16.

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—Y puedes dormir en mi cama, si quieres, no hay problema. Yo de todos modos me despierto tarde y no voy a pisarte... pero si quieres hacerlo, está bien.

Valerie le asintió a Lydia sin realmente saber de qué estaba hablando en ese momento, no había dejado de hablar desde que había entrado en la habitación de la chica y empezaba a sentir que hablaba demasiado. La chica tenía una habitación en la casa de los Williams que antes usaba Dante, ahora él dormía con Luke por orden de Hunter. Le gustaba la habitación de la chica, era muy femenina a pesar de haberle permanecido a un hombre anteriormente. Ella se había encargado de decorarla con cosas simples y manuales, se notaba que le gustaba el arte. Pero a pesar de todo eso, la menor de las Reeves se sentía algo incomoda en esa situación.

Estaba mudándose a la casa de los Williams y casi confirmando que era parte de ellos, por más que en sus hombros no existiera un chaleco. Lydia parecía animada con tenerla y eso a Valerie le agradaba, la chica seguramente había pasado por mucho y merecía un descanso. Pero nada le quitaba esa sensación de sentir que estaba haciendo algo mal.

Miró sus cosas, esas que su chofer le había llevado a escondidas de sus padres y le sorprendió ver que en una simple maleta rosa entraba toda su vida. No podía articular una palabra mientras Lydia hablaba con emoción por su llegada pero trataba de sonreírle, aunque la sonrisa seguramente no parecía verdadera.

Perder a su hermana le dolía por sobre todas las cosas, pero el odio que sentía le impedía pensar en eso. No iba a llorar, se había prometido no llorar por su hermana y tratar de sobrevivir a los sentimientos. Iba a vengar la muerte de su hermana y una buena manera de hacerlo era abandonando a sus padres. Miró por la ventana por unos minutos y pensó en ellos, encontrándose en su mansión sin hijas. Trató de no pensar en eso mientras seguía observando la habitación de Lydia, sin escuchar del todo su conversación.

Se detuvo al notar que tenía un mapa de Auburn con pequeñas marcas en rojo y se acercó un poco más para saber de qué se trataba. No había indicaciones, simplemente lugares marcados con fuerza y cuando se giró a observar a Lydia, notó que ella había dejado de hablar.

Valerie se alejó del mapa, notando que era algo personal y le dijo que iba a preguntarle algo a Hunter. Desde que habían llegado, el chico se había encargado de llevarle el colchón a la habitación de Lydia y un par de cosas más. Ya conocía la sala de la casa y por un momento se quedó quieta observando el lugar en donde Hunter y ella se habían besado.

Se llevó una de sus manos a los labios, recordando el momento y lo que había sentido, sin poder dejar de pensar en el beso. El tema de su hermana le había hecho olvidar del momento, pero teniendo presente el lugar era diferente. No sabía ni entendía que quería con Hunter, simplemente sabía que le gustaba estar a su lado. Se sentía bien, fuerte, segura y capaz pero no sabía que sentía por él.

—¿Buscas algo?

No pudo evitar dar un salto cuando escuchó la voz ronca de Hunter detrás de él y se dio vuelta para enfrentarlo. Él llevaba un par de almohadas en sus manos y una expresión burlona que le molestó a Valerie al instante. Dante apareció también en la escena y se sentó frente al televisor como si nada, como si no existiera un nuevo integrante en la casa. Seguía sintiéndose incomoda, como si todavía no pudiera entender del todo que estaba haciendo ahí.

Era bastante tarde y comprendió que Hunter estaba por irse a dormir, a diferencia de Dante que parecía pretender quedarse toda la noche despierto jugando a una consola que estaba encendiendo. Lydia apareció en la escena ya con un pijama, buscando algo en la cocina.

—¿Necesitas un mapa del departamento? —se burló Hunter con ese humor sarcástico que tenía que lograba enojar a Valerie pero decidió ignorarlo, fulminándolo con la mirada—. Deberías dormir, ha sido un día difícil para todos.

HUNTER. Tierra de salvajes #1 [Terminada]Where stories live. Discover now