1.-Hasta nunca.

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Andrea se metió al cuarto de las muchachas cuando acabo, y comenzó a desvestirse para ponerse el otro traje, para salir a bailar otra ves. Parecía que hoy tendría más suerte, lo presentía, y también lo había leído en su horóscopo, ese día iba ser bueno para ella. Se estaba terminando de acomodar la falda cuando escucho que tocaban la puerta.

Andrea: Voy!-grito y abrió.-Que paso Juaco?

Juaco: Te acuerdas del joven con el que estaba platicado en la barra.-dijo entrando y ella hizo una mueca mientras cerraba la puerta, ya se imaginaba para que venia.

Andrea: Si, me acuerdo, el elegante que estaba botella tras botella no?-dijo sentándose en la cama y saco una caja de cigarrillos poniéndose uno en la boca.-Gustas?

Juaco: No, gracias.-dijo y ella alzo sus hombros sin despreocupación.-Tu no deberías de fumar. De echo no debes.

Andrea: Pues no debo hacer muchas cosas, y mírame, aquí, bailando y complaciendo a hombres desgraciados, con baja autoestima, o ancianos de crepita que están solos y sin perro que les ladre. Así que un cigarrillo que más da.

Juaco: Pues ese sujeto esta pidiendo tus servicios, y quien sabe si le gustan las mujeres con olor a cigarrillo, así que mejor deja esto para después.-dijo quitando el cigarro de la boca de Andrea y lo tiro al suelo.

Andrea: Juaco!!-le reprocho ella con enojo.

Juaco: Lo siento, pero sabes que tengo razón, y si quieres seguir ganando más dinero para los tratamientos de tu mamá, será mejor que vayas antes de que se interese por Denisse o las otras mujeres. Entonces si que habrás perdido una buena oportunidad, porque se ve que tiene dinero, si hubieras visto en que auto llego...Ni con tu vida pagarías ese auto cariño.

Andrea: Si me lo imagine, pero como que demasiado formalito para venir a este lugar no? Es decir, se ve que venia de un compromiso importante, no parece que así vistiera siempre, y si es policía]?

Juaco: No lo creo, y si no es el será otro, tal ves un viejo, feo, o gordo, o ambos...el es joven, tiene dinero, y además ya esta muy ebrio. Seguro con unas copas más y cae muerto, piénsalo, tal ves trae más dinero del que me enseño.-dijo y Andrea lo miro pensativa.

Andrea: Cuanto le ofreciste por mi?

Juaco: Pues lo que vales...-dijo y ella lo miro seria "Claro, lo que valgo" pensó sintiendo un vacio dentro de ella. "Que más da, total, me he acostado con peores" pensó haciendo una mueca y asintió.

Andrea: Esta bien, dile que salgo en unos minutos. O será aquí?

Juaco: No, el te llevara, ahora vuelvo antes de que alguien te lo gane bonita,-dijo dándole un beso en la mejilla y salió.

Samuel estaba sentando en la barra con la mente enfocada en Samara, dio un sorbo a su trago de coñac e hizo una mueca recordando todo, todas las promesas que le dio, todos los sueños que tenían juntos, tenia una vida prácticamente ligada a ella, es más ella era su vida, se complementaban tan bien.. se llevaban muy bien que no entendía porque ella lo había dejado. No lo estafo, no le quito dinero, solo se fue, se fue con otro que no era él. "Te juro que te voy a olvidar" pensó mientras daba otro sorbo a su bebida.

Andrea: Hola!-grito desde atrás y Samuel se volteo a mirarla.

Samuel: Hola, te ves muy bien.-dijo mirándola de pies a cabeza, recorriendo todo su cuerpo con la mirada, sus piernas, cadera, su diminuta cintura, ese cuello con el que quería empezar a probar sus labios tan deseables, y sus ojos...esos ojos que le decían cosas que aun no podía comprender.

Andrea: Bueno vamos, que tus horas pagadas se van volando y no quiero reclamación.-dijo comenzando a caminar.

De nuevo volvía a sentir ese hueco en el estomago, esa sensación de no valer nada ante los demás, de ser solo un objeto para entretener a los hombres, eso era exactamente como se sentida, ellos siempre buscaban una sola cosa de las mujeres que trabajaban ahí, y era para satisfacer sus deseos sexuales, entonces como se podía sentir ella cuando uno de esos hombres la contrataba? Como un objeto. Pero tenía que aguantarlo necesitaba el dinero aunque después de este día ya no tanto, ya no necesitaría más tratamientos para su mamá, algunas medicinas si, pero nada mas, y dinero para su hermano pero eso lo podía conseguir más honradamente.

Samuel la miro mientras salía del bar junto a ella, no parecía una mujer que sufría al hacer ese tipo de trabajos, es más hasta parecía que lo hacia con bastante naturalidad, pero aun así no estaba tan perdido como para acostarse con ella, además pensando en como le había insistido allá dentro seguro se enojarían con ella si el cliente se iba. Se subieron al auto y aunque ella se sentía insegura al ir dentro de un auto, con un hombre que estaba ebrio, no le quedo más que rezar por su vida. Afortunadamente el manejaba con mucha precaución.

