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-NamJoon.- llama SeokJin desde la cocina con voz cantarina.

-¿Sí, princesa?- responde el nombrado con tono cariñoso y una pizca de burla.

-¡No me llames princesa! ¡Te he dicho que lo odio!- grita el otro enojado- Ven aquí, por favor.

NamJoon suspira formulando una sonrisa burlona con sus labios carnosos, se levanta del suelo de la sala, donde antes jugaba con Hoon y sus carritos de juguete, y se dirige a la cocina junto a su pareja. Lo encuentra recostado a la puerta del refrigerador, con los brazos cruzados a la altura del pecho y el ceño fruncido.

-No vuelvas a llamarme princesa.

El rubio da unas rápidas sancadas hasta llegar donde su amado pelirojo. Quedan frente a frente. El pelirojo aún cruzado de brazos. El rubio posándo sus manos a cada lado de la cintura del otro al tiempo en que le roba un beso y le regala una sonrisa.

-¿Qué hay de malo con el apodo que te he dado?- musita, frotándo ligeramente sus narices.

-No soy chica.- SeokJin hace un puchero que a NamJoon le resulta irresistible.

Y otro beso es robado.

-Sé muy bien que no lo eres. El bulto entre tus piernas me lo confirma.

SeokJin se ríe ante lo absurdo que puede ser su novio en algunas ocaciones.

-Necesito que me lleves al supermercado por algunas cosas. Le haré a YoonGi un almuerzo de despedida.

-¿Tenemos que cuidar de su hermanito por seis meses y encima, cocinarle?

-NamJoon...- le reprende el pelirojo.

-Y supongo que también me pedirás que llevemos a Hoon con nosotros al super porque JiMin y YoonGi necesitan un poco más de tiempo a solas antes de llevar a YoonGi al aeropuerto, ¿no?

SeokJin enrosca sus brazos alrededor del cuello del de piel tostada y, antes de darle un beso, le susurra un dulce:

-¿Cómo lo supiste, NamJoonie?

* * *
Sintiendo el calor de la luz del sol acariciándo su piel, se relame los labios y chasquea la lengua. Toda su atención está puesta en la danza que realizan las ramas de los árboles en conjunto con el viento. YoonGi hace una mueca. Un viejo recuerdo llega a su mente. Cierra los ojos. La brisa decide jugar con su cabello.

El rostro sonriente de su padre, en quien no ha pensado en años, se dibuja en sus pensamientos. Con sus lentes de aros redondos, sus ojos amigables y su gorra de los Medias Rojas de Boston, su equipo favorito de baseball. También se ve a sí mismo, varios años menor. De unos once o doce años. No recuerda exactamente el lugar en el que se encuentran, quizás el parque cercano a su antigua casa o el patio de su abuela, pero ahí están los dos, padre e hijo, cada uno con un guante de baseball en la mano izquierda, jugando a tirar y atrapar la pequeña bola. Rien y se divierten mientras cae el atardecer.

YoonGi

No sé porqué pensé en mi padre. No había pensado en él desde hace mucho. Ni siquiera recuerdo cuando fue la úultima vez que supe de él. Supongo que estar en el barrio en el que crecí me trajo aquél recuerdo.

Suspiré.

-Papá...- Sentí el nudo formarse en mi garganta y mis ojos se nublaron. Pensar en él me provocaba nostalgia. Me dieron ganas de llorar, justo como ocurría cuando era adolescente.

Luego de que mi padre nos abandonara lloré en muchas ocaciones. Sobre todo porque me sentía solo. Con mamá enferma y Hoon apenas siendo un bebé... La presión de mantener a flote a mi familia provocó depresión en mí, incluso pensamientos suicidas. Estuve a punto de hacerlo en alguna ocación.

For Money... [JimSu] [YoonMin] (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora