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Park Jimin se hallaba delante del fregador, tenía las mangas de su cardigan remangadas hasta los codos y traía puesto un delantal blanco. El agua tibia caía sobre los sucios trastes mientras que Park Jimin se encargaba de enjabonar uno a uno con el lavaplatos olor a limón.

Desde la sala se escucha el sonido de algún dibujo animado cantando una estúpida canción sobre la lluvia y las risas de un niño que parece divertirse con aquella basura de programa. Jimin decide ignorar el ruido y se concentra en la ardua labor de lavar los platos y vasos utilizados en la cena de hace un rato. Una vez ha enjabonado cada uno procede a enjuagarlos y secarlos con un paño para luego guardarlos en su lugar dentro de la alacena.

Justo está por guardar el último plato cuando se percata de que un par de brazos pálidos, delgados y desnudos le han rodeado la cintura. Una sensación cálida se expande por su espalda debido al contacto de otro cuerpo con el suyo. Un inesperado beso detrás de su oreja derecha le provoca cosquillas y le hace reir bajito. El moreno se gira, aún rodeado por aquellos brazos, para estar de frente a su novio el cual le mira risueño.

-¿Tanto me extrañaste, pequeño?

Park Jimin une sus frentes, haciendo que sus narices se rozen y que sus tranquilas respiraciones se mezclen.

-Ya son más de las nueve...-informa el pelinegro mordiéndose el labio- Hoon y yo debemos volver a casa.

-Quédense.-pide Jimin- Hoon puede dormir en el cuarto de huéspedes. Y tu y yo...

-¿Tú y yo... qué?- pregunta YoonGi seductor, rozando sus labios.

-El destino lo dirá, mi amor...

* * *

-Y entonces -se quejó YoonGi- El idiota de mi profesor de dibujo digital me dijo que mi trabajo era insulso y simple, falto de creatividad. ¿Puedes creerlo, Jimin?- el chico entornó sus ojos indignado- ¡Soy el mejor de toda la puta clase y ése viejo de mierda llama "insulso" a mi trabajo! ¡Lo detesto!

-Bueno... No siempre serás el mejor en todo, YoonGi.- apuntó su novio, mientras se llevaba una Oreo a la boca.

-¡Oh vamos, Park! ¿Alguna vez has visto mi trabajo? ¡Tengo propuestas de empleo para cuando termine la universidad! Me han echado el ojo desde que ingresé a esa pendeja facultad.

-Engreído....- susurró Jimin, con la boca llena de galletas.

-¿Cómo me has llamado?- YoonGi le dirigió una mirada incrédula, claramente ofendido.

-Ya lo escuchaste.- le retó el moreno.

El pelinegro de piel pálida apretó sus labios y tensó su mandíbula en gesto de enfado.

-Ni creas que esta noche tu pene recibirá algo de cariño.- sentenció el muchacho, y le dió un sorbo a su taza de cocoa caliente.

Jimin soltó una carcajada y alzó su mano derecha con el puño cerrado, agitándola de arriba hacia abajo.

-Siempre puedo contar con mi fiel amiga.

-¿Escuchas eso?- le preguntó su novio de pronto, ignorando su comentario por completo.

-¿Qué cosa?

-Eso.- dijo el chico, refiriendose a un sonido 5que se escuchaba a lo lejos- ¿No suena así tu celular?

Jimin agudizó su oído y, efectivamente, era el sonido de su tono del celular lo que se escuchaba.

-Ya vuelvo, amor. - dijo, y abandonó su puesto en el desayunador de la cocina para ir en busca de su teléfono que estaba en su habitación.

* * *

Sentado al borde de la cama con la vista fija en la pantalla de su teléfono, Park Jimin reprime un grito de furia que amenaza con salir y quemarle la garganta. Se ha puesto rojo hasta las orejas, su respiración es lenta y pesada haciendo que su pecho suba y baje con dificultad, y su mano libre forma un puño el cual aprieta con fuerza. Tiene tres llamadas perdidas y un simple y corto mensaje de la persona que más detesta en el mundo, que sólo sirve para hacerle hervir la sangre.

Papá: Tienes seis meses.

Las ganas de estrellar el teléfono contra la pared no le faltan pero se controla, debe mantener la calma. Sus ojos comienzan a nublarse y por más que el moreno intente soportarlo las lágrimas cargadas de ira recorren sus cachetes silenciosas y despiadadas.

-¿Y si lo mato?- susurra para sí mismo.

-¿Matar a quien? - pregunta una voz preocupada.

Jimin se sobresalta y dirige su vista hacia la puerta de la habitación, donde se encuentra con Min YoonGi recostado al marco, mirándole desconcertado.

-A nadie.- responde, limpiandose las lágrimas con el dorso de la mano rápidamente.

-¿Qué ocurre, Park?-  la voz de su novio es serena.

El pelinegro se ha sentado junto a él, regalánde una mirada comprensiva y una sonrisa tranquilizadora.

-No es nada...- masculla Jimin sin mirarle a la cara.

-Mientes.

El contacto inesperado de las manos de novio acunando sus mejillas y obligandolo a mirarle le hizo temblar.  Al encontrarse con aquél par de ojos oscuros y almendrados que le penetran al alma, Park Jimin no lo resiste y atrapa la boca de su novio con desesperación.

-YoonGi, te amo.- dice, estrechando al chico en sus brazos, hundiendo su rostro en el cuello de YoonGi.- No permitiré que nada ni nadie te aleje de mí...-susurra sin poder evitar sollozar.

-Jimin...- el moreno siente como, con una de sus manos, su chico le palmea la espalda despacio mientras que con la otra acaricia su oscuro y corto cabello- Ssh... Tranquilo...

-Tengo miedo...-confiesa el moreno en voz bajita.

-¿Miedo de qué, amor?- YoonGi deposita un beso en su cabeza de forma protectora.

-No puedes saberlo...

-Park Jimin, ¿podrías decirme que ocurre?-pregunta el pelinegro angustiado, pero no obtiene respuesta.

* * *

^^

For Money... [JimSu] [YoonMin] (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora