Capítulo 24

5.4K 217 0
                                    

Nos arreglamos bastante elegantes y fuimos a cenar con nuestras chicas por decirlo de alguna manera.

En el Restaurante.

—Hola hermosas —dijo el Dami dándole dos besos a Raquel y un beso romántico a Melina, puag que empalagoso todo.

—Hola nenas —dije guiñándole el ojo a Melenita y morreando a Raquel.

—Hola bebé, ¿qué has estado haciendo? —buff hoy estuve todo el día con una desconocida (?) no, no le diré eso.

—Por ahí a ver si se me iba la resaca —entonces al acordarme de ella le mande un WhatsApp.

D:Hola tacaña.
A:Hola Idiota.
D:No pierdas nunca tu amabilidad, por favor.
A:Ni tú, tu sarcasmo eh.
D:¿Qué haces? Me aburro... ¿Te vienes?
A:Estaba escribiendo y también estoy aburrida. Donde quieres que vaya a ver...
D:Que mal piensas de mí eh pues estoy cenando con mi novia mi amigo y su novia y me aburro.
A:¿Novia? ¿Tú? JAJAJAJAJAJAJA
D:¿Y esa risa de loca?
A:Idiota va estate con tu novia que se celará.
D:Esta en el baño maquillándose agg... Ven. .Ven
A:Ay... David... Nos acabamos de conocer que ansía por pasar tiempo conmigo eh.
D:Ok, adiós.

Salí del WhatsApp y vi como Ana me había contestado pero decidí no entrar. Del baño salía Raquel la miraba atentamente, no podía hacer nada mejor, prefería mirar a una tía buena que a mi amigo dándole besos y caricias a la novia enserio UN CUBO que poto dios.

Se dirigía hacia mí con su vestido negro y dorado muy ceñido a sus curvas perfectas, marcando ese trabajado y bellísimo cuerpo.
Era guapa y sin maquillar aún más no sé para que usaba maquillaje, pero bueno ella sabrá, yo la prefería al natural, sin nada, sin absolutamente nada , se sentó a mi lado.

—¿Por que me mirabas tanto? —me preguntó bajándose el vestido.

—Porque estaba pensando que éstas más buena al natural, sin maquillarte y sin nada encima —sonreí sabia por donde iba.

—Bueno... Al llegar a tu habita podremos hacer lo que quieras nene —besa mis labios muy caliente.

Sonreía mientras ponía la mano en su muslo, la miraba y no se ponía nerviosa así que fui ascendiendo con mi mano por todo su muslo, no sé si alguien nos miraría, me daba igual, la miraba, estaba mordiéndose el labio, se notaba que teníamos ganas de desfogarnos a nuestra manera, así que la temperatura subía con cada respiración.

Quédate, puede que te quiera.Where stories live. Discover now