⚜️E: Especial Final

Începe de la început
                                    

»—Yuu, ¿de verdad me estás invitando a Inari a conocer a tus otros familiares? —preguntó sorprendido, con un tenue rubor en sus mejillas. Mikaela bajó la mirada—. ¿Crees que les agrade? Me gustaría dar una buena impresión a tu familia.

«Mikaela hubiese podido encantar hasta la persona más odiosa. Era muy simpático. Siempre lo fue bajo esa coraza que utilizaba para protegerse cuando nos conocimos. Aquella vez, me hubiese gustado decirle que lo amarían sin chistar».

»—¿Qué te parece mi traje? Lo mandé a confeccionar bajo uno de los recomendados de Madame Kimizuki. —Mikaela desdobló una capa verdusca y arrugó la nariz—. Es verde bosque, no verde caca, zorro estúpido. —El vampiro se la colocó sobre los hombros y se la probó—. ¿Qué tal me veo?

«Solo pude decirle que parecería una caquita más de la naturaleza, aunque él se veía deslumbrante. Tuve que darme media vuelta para esconder mis rojizas mejillas de la impresión. Mikaela era muy bello y me costaba admitirlo frente a él. Eso solo lo hizo enojar más».

»—¡Te he dicho cientos de veces que no pongas nada helado sobre la madera! —refunfuñó, dándole un cocacho detrás de la nuca al zorro—. No es mucho pedir, Yuichiro.

«Siempre lo hacía renegar cuando me olvidaba de poner un protector bajo mis vasos. A veces lo hacía adrede para que me prestase atención cuando los invitados venían a molestarlo con esas tontas fiestas de gala. Odiaba que no se quedase conmigo por más tiempo».

»—¿Podrías ir más lento? Todavía no quiero correrme —suplicó el vampiro, destapándose el ombligo y acomodó su camisa mucho más arriba de su pecho, exponiendo sus tetillas—. Yuu...

«Cada vez que lo hacíamos, entrabamos en trance. Verlo con una mirada tan erótica, no solo hacía que todas mis fantasías se hiciesen realidad; sentía que mi corazón se saldría de mi pecho y solo podía pensar que una vida sin él no tendría sentido. Había llegado a amar a Mikaela como nunca. No podía vivir sin él».

»—Yuichiro, eres el esposo perfecto.

El zorro había calmado su llanto al recordar lo mejor que había vivido en todos estos años. Desde haber conocido un amor tan incondicional que tuvo con el vampiro hasta que tuvieron tres preciosos hijos, quienes tomaron rumbos distintos y tuvieron sus propios herederos. Dichos nietos también seguirían con el linaje. Yuichiro sonrió. pues las campanas ya habían comenzado a sonar. Su menor nieto contraía matrimonio aquel día.

El amor...

A Yuichiro le hubiese encantado asistir. Por más que su azabache cabellera se hubiese tornado tan blanca como su rabo y orejas, todavía hacía de las suyas. Sigilosamente, se había escapado con todos los preparativos para ir a celebrar con su amado vampiro. Y qué mejor desenlace que ver el atardecer juntos, descorchando el mejor champagne en dos copas, aunque una de las copas jamás sería tocada.

El dulce líquido se pasó por su garganta, dándole un ligero calor que lo hizo adormilarse. Yuichiro había disfrutado de su día al máximo junto a Mikaela. Puede que ya no entablen las ridículas conversaciones, ni tengan sus riñas, pero al menos podían acompañarse de una u otra manera. Con el pasar del tiempo, el cielo se oscureció y las estrellas brotaron bajo el firmamento.

»—Me gustan las estrellas, Yuu. —Mikaela prosiguió acariciándole la cabeza—. En tan basto firmamento, hay cientos de ellas que iluminan la noche. Si formas las que están debajo de la avenida principal, puedes ver un elefante. —Mikaela señaló otro lado—. Las que están cerca de aquella montaña tienen la forma de un zorro. —Se volvió a Yuichiro—. ¿Ves algo?

«Levanté mi pata, apuntando con mis garras a un gran conjunto de estrellas que resplandecían por el camino en donde había ingresado a la capital. Mikaela se incorporó, arrastrándose con sus codos para sentarse e intentó divisar lo que yo veía con una de las más curiosas expresiones».

»—¿Es un... florero? ¿Una taza de té?

»—No —replicó Yuichiro, aguantándose la risa—. Sigue intentando. ¿Te doy una pista?

El vampiro asintió.

»—Tiene que ver contigo, Mikaela.

«Noté que Mikaela se veía mucho más intranquilo, ruborizándose hasta las orejas. Mencionó todas las posibilidades que pasaban por su mente. Lamentablemente, cada respuesta terminaba errónea».

Yuichiro lo recordaba a la perfección. Le hubiese gustado ponerse de pie y gritárselo a todos, pero a su edad, sus miembros apenas podían moverse. En especial, luego de esa gran caminata. Por alguna razón, sus ojos se empezaban a cerrar. Tenía mucho sueño. Los parpados le pesaban como nunca. Somnoliento, recostó su espalda sobre el recuerdo de su esposo y una sonrisa se dibujó en su arrugado rostro.

Mi amor por ti representa esta infinidad de estrellas musitó con su último aliento.

El zorro se había quedado acurrucado, hecho toda una bolita como un cachorro a los pies de la persona cuyo corazón había latido con tanta fuerza. Mikaela no podía abrazarlo, pero le hubiese gustado resguardarlo del frío nocturno. Comerlo a besos y susurrarle todo lo que no pudo después de su muerte.

Poco a poco, el cuerpo de Yuichiro fue perdiendo su calidez a medida que pasaba la noche. Puede que no haya descansado dentro de una cama con las sedas más finas, pero su vida había culminado en el mejor lugar de todos. Junto a la de su esposo.

La copa de sangre se mantenía al lado del postre de chocolate, un pomo de curry vacío y un jugo de naranja a medio terminar. No había sido la mejor cena antes de marcharse a ver a Mikaela, pero Yuichiro suponía que la familia que había dejado atrás, lo entendería, pues ellos debían estar juntos. En alma y vida.

FIN.

¿Quién se casó con Mikaela Hyakuya?Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum