Luisa: ¿Ya estas listo guapetón?-dijo entrando al cuarto de Samuel mientras este se intentaba poner la corbata. Y volteo a mirarla frustrado.
Samuel: ¡No, esta maldita corbata que no se deja!-dijo y ella sonrió caminando hasta él.
Luisa: Ay hermanito mío, que harías sin mi? Sin tu magnifica, maravillosa y espectacular hermana? No me contestes, lo se, nada.-dijo terminando de amarrar su corbata y el sonrió.
Samuel: Que modesta.-dijo irónico y ella comenzó a reír.
Luisa: Ya ves. Yo siempre.-dijo y beso su mejilla.-Uuuuy! No me lo puedo creer hoy se casa el perfecto, correcto, honesto y maravilloso Samuel Gallardo! Quien diría que una mujer te podría conquistar, y más alguien como Samara, que es una...
Samuel: Ey! Mucho cuidadito con esa boquita-dijo riendo.-No te atrevas a decirle nada feo a mi esposa.
Luisa: Aun no lo es.-dijo alzando una ceja, en modo de juego.-Así que yo digo que es una...
Samuel: Ya.-dijo comenzando a hacerle cosquillas.-Dije que no le dijeras nada!
Luisa: Ya! Ya esta bien!!! Me rindo!!-dijo riendo mientras se retorcía en la cama.-Que ya dije!! Samu me vas a despeinar!
Lorena: ¿Qué pasa aquí? Samuel ya hijo, que llegaras tarde a la iglesia y mira nada más que le has echo a tu hermana!-dijo mirando como el peinado de Luisa estaba despeinado.
Samuel: Muy bien, lo siento, tendrás que peinarte de nuevo upsss.-dijo con burla y ella le enseño la lengua.
Lorena: Parecen niños chiquitos! Samuel te quiero abajo en cinco minutos.-dijo cerrando la puerta y ellos comenzaron a reír.
Samuel: Ves lo que provocas?
Luisa: Aja yo! Ya mejor date prisa que sino nuestra madre va a poner el grito en el cielo.-dijo y el asintió y bajo.
Durante el trayecto a la iglesia Samuel se la paso jugando tanto con su mamá como con Luisa, estaba feliz, muy feliz, hoy iba a ser oficialmente el esposo de Samara, la mujer más hermosa que él había visto nunca, ella superaba en si la belleza de muchas mujeres, era linda, elegante, toda una dama, tenia modales, se sabia comportar...era un estuche de monerías en pocas palabras. Llegaron a la iglesia y bajaron, todos los invitados ya estaban listos, contentos y le aplaudieron cuando lo vieron salir del auto.
Luisa: Nervioso?-pregunto y él asintió.-Tranquilo todo saldrá bien.
Samuel: Gracias, lo se.-dijo abrazándola y ella comenzó a retirarse.
Samara ya se había demorado más de lo que debía, la boda tenia que haber iniciado hace aproximadamente media hora, y era la tercera ves que el sacerdote le decía a Samuel que se apurara. o que apurara a Samara, sino el se iría pasado la hora y no había nada más que hacer. Los nervios lo estaban volviendo loco, ¿Por qué Samara se había demorado tanto? ¿Le abría pasado algo? Tal ves podía haber sufrido algún accidente y por eso no llegaba a la iglesia, tal ves algo grave?
Luisa: Samuel.-dijo su hermana seria. Y el volteo para verla sintiendo que un nudo se le hacia en la garganta.
Samuel: ¿Que pasó?-dijo temeroso al ver la cara de Luisa, seria.-¿Que le paso? Le paso algo malo verdad? Un accidente?!
Luisa: Ojala y eso le hubiera pasado, un accidente, pero no, desgraciadamente esta bien, y feliz.-dijo con lagrimas en los ojos al ver la cara de su hermano.-Ella dijo que no vendría.
Samuel: Que?-dijo riendo aunque por dentro se estaba destrozando.-¿Estas mintiendo verdad? Porque juegas así.-dijo serio y la sujeto de los brazos.-Dime que no es cierto por favor Luisa, dime que no me hizo esto...