Samuel: Este es el lugar, quieres tomar algo? No se, un vaso de agua, una copa de vino, jugo...-pregunto mientras entraban y ella lo miro extrañada.-¿Que?

Andrea: No, nada.-dijo mirando el departamento.-Es muy bonito, pero bueno es mejor ya pasar a lo que en realidad venimos no? Es decir, tu e contrataste, yo estoy aquí..-dijo acercándose y lo beso.

Samuel sintió sus labios sobre los de él, y se quedo fascinado, eran suaves, delicados, dulces y era deseables, tal y como el lo imagino, se movían en sincronía, no era un beso sensual, no llevaba prisa pero tampoco era tan despacio, ni tierno, ni intenso, sensual...Pero el necesitaba más, no sabia si era por el alcohol o la rabia que sentía al imaginarse a Samara en los brazos de otro hombre pero la sujeto de la cintura pegándola a él y besándola con más pasión e intensidad, ahora se suponía que con quien debería estar haciendo el amor, era con él, y él con ella, pero no ahora estaba en los brazos de un imbécil que se la había robado, y el consolándose con una...prostituta.

Samuel: Espera.-dijo separándose y se sentó dejando a Andrea pasmada.-No puedo.

Andrea: ¿Cómo que no puedes?-dijo sentándose junto a él.-No te funciona?

Samuel: ¿Que?!-dijo levantándose indignado.-Claro que si, pero ese no es el punto. Yo...-dijo volviéndose a sentar.-Yo me iba a casar en la mañana. Con la mujer que amo, y con quien compartí casi tres años de relación.

Andrea: Ah.-dijo volteando los ojos, no podía creer que le tenia que hacer de psicóloga otra ves y escuchar los problemas que tenia ese sujeto, bastante eran los que tenia ella, y no buscaba a nadie para enfrentarlos.-¿Y me quieres contar? No se, no puedo darte un consejo como tal pero si te puedo escuchar.-dijo fingiendo que se preocupaba.

Samuel: Se supone que ella me amaba, que yo era todo para ella, nos amábamos como locos, o por lo menos eso pensé yo, que me quería de verdad, éramos el uno para el otro, pero hoy, que se supone que era el día más esperado y más feliz de nuestras vidas decidió irse con otro.-dijo agachando la cabeza mientras sentía sus ojos llenos de lagrimas y cerro los ojos haciendo que unas cuantas se cayeran a suelo.

Andrea: Pues es una tonta, porque yo en su lugar, estaría encontraba de estar con un hombre como tu.-dijo acariciando su mejilla y fingiendo que eso le interesaba, aunque si se le hacia raro que una mujer pudiera hacer eso, el no se veía mala persona, al contrario, daba mucha ternura, estaba guapo, muy guapo, y rico que más podía pedir esa mujer? "Que tonta, de verdad que si" pensó mientras el le sonreía.

Ambos se pasaron la noche platicando, pero solo de él, de sus problemas, de la muerte de su papá, y de otras cosas que preocupaban a Samuel, Andrea no veía la hora en la que se callara, estaba preocupada por su mamá, se suponía que para esta hora la estarían operando, le estarían quitando el tumor que tenia en la cabeza, y su hermano, su hermano se había quedado solo, y si entraban a robar, aunque ella no tenia nada, pero no se perdonaría que algo le pasara a su hermano. Si se hubiera acostado con él solo hubiera puesto su mente en blanco, como lo hacia todas las veces...y ya, pero el estaba hable y hable...

Andrea: Por fin!-dijo cuando lo vio durmiendo y comenzó a avanzar pero su celular comenzó a sonar.-Bueno?-susurro.

Doctor: Señorita Andrea?

Andrea: Si.-dijo sintiendo una opresión en su pecho.-¿Que pasa?

Doctor: Su mamá se agravo antes de la operación, logramos estabilizarla, pero no pudimos realizar la operación, sin embargo necesitara medicinas que lamentablemente no tenemos aquí.-dijo y Andrea se sentó de golpe- Y es crucial que las consiga, de eso depende que su mamá se recupere.

Andrea: Esta bien, gracias.-dijo y colgó. Y ahora como le iba a ser, ya había renunciado, ese era su ultimo día, y el dinero que tenia no le alcanzaba, se volteo para mirar a Samuel y fijo su vista en su saco de donde vio que saco una cartera cuando estaban en el bar. Acerco su mano lentamente y saco su billetera, mirando la buena cantidad de dinero que tenia.

Andrea: Lo siento, pero lo necesito más que tu.-susurro mientras se metía el dinero a su bolsa.-Hata nunca.-dijo y salió de ahí...

Amarte Ahora Y Siempre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora