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-Quizás es sólo una amiga.- masculla el chico de mayor estatura mientras que con una cuchara se lleva un trozo de pastel de fresas a la boca.

Era casi la una de la tarde del lunes, y por algún extraño motivo, la cafetería estaba vacía salvo por Kim SeokJin, Min YoonGi y su jefa, la cual estaba dentro de la pequeña oficina al fondo del local.

YoonGi está cruzado de brazos en su asiento con una mirada llena de inseguridad.

-¿Y porqué no me ha contado sobre ella? Él no tiene muchos amigos, ¿sabes?

-No creo que sea tan solitario.-apunta SeokJin, apoyándo sus codos sobre la mesa.

-¡Es verdad! ¡Él sólo menciona a YoungBae! Es su único amigo.

-Suga, la foto podría ser vieja. De antes que ustedes se conocieran.

YoonGi resopla y le da un sorbo a su malteada de vainilla.

-Mmm... Puedes tener razón.

-¿Y no sabes quién la envió?

-Llamé al número pero me sale como número no registrado.- informa el pelinegro.- Esto me da mala espina, Jin.

Su amigo le mira con ternura y regala una sonrisa tranquilizante.

-Confía en Jimin, Suga. Debe haber una explicación. Él te adora y no sería capaz de engañarte. Y menos con una chica. Aunque...- Jin vacila unos segundos- Qué decirte, YoonGi. Hasta yo me volvería heterosexual con esa belleza.

-¡Eso no me ayuda, Kim SeokJin!- gruñe YoonGi, lanzándole una mirada recriminatoria.

* * *

-¿Te ocurre algo?

Park Jimin le mira preocupado. Hace algunas horas que el pelinegro llegó del trabajo y ni siquiera le ha hablado. Tan solo ha estado ahí, sentado en el sofá, fingiéndo indiferencia mientras "mira" la televesión. Aunque en realidad está sumido en sus pensamientos más que otra cosa.

-YoonGi...

-¡No me pasa nada!-gruñe el chico, asustándo al médico.

Son las nueve de la noche del lunes, y Park Jimin trata averiguar el porqué del repentino enojo de su pareja. Con cautela se sienta en el puesto al lado del muchacho e intenta tomar su mano, mas ésta es retirada al instante de su toque.

-YoonGi, ¿hice algo mal?

El pelinegro aprieta sus labios y dirige la vista hacia otra parte, ignorándolo. Tratando de contener las inmensas ganas que tiene de gritarle. Sosteniéndo con fuerza su teléfono celular en su mano derecha. Sintiéndose molesto. Engañado. Utilizado.

Y es que, ¿cómo no sentirse así cuando un hombre vestido de negro llega a su trabajo y le entrega una invitación para asistir a un evento nupcial?

¿Cómo no sentirse así cuando esa misma tarde otra foto de su novio y aquella chica desconocida riendo juntos llega a su teléfono?

¿Cómo no hacerlo, si el nombre del novio escrito en la invitación es nada más y nada menos que Park Jimin?

Esa noche, sin haber cenado y cruzado palabra alguna con el moreno, Min YoonGi se encerró en la habitación de huéspedes. Se acurrucó bajos las sábanas y se echó a llorar.

* * *

Toc. Toc. Toc.

Park Jimin escuchó el toquido en la puerta de su habitación. No había conciliado el sueño en toda la noche. Sólo podía pensar en qué hizo para que su novio estuviese tan enojado al punto de no querer hablarle e irse a dormie a otra habitación.

Se levantó de su cama y caminó en boxers hasta llegar a la puerta. Quitó el pestillo y la abrió, encontrándose con la carita asustada de su pequeño cuñado en la penumbra.

-¿Qué haces despierto, Hoon?

Sin responder, el pequeño niño se abrazó a su cintura y él se enclino para devolver el gesto.

-¿Qué ocurre, amiguito?

-Tuve un sueño feo.- solloza el chiquillo- Tengo miedo, Jimin. ¿Puedo dormir aquí contigo y Suga?

"Contigo y Suga."

-Claro, Hoon.

* * *

Jueves por la madrugada. Jimin y YoonGi se alistan en silencio para ir a cumplir sus respectivas labores. El ambiente es tenso. Hostil.

YoonGi acababa de enfundarse en unos jeans y ahora se abotona la camisa, de espaldas al moreno que recién sale del cuarto de baño con una toalla envuelta alrededor de la cintura. Le escucha moverse por la habitación.

Estúpido Jimin.

-Suficiente.- le oye decir en tono serio al momento que le toma por el brazo y con fuerza le obliga a dar vuelta para verle de frente. Estaba sin camisa y traía puesto un pantalón negro.

-Suéltame.- suelta fingiéndo indiferencia.

-¿Qué demonios te sucede, YoonGi?- inquiere Jimin cansado, soltándole el brazo- ¿Que pasó? ¿Qué hice?- exige saber- ¡Estoy harto de tu silencio! ¡No me has hablado en tres días!

-¿Quién mierda es Kim NoRa?- suelta YoonGi sin rodeos, cruzándo los brazos sobre su pecho.

-¿Disculpa?

YoonGi entorna sus ojos, perdiendo la paciencia.

-Kim NoRa. ¿Quién es?

Jimin le mira atónito, con los labios entre abiertos.

-¿Qué... Qué sabes sobre ella?- baja el tono de su voz.

YoonGi le ignora y sale de la habitación yendo hacia la sala, seguido de Jimin. Toma su mochila roja que está a un lado del sofá, la abre, saca un papel arrugado en una bola el cual le lanza a Jimin con rabia en el pecho y se cruza de brazos nuevamente, dezafiándolo con la mirada.

El moreno confundido se agacha para tomar el papel y una vez que lee el contenido su rostro se desencaja. Una clara mezcla de odio y tristeza.

-Esto es mentira.- dice en un susurro.

-Púdrete.- escupe el pelinegro antes de regresar a la habitación para terminar de vestirse.

Minutos después, aún de pie en el mismo lugar en donde su molesto novio le dejó, lágrimas silenciosas se deslizaban por sus mejillas y en su mente resuena el recuerdo de las palabras que le dijo su madre luego de la cena con YoonGi

"-Mi pequeño Jiminie, ten cuidado por favor.- dijo la señora cuando el automóvil se detuvo frente a la enorme mansión- Sabes que no estoy de acuerdo con tu homosexualidad.

Jimin asintió en silencio.

-Sin embargo, YoonGi es un muchacho maravilloso. Posee buen corazón y sus sentimientos por ti son verdaderos.

Cherry suspiró.

-Si es ese chico con quien decides pasar el resto de tu vida, entonces no me importa. Lo acepto

-Gracias, mamá. Significa tanto para mí que...

-Jimin, detente.- su madre le interrumpió- Ten cuidado, amor mío. El que a mí me agrade el chico no significa que a tu padre lo haga. Está empeñado en dañarlo si eso hace posible que te separes de él y te cases con la hija de los Kim para el poder cerrar el trato con su empresa farmacéutica.

Jimin detuvo su respiración por un momento.

¿Entonces toda esa mierda era por un maldito negocio de su padre?

-Cuida de ustedes, Jimin.- fue lo último que dijo su madre antes de bajar del auto."

-Eso haré.- susurró Park al vacío.

For Money... [JimSu] [YoonMin] (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora