24.

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Estaba segura que su cuerpo estaba quemándose lentamente y de un modo que ella jamás creyó capaz. Podía llegar a creer que todo eso se debía a algún tipo de calor en el ambiente, a un cambio de clima de manera crucial... pero lo cierto era que la única persona que lograba eso era Hunter. No sabía cómo habían llegado a la cama del chico, no recordaba cómo había ignorado a todas las personas que se encontraban en el salón y mucho menos como había desaparecido la camisa del chico. La ropa superior de él, descansaba en el suelo junto al chaleco de los Williams.

Siempre imaginó como podía ser el cuerpo de Hunter, pero sus ideas no eran tan perfectas como la realidad. Los músculos del chico se tensaban cuando la sostenía y podía ver la cantidad de trabajo que tenía hecho a pesar de su edad. Podía comprender que los Williams tenían que ejercitarse más para estar en forma, pero nunca creyó que Hunter era de ese modo debajo de tanta ropa. Aunque obviamente no se quejaba. Quiso tocarlo, tratar de afirmar lo que estaba pensando, pero no podía reaccionar con seguridad debido a lo que provocaban en ella las caricias del chico.

Tenía experiencia, era algo demasiado obvio y Valerie era una tonta inexperta que se sonrojaba cada vez más. Todo había comenzado con besos intensos en el exterior del cuartel y al rato estaban en la cama del chico sumergidos en todo aquel calor y esa pasión. Los besos la dejaban a la deriva, la seguridad con la que la tocaba y como entendía el cuerpo el Valerie, cuando ella ni siquiera lo hacía. Ella no había perdido ninguna prenda, Hunter lograba besarla con experiencia a pesar de la camiseta que siempre llevaba debajo de su camisa a cuadros rojos. Gruñía bajito cuando el momento lo dominaba, de un modo que Valerie perdía por completo los sentidos.

—Hunter —susurró ella su nombre en una especie de gemido que nunca creyó capaz de soltar sus labios. Él pareció no escuchar las palabras de la chica ya que siguió besándola, ajeno a la incomodidad de la chica. No es que él fuera quien tenía el problema, sino ella no sentía que ese fuera el momento para todo eso—. Hunter, espera.

El aviso quedó en el olvido cuando él fue a sus labios y Valerie sintió que sus palabras quedaban olvidaban. No entendía porque todo eso no le gustaba, es decir... le gustaba, pero no lo sentía correcto. No podía sentirlo después de haber visto morir a su hermana, haber sido traicionada por su padre y mucho menos después de todo lo que le había sucedido a Lydia. ¿Era ella la que estaba mal al no desear eso? Sabía que Hunter tenía más de treinta años y ella era la nena tontita que no había estado con nadie hasta el momento. Pero en aquel instante, sentía que tenía la obligación de detener eso.

—Hunter, no.

Las palabras enfriaron el momento por completo y él la miró finalmente. Sus ojos estaban llenos de un deseo que a Valerie le daba escalofríos, de los buenos, y todo le decía que siguiera besándolo. Pero tenía una pequeña sensación en su interior, en los miedos que le ocultaba a todos... que le decía que eso no estaba bien. ¿Tenía que seguir a sus miedos o simplemente olvidarlos?

—¿Qué sucede? —preguntó con real confusión, como si aquello fuera algo que nunca le hubiera sucedido. Su cabello despeinado la distraía y mucho más cuando se despeinó aún más, desconcertado—. ¿Val?

—No quiero hacer esto —soltó con rapidez, cerrando con fuerza los ojos ante lo que estaba diciendo. Era un hombre grande, había vivido miles de cosas y seguramente se había acostado con mil mujeres que nunca le habían dicho que no. Estaba segura que lo iba a perder, que por negarse Hunter se iba a ir para nunca volver. Pero podía sentir todavía su cuerpo sobre el propio y tuvo que abrir los ojos para confirmar que Hunter estaba ahí frente a ella.

—Puedo cambiar ese no... lo podemos volver un si —susurró con esa voz que a cualquiera le hubiera convencido. Fue hacia sus labios, claramente imponiéndose en ese momento y Valerie sintió que lo que estaba haciendo él era aún peor. Para su sorpresa, al no responder su beso, Hunter se detuvo y buscó una explicación con sus ojos. No había enojo en ellos, sino confusión y muchas preguntas.

HUNTER. Tierra de salvajes #1 [Terminada]Where stories live. Discover now