Capítulo 11

2.1K 226 14
                                    


—La mirada de Asano era punzante, lograba en poco tiempo ponerle los nervios de punta, a pesar de que su rostro había sido reemplazado por una gran equis en su lugar, aquellos ojos violetas le examinaban de arriba abajo, y lo sabía, se sentía observado, pero más importante que aquello, su corazón latía desbocado por las palabras que el pelinaranja le había dicho hace unos momentos atrás. ¿Cómo es que Asano Gakushuu, la persona que le había ignorado desde que habían entrado a secundaria, y que había estado golpeándole gratuitamente todos los días en primaria se había enterado de aquello?.

—¿Cómo es que tu...—El pelirrojo fue simplemente ignorado, para cuando se había dignado a levantar una vez más su mirada Gakushuu ya se había esfumado, seguramente había decidido seguir con su trabajo, sin embargo, aquello a Karma no le hizo sentir nada mejor.

Viéndose completamente solo e ignorado decidió entrar una vez más al establecimiento, donde rápidamente visualizo a Isogai sentado en una mesa justo al lado del gran ventanal del local, lucía angustiado, ansioso, no sabía cómo describirlo, quizás la palabra que más se acercaba era nervioso, Yuuma estaba muy nervioso. El pelirrojo solo suspiro para luego posar una mano en su hombro, el moreno se sobresaltó, pero para cuando logro divisar el rostro de Karma se calmó casi de inmediato.

—Y bien... ¿lo lograste?—Preguntó temeroso Isogai, algo le decía a Karma que quizás el moreno sabía algo de lo que había ocurrido en aquellos días de primaria, pero simplemente se limitó a asentir, no deseaba indagar por la mentecilla de Yuuma, tampoco le interesaba si Okuda le había comentado algo al respecto, o incluso el mismísimo Nagisa, simplemente esperaba con todo su corazón que Isogai no le odiaba por aquello—Eso es...¡perfecto!—Exclamó con alegría, para luego saltar de su asiento y abrazarle levemente, aquello había sido un acto que había dejado al pelirrojo helado, ¿cuánto tiempo había pasado desde que alguien le había abrazado?, ¿cuánto tiempo había pasado desde que se había sentido querido realmente?. Un nudo en su garganta no tardó en formarse, después de tanto tiempo se sentía querido, finalmente podía decir que a alguien le importaba—¿Karma, estás bien?—Karma alzó lentamente su vista posándola en Isogai—¿Hice algo malo, por qué lloras?—Negó fuertemente con su cabeza para luego llevar sus manos a sus ojos, si estaba llorando a mares, se sentía estúpido, llorar por algo tan tonto, sin embargo estaba feliz, finalmente se sentía completamente feliz.

Luego de aquello ninguno dijo nada más, ambos se despidieron y continuaron con sus caminos. En este caso Karma, como siempre había quedado en encontrarse con Nagisa; habían hecho la promesa de encontrarse todos los días, bueno, más bien Nagisa le había obligado, decía que aquella era la única forma para que Karma superará todo lo vivido en el pasado, mostrándole que el mismísimo pelirrojo había cambiado una barbaridad.

Luego de un cierto tiempo se encontraba una vez más en aquel mítico puente donde se encontraban día tras día. No tardó en encontrar a Nagisa, su cabello turquesa sobresalía entre todos, y aquella apariencia aniñada aún más, tomó aire y se acercó a él, para luego saludarle de la misma forma de siempre, depositando un pequeño beso en su mano acto seguido de un gran sonrojo proporcionado por el pequeño peli-azul.

—Karma, pensé que no vendrías hoy, ¿cómo te fue con tu encuentro con Gakushuu?—Nagisa era directo, quizás demasiado, no habían ni siquiera terminado de saludarse para cuando el curioso Shiota le habían lanzado la pregunta del millón.

El pelirrojo tan solo suspiró, aún ni él mismo terminaba de comprender lo que había sucedido entre Asano y él, y el cómo exactamente sabía que había estado viéndose con Nagisa estos últimos días, sabía que era la persona más sobresaliente de toda la preparatoria, pero vamos, que supiera hasta la vida de los marginados era una gran exageración, por más buenos amigos que hubieran sido en el pasado, aquello había comenzado a intimidarle bastante. Karma tomó aire y luego exhaló.

—Conseguí que se uniera a nosotros—Declaró rápidamente con sus manos para luego posar su vista en el suelo, en su mente aún daba vueltas el sí contarle o no a Nagisa lo sucedido, no quería, no más bien, no deseaba preocuparle, porque ya mucho había hecho por él. Nagisa simplemente sonrió, una sonrisa radiante, como siempre, aquel era el pequeño sol que iluminaba sus días, por más torpe y meloso que sonará, su corazón comenzaba a latir con rapidez tan sólo escuchaba el nombre del peli-azul, pero de aquello nadie se debía enterar y mucho menos Asano.

—¡Eso es perfecto!—Exclamó con felicidad el peli-azul—¡Estoy seguro de que nuestra película será un éxito!—Una sonrisa más, un hermosa y perfecta sonrisa más, por un segundo juraría que se haría adicto en cualquier momento al ver al pequeño peli-azul feliz. Karma simplemente asintió.

El resto de la velada no había sido nada extravagante, habían estado hablando de cosas sin mucha importancia, a veces el silencio se hacía presente, pero en lugar de ser uno incomodo era un silencio agradable, porque a veces, solo a veces aquel silencio era el acompañante perfecto de sus miradillas rápidas, sus corazones desbocados y respiraciones aceleradas. Era como ver el mismísimo primer amor de una chica de secundaria, la ternura y la inocencia rodeaban el ambiente, era simplemente adorable.

—Supongo que ya es hora de despedirnos—Karma fue el primero en romper el silencio, Nagisa simplemente sonrió y luego asintió levemente, aquel momento era efímero, y el más que nadie lo sabía.

—¿Nos veremos mañana?—Nagisa sonrió mientras comenzaba a alejarse del pelirrojo, Karma simplemente asintió, aquella era la promesa que más deseaba mantener, porque Nagisa le hacía sentir tanto en tan poco tiempo, que deseaba seguir descubriendo aquellos sentimientos que siempre había tenido pero que nunca había experimentado.

Luego de aquello no le quedó más que simplemente darse la vuelta y volver a su solitario apartamento, donde nadie le esperaba, donde pasaría una noche más sólo, sin embargo por más irónico que sonará desde que Nagisa y él habían comenzado a encontrarse aquellos sentimientos de soledad devastadora habían ido poco a poco desvaneciéndose.

Nagisa Shiota, ¿Que le haz hecho al corazón al frío corazón de Karma Akabane?. 

♡♡♡

Luego de ponerme un poco de más sentimental y melosa en este capítulo, me disculparé una vez más por el retraso, pero vamos, antes de que me maten he estado ocupadísima con los trabajos de mi escuela, lo cual me ha impedido incluso tomar asiento frente a la pc ;---;

Pero he aquí el nuevo capítulo, también he de decir que calculando bien no falta mucho para que el fic llegue a su arco topé. 


Una silenciosa vozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora