Cartorce*

2.5K 334 148
                                    

Luke tenía un peso inusual en su pecho. No sabía exactamente qué era, pero empezaba a tomar un papel importante. Había pasado unos cuantos días, y cada día era peor que el anterior. No había visto a Michael en unos días, no había contestado sus mensajes ni respondido sus llamadas. Luke necesitaba su espacio. Necesitaba su tiempo. Necesitaba pensar. Luke necesitaba un montón de cosas, y parecía que no importaba qué tanto intentara para obtener esas cosas, simplemente no podía. Luke necesitaba amor.

Caminó por la calle que llevaba a la oficina, manteniendo su cabeza baja. No se sentía como sí mismo, no lucía como él mismo. Estaba claro que algo pasaba con él, eso era por lo que evitaba a Michael, en primer lugar. Evitaba a Calum y a Naomi, y se sentía más solo de lo normal. No podía puntualizar el momento en donde se había empezado a sentir tan miserable, pero era peor que cualquier vez. Metió las manos en los bolsillos de su pantalón, y cruzó la calle, sin molestarse en cuidarse de los autos que iban y venían. Cruzó la puerta abierta, tomó su tarjeta y la pasó por el escáner que garantizaba su acceso. El camino del elevador pareció más largo de lo normal.

Era la primera vez desde que había empezado a trabajar para Michael, que no tenía un sonrisa en su rostro. Caminó con un pequeño ceño fruncido, manteniendo su mandíbula apretada mientras se sentaba en su escritorio. Su plan era sentarse y evadir a Michael todo el día. Pero aunque su mente estaba centrada en eso, sus pies lo llevaron hasta la puerta abierta de la oficina de Michael. No se había dado cuenta de lo que hacía hasta que cerró la puerta y vio a Michael despegar los ojos de sus papeles con una mirada de sorpresa.

"¿Luke?" Preguntó Michael confuso. "¿Todo bien?"

Luke no habló, abría y cerraba los puños a sus lados. Michael salió de su asiento, caminó alrededor de su escritorio y alcanzó al rubio. Mientras más se acercaba, más claras eran las bolsas bajo sus ojos, más oscuros parecían sus ojos y más tristes aparentaban estar. Michael instantáneamente frunció el ceño, pasando sus manos por los hombros de Luke y sobándolos gentilmente. Luke cerró los ojos, sólo para abrirlos nuevamente para encontrarse con los irises verdes de Michael mirándolo.

"¿Me amas?" Habló Luke antes de que pudiera siquiera procesar las palabras. Michael frunció el ceño aún más, retrocedió un paso dejando a Luke parado, que lo miraba directamente.

"Luke, ¿qué estás-"

"¿Me amas?" Repitió, bajando la mirada hasta los perfectamente boleados zapatos de Michael.

Él instantáneamente se arrepintió de estar ahí, se arrepintió de no haber llamado diciendo que estaba enfermo, se arrepintió de no llamar a Calum y tenerlo a su lado.

"Me importas, Luke." Asintió Michael hablando casi titubeante. "Pero no puedo simplemente..."

Sacudió su cabeza levemente, no quería decir en voz alta que no, no amaba a Luke. No quería herir al rubio, pero al mismo tiempo, no quería mentir. Antes de que pudiera decir algo, vio a Luke encorvarse y cubrir su rostro con sus manos. Michael ni siquiera esperó a que el primer sollozo abandonara la boca de su secretario antes de enredar sus brazos en sus hombros y atraerlo hacia su pecho.

Luke sabía que eso iba a pasar. Sabía que tan pronto como estuviera en una habitación con Michael se iba a desmoronar. Se conocía a sí mismo lo suficiente como para saber que eso no era lo que quería que Michael viera de él. Quería que viera al Luke confianzudo que usaba faldas cortas y pantaletas de encaje, no al niño inseguro que estaba asustado de darle su corazón a alguien más. Había evitado a Michael pensando que eso lo haría sentir mejor, más fuerte incluso, pero sólo lo hizo extrañar a su jefe. Lo hizo extrañar la voz de Michael, sus caricias y sus besos. Y sabía que se estaba dejando caer más de lo que debería. Más de lo que podía.

