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Su auto se detiene frente al enorme portón de hierro que impide a intrusos la entrada a la vieja mansión de los Park.

A un lado del portón hay una caseta de seguridad de la cual sale un hombre mayor uniformado de negro, con una gorra en la cabeza y una pistola enfundada en el bolsillo de su pantalón.

Cuando el hombre se da cuenta de quién se trata, hace una leve reverencia en señal de respeto y regresa a la caseta. Minutos después el portón se abre y el BMW Z4 color plateado ingresa en la residencia.

El convertible recorre el viejo camino de asfalto hasta llegar a la casona de paredes blancas, enormes y preciosos vitrales, y techo de tejas rojo ladrillo. Se estaciona justo en la entrada, a unos dos metros de la puerta principal.

Del auto se baja un hombre jóven de no más de treinta años, moreno, ataviado con pantalón y saco color negro, camisa blanca, corbata rojo vino y finos zapatos de vestir del mismo color que su traje. Trae unos elegantes lentes oscuros y su cabello está perfectamente peinado hacia atrás.

Todo un hombre de alta sociedad.

Con porte serio y un aura de cabreo y determinación, el hombre le da las llaves a uno de los sirvientes que sale apurado de la mansión para estacionar el auto.

-Buenas tardes, jóven Jimin.- el sirviente hace una venia y toma las llaves que el hombre le extiende.

-Buenas tardes, JongKi. ¿Está el señor Park?

El sirviente asintió.

-Sí, jóven Jimin. El señor Park se encuentra en su despacho en este momento.

Park Jimin respira hondo y trata de mantener la compostura.

-Gracias, JongKi.- le dice al sirviente antes de seguir con su camino e ingresar a la mansión.

Con paso firme atravieza el umbral de la puerta de madera tallada. Con lo primero que se topa es el enorme cuadro con una fotografía familiar en una de las paredes de la estancia. En ella aparece Park Jimin junto a sus padres, los tres sonrientes. Vestidos de forma elegante, fingiéndo alegría. Jimin se quita los lentes negros, los cuales guarda en el bolsillo interno de su saco, y observa con detenimiento el retrato.

-Una farsa.- dice para sí mismo y continúa su camino, perdiéndose en aquél laberinto de paredes, puertas y habitaciones.

Minutos después, el moreno llega a su destino. Se para frente a la puerta blanca, observándola a detalle. Recordándo que cuando era niño no tenía permitido atravezarla. Ese lugar era sólo para su padre.

Park Jimin respira hondo y toca la puerta tres veces con sus nudillos. Nada. Repite el proceso una vez más y ésta se abre, despacio.

Su verdugo entra en escena, vistiéndo pantalones de tela marrón y una camisa simple color crema. Sus pies protegidos por pantuflas negras. Luce más viejo que desde la última vez que lo vio.

Acabado, piensa Jimin.

El hombre viejo suspira. Su mirada cansada le examina de pies a cabeza. Una sonrisa arrogante se asoma en sus labios.

-¿Y a qué se debe tu visita, hijo mío?- pregunta, fingiéndo sorpresa.

-Tenemos que hablar, señor Park.- contesta Jimin, sin emoción alguna en sus palabras.

El señor Park asiente varias veces.

-Claro. Pero mejor entra a mi despacho. El pasillo no es el lugar correcto para hablar de estos temas.

Jimin entra en silencio y se posiciona frente al viejo escritorio.

-Toma asiento, Jimin.- ordena el viejo, quién de un mueble cerca del escritorio está sacando dos copas de cristál y una botella de vino tinto.

-Aquí estoy bien.- suelta el moreno.

-Como quieras.- murmura el señor Park y coloca las copas sobre el escritorio.

Con un sacacorchos abre la botella y vierte un poco del delicioso líquido en los recipientes. Jimin lo observa en silencio. El viejo toma una de las copas y bebe un sorbo.

-Y, dime hijo. ¿A qué se debe tu inesperada visita esta tarde?

-¿Porqué le enviaste aquellas fotos y esa invitación falsa a YoonGi?- suelta Jimin, directo al grano.

-¿Perdona?- pregunta el hombre con sorpresa.

-No te hagas el idiota, papá.- sentencia el moreno.

-Te voy a ser honesto, Jimin.- su padre le da otro sorbo a la copa- Lo único que hice, y de hecho, estoy seguro de que ya estás más que enterado, es el haber arreglado para que el viaje de YoonGi a Francia se haya adelantado. Es todo.

-Y entonces, ¿quién envió esas fotografías?- en la voz del moreno hay desconfianza- ¿Y la invitación falsa?

-¿Invitación para qué?

-¡Para la estúpida boda que nunca se efectuará!

El señor Park mira a su hijo extrañado. Sí, es cierto que desea que su hijo contraiga matrimonio. Pero él y Jimin tienen un trato, y para la fecha en la que Jimin debe dar su respuesta final aún faltan dos meses. Y el señor Park, a pesar de todo, cumple su palabra. Lo del viaje de YoonGi es solo un poquito de trampa para acelerar el proceso.

-Hijo, yo no lo hice.

Lo siguiente ocurre demaciado rápido. En un instante, el señor Park se encuentra parado junto a su escritorio sosteniéndo su copa de vino, y al otro, está tirado en el suelo, con su hijo lanzándole puñetazos a diestra y siniestra en el rostro. Su labio sangra producto de los golpes.

-¡Jimin, basta! ¡No he sido yo, mierda!- intenta quitarlo de encima. Pero el moreno está cegado por la ira y se le hace difícil la situación.

-¡Entiénde que no voy a separarme de YoonGi!- gruñe el más joven y justo cuando está a punto de propinar otro golpe, entran dos de los guardaespaldas de su padre y le toman por ambos brazos para separarlos.

Con dificultad, el señor Park se levanta del suelo y con el pañuelo que trae en el bolsillo de su pantalón se limpia la sangre que emana su labio roto.

-Jimin, hijo, escúchame.

-Es usted una vil rata de alcantarilla, señor Park.- escupe el moreno, quien permanece inmobilizado por los dos hombres que se encargan de la seguridad de su padre.

-No fui yo. Y si no quieres creerme, es tu problema.- sentecia el viejo- Gusto en verte, hijo mío. -le sonríe- Sáquenlo de aquí.- ordena a sus guardaespaldas.

* * *

Ahora en su auto, conduciéndo de vuelta a su hogar, un Park Jimin que ha retomado la compostura intenta decifrar el maldito enigma. Si no fue obra de su padre, ¿de quién entonces?

Suelta un sonoro suspiro agotado y un mal presentimiento se instala en su pecho.

¿Estás bien, YoonGi?

* * *
Nota:

Hello! It's me!
¿Cómo estan? Yo, súper feliz! For Money ha alcanzado más de 90K. ¡Muero de emoción! Gracias por leer :'( sin ustedes esto no sería posible, chingus.

También quería agradecer a varias chicas que nominaron For Money en un concurso de Fics en wattpad, no me lo esperaba!

Lamento las actualizaciones lentas, pero toda esta vaina de la universidad me tiene ocupada y estos últimos días tuve un bloqueo mental y no podía escribir ni una sola palabra ._. #FueHorrible

Btw: e.e amo Same Old Love de Selena Gomez <3 y me pareció le quedaba perfecta a este cap. La escuché mientras lo escribía juejue :v

Chau!

-Yess

For Money... [JimSu] [YoonMin] (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora