Capítulo cuatro.

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-Espero que no la cagues - le digo seriamente a Dani.

-Yo también lo espero - dice y hago un gesto de desaprobación.

-Suerte - digo alejándome de la puerta de Anna - luego me llamas y me cuentas - le grito y el asiente con una sonrisa tímida.

No entiendo la razón de por qué le puso los cuernos, dios, hacían una pareja tan perfecta, no lo entiendo.
Sigo caminando sumergida en mis pensamientos cuando suena mi móvil, ¡Jorge! Por muy mal que suene admitirlo no me he acordado de él desde que llegué. Descuelgo el móvil y me lo llevo al oído.

-Hola Jorge - le saludo con una sonrisa.

(...)

Tras estar hablando e intentando arreglar las cosas con Anna toda la tarde, se me ha echo muy tarde y me tengo que ir ya. Hemos decidido volver a empezar de cero, ir despacio.

-Mañana te llamo ¿vale? - le pregunto a Anna en la puerta de su casa mientras le doy un beso en la mejilla, que por mi se le daba en otro lado.

-Vale - sonríe tímida - hasta mañana - dice y se mete en su casa.

Sin darme cuenta tengo la sonrisa más tonta que he tenido nunca. Ahora mismo quiero gritar de lo feliz que estoy en este momento, pero claro, no quiero despertar a la gente así que llamo a Emily para contárselo.

-¿Todo bien? ¡¿Qué ha pasado?! - chilla nada más descolgar el teléfono.

-Todo genial Emily - le digo sin quitar la sonrisa de mi cara - lo hemos arreglado empezando de cero.

-¡Menos mal! - grita aliviada - eso si Daniel Oviedo, como le vuelvas a hacer lo que le hiciste una parte vital para los imbéciles como tú, te faltará en el cuerpo - advierte con voz acosadora.

-No, no, confía en mi - digo y ella pega una carcajada.

-Hasta mañana Daniel - dice y me cuelga el móvil.

¿Por qué se ríe cuando le digo que confíe en mí? No es tan raro. La verdad es que sido un poco cortito al llamarla sabiendo que en cinco minutos estaba en mi casa y por tanto en la suya también.

-Hola - saludo más feliz de lo normal al entrar en casa.

-¿Que tal con Anna? - pregunta mi madre y mi padre y Juan Carlos clavan sus miradas en mi.

-Genial - digo sincero - gracias a Emily, hemos vuelto a empezar.

Nada más decir el nombre de Emily todos abren los ojos como platos y sus mentones tocan el suelo.

-¿Emily? - dice mi hermano Carlos - ¿has podido hablar con ella?

-Ha vuelto - les cuento - Emily esta en Sevilla.

-¿Como? - dice una voz bajando las escaleras.

Le miro nervioso y veo como el también lo esta.

-¡Daniel! ¿¡Por qué no me has dicho nada!? - dice un poco furioso.

-Jesús - le llama mi padre - después de lo que paso no es seguro que te quiera ver, ¿entiendes?

-Eso no me importa - dice serio - sólo quiero verla, y la quiero ver ahora - dice saliendo de casa.

(...)

Maldigo mi suerte por estar sola en casa y no saber que cenar, ¿donde se habrán metido estos dos?

Resoplo cogiendo una bolsa de patatas y yendo hasta el sofá, me tiro y vagueo viendo la televisión. El timbre suena y le doy gracias a Dios de que ya hayan llegado. Me levanto entusiasmada y abro, pero el entusiasmo se me va en ese mismo momento, mi piernas son flanes y no se que decir ni hacer, estoy en shock.

Le miro con la expresión más enigmática que puede existir y veo como esta igual de nervioso que yo, me repasa con la mirada y me muestra una tímida sonrisa, sigo sin reaccionar hasta que le siento abrazandome con fuerza mientras me alza del suelo.

Tardo en reaccionar y por necesidad le abrazo, hace tiempo que no me sentía así, protegida, en sus brazos todo era mejor. Sin evitar que los recuerdos vengan a mi mente suelto un par de lágrimas que no puedo guardar, nos separamos y me las limpia con sus pulgares.

-Te he echado de menos enana - dice con una sonrisa de lado.

Hago una mueca intentando sonreír y me hago a un lado para que pase.

-¿Que tal todo? - es lo único que logró pronunciar.

-Sin ti todo aburrido - dice sentándose en el sofá como Pedro por su casa - menos mal que has vuelto - dice - ¿te vas a quedar todo el verano?

-Supongo que sí, luego volveré a Zaragoza - digo sentándome en el sillón de al lado.

-No - dice serio y le miro alzando una ceja.

-No ¿que? - le pregunto.

-No te puedes ir, por Anna, por Dani, por mi, por ti, por nosotros - dice serio - Anna ha sufrido muchísimo, Dani aunque tenía menos relación contigo lo ha pasado mal, por ver a Anna y no poder consolarla y por tener a un hermano perdido - dice señalandose con las manos - y por mi, porque que te voy a contar que no sepas - dice y no puedo evitar moderme el labio sin saber que decir - te quiero, Emily, te quiero lo que nunca he querido a nadie.

Leave your past behind (II) ||gemeliers||Where stories live. Discover now