"Luke, ¿qué está pasando?" Murmuró Michael, limpiando las lágrimas de las mejillas del rubio mientras miraba en los ojos de Luke.

"Extraño a mis padres." Admitió Luke, dejando que su cabeza cayera en los hombros de Michael y lloró aún más. Michael sólo se quedó ahí con el rubio en sus hombros, sabiendo que Luke sólo debía desahogarse. "Quiero a mi mamá, Michael."

El antes rubio inhaló bruscamente, acariciando la espalda de Luke gentilmente. Recargando su cabeza junto a la de Luke y arrollándolo de un lado al otro levemente, sentía la respiración de Luke calmarse de nuevo. Pudo sentir al rubio relajarse y cómo sus sollozos se calmaban y sorbía su nariz con menos frecuencia. Luke sabía que no debía, pero se sentía a salvo en los brazos de Michael. Se sintió mejor. Sabía que casi arruinaba todo preguntándole a Michael si lo amaba, pero después de todo, honestamente, el tampoco amaba a Michael. Amaba gastar tiempo con él, amaba sus conversaciones y sus abrazos. Pero no podía amar a Michael, no antes de amarse a sí mismo.

"¿Dónde están?" Michael preguntó una vez que Luke se había calmado, antes de secarle las lágrimas.

"Mamá está muerta." Luke sacudió su cabeza, sentándose en el sillón de cuero de Michael mientras se limpiaba los ojos. "Mi papá está en algún lugar de América, creo."

Michael tomó asiento al lado de Luke, posó una mano sobre la rodilla de Luke y la acaricio gentilmente. Los ojos de Luke estaban adheridos a la pequeña mano de Michael, sin que a ninguno le importase que eso era inapropiado para el lugar de trabajo. Michael sólo quería que Luke se sintiese mejor y Luke sólo quería sentir el contacto de Michael. Luke cubrió su cara, suspirando mientras sacudía su cabeza.

"Lo siento, lo siento." Susurró. "No debí de hacer eso, sólo iré a mi escritorio."

"No, Luke, para." Dijo Michael, manteniendo al rubio en su posición en el sillón. Luke casi podía oír el dolor en la voz de Michael. "¿Qué pasa?"

"Yo sólo..." Dejó salir una larga respiración mientras cerraba sus ojos. "Le hablé a Calum sobre ti." Michael asintió invitando a Luke a que continuase. "Fue ahí donde realmente me di cuenta de que estás casado, y que yo estoy interviniendo en eso. Ahora soy la mujer a la que odié cuando era joven por arruinar el matrimonio de mis padres. Me sentí- me siento sucio, Michael. No quiero ser esa persona por nada del mundo. No es justo para tu esposa; no amenos de que me ames y yo te ame. No quiero ser un amante."

"Siento lo de tus padres, Luke." Michael suspiró pesadamente, sintiéndose mal por el hecho de que el rubio pensara de ellos de esa manera. "Pero esto no es lo mismo. Jane y yo no somos felices y no lo hemos sido desde hace mucho. No estás interviniendo en nada."

"No puedo hacer esto, Michael." Suspiró Luke, mirando a Michael y dejándolo ver las lágrimas que salían de sus ojos. "No puedo hacer esto a menos de que la dejes, por mi bien o por el tuyo. No puedo sentir algo por alguien que debería sentir algo por alguien más."

"¿Sientes algo por mí?" Michael sonrío, haciendo que Luke sonriese un poco mientras le daba un leve golpe en el hombro.

"Me gusta lo que tenemos, algo. Sólo sería mejor si no estuvieras comprometido."

"Me gusta también." Michael asintió. "La dejaré, Luke. Me divorciaré y la única persona con la que estaré comprometido será contigo, si así lo quieres. Sólo dame tiempo, ¿sí?"

"Sí, está bien."

Secretary • mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora