Quédate, puede que te quiera.

Capítulo 23

Miré el papelito, lo abrí cuando se fue la camarera, vi perfectamente que había algo escrito, sabía de que se trataba, pues ponía "Camila" y su número dirigí mi mirada hasta ella y pude comprobar que me miraba con una sonrisa así que le giñé un ojo y su sonrisa aumento.

—Agg, para de ligar con esa, no? ¿No querías que nos llevásemos bien? Cuenta me cosas de ti, vamos —Madre mía que corta rollos, no?

—Pues me llamo David y tengo 18 años y pues estudio Empresariales ¿tú? —le dije mirándola, creo que era la primera vez que me di cuenta de que era una chica bastante guapa.

—Estudio diseño, me llamo Ana y también tengo 18 años —me miraba, pero aguantaba poco la vista, ella la apartaba.

—Pues para estudiar diseño... —me callé al ver su mirada de asesina y le sonríe. —Uy esa mirada eh.

—Uy esa cara lleva un guantazo... —nos miramos y nos reímos.

Estuvimos unas horas hablando y conociéndonos mejor hasta que se hizo tarde así que la acompañe a su habitación.

—Adiós, gracias por acompañarme —me estaba cerrando la puerta en los morros así que puse la mano y se lo impedí.

—¿Eh no me vas a dejar pasar para hacerme travesuras? —Me eché a reír y ella me miraba seria.

—Va adiós Idiota, ve a dormir es tarde y tendrás mas amigos que estarán preocupados por ti o algo, venga, buenas noches David —me miraba y le sonreí, ella a mí, no.

—Gracias por decir que invitabas y al final invitar yo eh tacaña que eres xe —hice cara de enfadado y puse un poco de morritos, conseguí que sonriera y tenía una sonrisa preciosa así que le sonreí to tierno.

—Perdón no me acorde de coger el dinero —me sacó la lengua y me guiñó el ojo, pude notar su mentira.

—Venga, buenas noches mentirosa y agria —le guiñe el ojo y volvió a sonreír.

—Adiós niño Idiota —sonreí y me iba, al girarme cerró la puerta.

Saqué mi móvil, no sé cuantas llamadas y WhatsApps tenía, pero demasiados para leerlos todos, así que llamé a Damian y le dije que ya iba para la habita, él me dijo que iba a cenar con Melina y Raquel, que me estaban esperando así que fui corriendo.

Llega a la habita

—¿Donde has estado tío? —me preguntó Dami estaba preocupado.

—Ya te contaré, ¿qué pasó anoche? —Quería saber todo lo sucedido.

—Ya te contaré —me guiñó el ojo, agg... Como odio que no me cuente las cosas, lo mataré un día.