas? O quizás luego te vayas corriendo dejándome con la palabra en la boca?-Dijo enfadada, lo entendía.

-Por favor... Me cuesta mucho pedir disculpas, me dejas pedírtelas bien?-La miré.

-Sí, adelante, las espero.-Se cruzó de brazos y me miraba.

-Siento haberle pegado a tu hermano, creía que era tu novio y pues... me sentí como engañado porque hace nada lo habíamos dejado...

-El qué habíamos dejado? Nunca fuimos nada, ni novios, ni casi novios ni nada, ni en mis peores pesadillas sería tu novia.

Me quedé paralizado al oír esas palabras, ya no quería seguir con las disculpas, ni está conversación, ni con nada referido a ella.

-Eres insoportable.-Me encendí, ya estaba enfadado, y no iba a quedarme agusto hasta decirle todo.-He aguantado tu borderia, te he hecho sonreír, te he robado besos como tú a mí, he pasado unas semanas agusto junto a ti, y me dices que no éramos nada?

-A caso me pediste formalmente que fuera algo tuyo?

-A caso me ibas a decir que sí? No iba a quedar como un estupido preguntándote algo cuando sabía que no ibas aceptar.

-Sabes? No, no te iba a decir que sí, estas demostrando tu "madurez".-Hizo comillas en la palabra madurez, para que notase la ironía.

-Pues eso, para que querías que te preguntase si me ibas a decir que no?

-Para nada! No quería ni quiero nada.

-Entonces? Agg... no te entiendo, enserio.

-Ni yo a ti, eres lo más raro que he visto.

-Habla la más normal del mundo, no?

-Pues sí, tu pasas de decir blanco a decir negro en milésimas de segundo, no sé cómo eres tan bipolar.

-JAJAJAJA venga... Ana, no me hagas reír enserio, te estas volviendo graciosa y todo eh.

-Siempre lo he sido, pero contigo no, no te merecías que te hiciese reír.

-Ah... y eso por que?

-Porque eres idiota!!

-Que soy, que soy?-Me acerqué más a ella.

-Idiotaaaaaaaaaa!!!

-Un idiota que te ha besado unas cuantas veces, no?-Reí.

-Un idiota que va a tener morado el ojo.

-Ahora eres agresiva? Madre mía, luego el bipolar soy yo eh.

-David, vete porque te juro que no soy dueña de mis actos como sigas aquí presente con esa actitud.

-No te tengo miedo.

-Tampoco quiero que me lo tengas.

-Vale Ana.

-Vale David.

-Adiós Ana.

-Adiós David.

Caminé hacia fuera del Instituto, cada vez las cosas estaban peores entre yo y ella, no sabía cómo lo hacíamos siempre acabábamos discutiendo, no estaba nada bien entre nosotros, pero que más da ya? No éramos, ni seremos ni somos nada, así que le vaya bien.

Anduve por el campus hasta que cayó la noche, apagué el móvil y decidí irme a mi lugar secreto, quería estar solo, sin nadie que me preguntase ni nada. Cogí mi moto y me fui para allí, conduje hasta llegar, aparque y me fui al árbol con la luz de la luna llena que me guiaba. Veía esa preciosa luna reflejada en el agua de al lado. La última vez que vine fue con Ana... estaba abrazado a ella y la besaba... pufff... como cambia todo.

Volví a mirar hacia el árbol y ví su nombre y el día en que la conocí, suspire, su recuerdo inundaba mi cabeza, pero no quería pensar en ella, no quería pensar en nadie, sólo relajarme, estar tranquilo y poder dormir por un día sin preocupaciones, sería posible? Supongo, pero debería de encender mi móvil por si alguien está preocupado por mí. Así lo hice y tenía cientos de mensajes y llamadas de mi hermana, decidí llamarla.

-Tranquila teta, estoy bien, hoy necesito estar solo, no te preocupes por mí pequeña, relajate que no me pasa nada.

-Estas bien?

-Sí, lo estoy.

-Y si te digo que creo que es mentira?

-Te tocará creerme y ya, así que creeme, estoy bien mañana a primera hora estoy allí contigo pequeña.

-Vale... Si necesitas algo llámame, estaré atenta a ti.

-Duerme tranquila, buenas noches hasta mañana teta.

-Adiós, buenas noches, te quiero.

-Y yo.-Colgué.

Respiré, no podía dejar que me notase mal, pero ella sabía que algo pasaba, aunque trataba de tranquilizarla, sé que no lo logré, pero Damian se encargaría de eso. Me quité la chaqueta y la enrolle para ponérmela en la cabeza y mirar las estrellas y la luna, entonces, caí en un profundo sueño. Dormía plácidamente cuando sentí que alguien acariciaba mi brazo, abrí los ojos, era Ana, sonreí al verla, ella me devolvió la sonrisa y se acercó para besarme, cerré los ojos y pude notar sus suaves y únicos labios, pero entonces alguien gritaba mi nombre y desperté, era un sueño pero alguien me llamaba.

-Daviiiidddd!!!-Esa voz me resultaba familiar... no otra vez estaba soñando...

Cerré los ojos y esa voz otra vez.

-Daviiiiiiizzz soy Anaaaaaaaaaaaaaaaa!!

No estaba soñando era verdad, era ella.