Capítulo cincuenta y uno.

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Emily.

Este último mes ha pasado rápidamente. Llegamos del viaje y les dije a los chicos que estaba triste por mi abuela que había empezado otra vez con la quimioterapia - que obviamente es verdad, pero no estaba tan distraída por eso - hace unos días tuvimos los exámenes de Selectividad y todos se me han dado genial, y tanto, no he visto la luz del sol en semanas.

También hice un examen de acceso para una universidad, a la que quiero ir. Y cruzo los dedos para que me cojan.

Ahora empieza nuestro verano, y está tarde he quedado con un viejo amigo, al que hace mucho que no veo y hemos preparado un viaje cortito.

Con Sofia, José y Armando, las cosas están bien, más o menos, Armando y yo lo hemos dejado definitivamente, ahora somos amigos, muy buenos amigos, Sofia y José siguen juntos, y los cuatro estamos igual que siempre.

-Papá, me voy - le digo cuando llego al comedor.

Esta tirado en el sofá debajo del aire acondicionado, porque así es la vida para él.

-Bebé agua, no te me deshidrates. Y dile a ese chico como te vuelva a hacer algo le corto los huevos - me dice sin mirarme, suelto una carcajada y asiento.

-Si papa, adiós - le digo y salgo.

Cuando salgo a la calle le veo apoyado en su coche recién comprado. Mas guapo y con más cuerpo que antes. Ya no es un niño.

Los recuerdos golpean mi cabeza, y dejo los malos aún lado y sólo me quedo con los buenos, y me quedo con él.

Corro hacia él a abrazarle me coge como un koala y sin poder evitarlo rompo a llorar. Nada es como yo pensaba que iba a ser hace unos meses.

-Lo siento y te quiero muchísimo - dice sin dejar de abrazarme.

-Olvidalo, te quiero - digo apretándolo fuerte.

-¡Estas guapísima! - me sonríe cuando nos separamos.

-Ahora y siempre - digo creída y asiente.

-Ya lo sé - admite - ¿qué tal estás?

-¿Donde dices que me llevas? - le pregunto.

-Barcelona - dice abriéndome la puerta. Me siento, después entra él y me mira fijamente - me vas a contar lo que te pasa quieras o no, ¿lo sabes verdad?

-Sí - asiento y me encogo de hombros - ahora cuéntame que tal todo.

Sonríe subiendo el volumen de la música. Se pone sus gafas de sol como un rechulon y arranca el coche poniendo rumbo a Barcelona.

________

Unas cuantas horas más tarde llegamos a Barcelona, vamos hasta el hotel en el que compartimos habitación pero obviamente no cama y dejamos todo.

Con el calor que hace decidimos ducharnos, arreglarnos e irnos a comer mientras visitamos Barcelona.

Le hechaba muchísimo de menos, hemos pasado por mejores y peores momentos, pero se que siempre va a estar ahí para lo que necesite, y yo igual para él.

Mientras tomamos un café, recordamos todos los momentos que hemos vivido meses atrás y la verdad es que me noto algo extraño en mi, llamemoslo melancolía.

-¿Qué tienes pensado hacer cuando acabe el verano? - me pregunta mi amigo mientras tomamos un café observando la Sagrada Familia.

-No lo sé - digo sincera.

-No puedes seguir así - me dice y me encogo de hombros.

-Mi familia está aquí - contesto.

-Tienes dieocho años, casi diecinueve - me dice contraatacando y sonrío negando con la cabeza - ¡no necesitas a tu padre para hacerte la comida!

-Mi padre no hace la comida imbécil - digo dándole un leve puñetazo - la hacemos Estela y yo.

-Mejor me lo pones, vuelves a tu casa de Sevilla y listo - dice planeándolo todo.

-No es tan fácil - digo quejándome.

-Nada en esta vida es fácil, tú más que nadie lo sabes - me dice y me abraza.

Por mucho tiempo que pase el tema de mi madre, siempre dolerá.

-Dejemos eso y disfrutemos de la estancia en Barcelona - sonrío señalando a la fabulosa Sagrada Familia que tenemos enfrente de nosotros.

-De acuerdo - me dice - Pero, tienes que volver Emily, por ti y por nosotros.

Leave your past behind (II) ||gemeliers||Where stories live. Discover now