Doce*

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Luke tendía a sentirse solo. No importó despertar con los brazos de Michael rodeándolo, abrazándolo de cerca. No importó que pudiera sentir la nariz de su acompañante rozando gentilmente su cuello. Nada de eso importaba: seguía sintiéndose solo. Había sido de esa manera desde que tenía memoria; en su infancia y su adolescencia había sido lo mismo. Le importaba a sus padres, a sus hermanos y a Calum, pero para Luke era como si a nadie le importara una mierda lo que pasaba con él. Esos eran los momentos que recordaba de su infancia: estar rodeado de personas y sentirse completamente solo.

"Buenos días." La voz áspera de Michael sacó a Luke de sus tristes pensamientos, Luke se giró para así poder ver al antes rubio. "¿Estás bien?"

"Sí." Luke frunció el ceño. "¿Por qué?"

"Parecías preocupado mientras dormías. Me estuve preguntando si estabas teniendo una pesadilla o algo así." Michael se encogió de hombros, ofreciéndole al rubio una pequeña sonrisa. "Puede que te haya robado algunos besos mientras dormías, espero que no te importe."

"Gracias por no dejarme la noche anterior." Suspiró Luke, deseando que Michael no preguntara mucho por ello. Sabía que cuando sentía ese peso en su pecho, no podía enmascarar la tristeza en su voz aunque lo tratase. Cuando los brazos de Michael lo tomaron con más fuerza y sus labios que conectaron con los de Luke tan suavemente, se sintió ligeramente mejor.

"Claro, cuando quieras." Michael sonrió ampliamente, se sentía desconcertado por la manera en la que Luke actuaba, pero luchaba por no preguntarle directamente. Sabía que después de la noche anterior si Luke quisiera hablar de algo con él, lo haría. Sabía que no tenía que presionar a Luke para hablar con él y deseaba que Luke supiese que a Michael le importaba y lo ayudaría en lo que fuera. "¿Vas a hacer algo hoy? Pensé en que podríamos ir a Freo."

"¿Fremantale?" Luke levantó ambas cejas sorprendido. "¿Sabes cómo estará el tráfico en una mañana de domingo para ir a Fremantale? Como el infierno."

"Podemos tomar mi motocicleta." Michael sonrió, sabiendo muy bien que el brillo en los ojos de Luke venía del pensamiento de Michael en una motocicleta. "Así que, ¿qué dices?"

"¿Esto va a ser, como, una cita o algo por el estilo?" Luke estaba inseguro. Quería gastar tiempo con Michael, le agradaba su compañía y le gustaba la sensación de los labios de Michael contra los suyos. No habían ido demasiado lejos con los besos la noche anterior; compartieron algunos besos de "pico" y cortos trayectos bajo la mandíbula y el cuello, pero en ese punto, ninguno de los dos sentía la necesidad de adelantar algo. La sensación de los labios y las puntas de los dedos en su piel era suficiente para ellos.

"Sólo si quieres que lo sea." Michael puso sus labios en una línea recta, deseaba que Luke dijera que sí. Quería invitar a Luke fuera, tratarlo bien. Luke parecía triste y lo único que Michael quería era hacer sentir mejor a su secretario. Extrañaba aquella sonrisa angelical en el rostro de Luke.

"Ya veremos." Luke murmuró, presionó su cuerpo más cerca del de Michael y enredó las piernas entre las de su jefe. Podía sentir la suave tela de los pantalones deportivos rozando sus rasuradas piernas, haciéndolo murmurar de satisfacción. "Pero por ahora, abrasémonos un poco más."

"Lo que tú pidas, Princesa."

-
Michael manejó hasta su casa para cambiarse mientras Luke hacía lo mismo. Una vez que Michael dejó el apartamento, Luke se permitió sentirse extraño. Estaba algo frío afuera, y sabiendo que Michael iba a llevar su motocicleta sólo hizo a Luke estresarse más porque tendría que usar ropa que le permitiera sentirse cómodo en la parte trasera de la moto. Después de tomar una larga ducha caliente y tratar de no volver a sus tristes pensamientos, Luke se puso un par de jeans negros ajustados y un suéter azul bebé. Le gustaba la manera en la que combinaba con sus ojos y cómo el atuendo no llamaba demasiado la atención. Aunque Luke se sentía bien en la ropa que usaba, aveces era demasiado cansado tratar de ignorar el estilo que tenía.

Michael estuvo de vuelta en media hora; se pudo oír el sonido del motor desde el apartamento de Luke. El estómago de Luke empezó a dar vueltas mientras caminaba hacia la entrada, asegurándose de llevar su teléfono, billetera y llaves en su bolso trasero. Había estado en una motocicleta antes, pero no había terminado bien. Se tragó sus miedos y sacudió su cabeza, mirando a su reflejo en el espejo del elevador mientras arreglaba su cabello. No llevaba maquillaje, y eso lo molestaba un poco. Odiaba el acné que aún tenía aún cuando era un hombre de veinticinco años, así como odiaba las cicatrices de la varicela dispersas por su rostro. Chasqueó su lengua mientras volvía al pasado en sus pensamientos, y las palabras de su madre siempre se repetían: trata de no rascarte la cara, te dejará marca. Si tan sólo Luke hubiera escuchado.

Salió del edificio, sonriendo tímidamente mientras veía a Michael enfrente en una chaqueta de cuero con el casco entre sus piernas. Se quitó la mochila que traía colgada en sus hombros, dándosela a Luke. El rubio frunció el ceño cuestionando mientras tomaba la mochila, mirando curiosamente a ella. "Es tu equipo." Explicó Michael, sonriendo ligeramente. "Casco, chaqueta y guantes."

Luke no quería ponerse el casco. No quería arruinar su cabello que había gastado mucho tiempo arreglando. Era vanidoso de su parte, pero realmente no quería arruinar su cabello. Al sentir la indecisión de Luke, Michael rió ligeramente, bajando de la motocicleta y dirigiéndose hacia Luke. Abrió la mochila y sacó la chaqueta para ponérsela a Luke antes de volver a cerrar la bolsa de nuevo. Él hacía muecas y miraba a los zapatos de Michael mientras éste sacaba el casco también.

"Arruinará mi cabello." Dijo Luke suavemente, mirando hacia Michael con ojos piadosos.

"No, no lo hará." Rió Michael levemente, posando su mano libre en la mejilla de Luke y sobando ésta suavemente. "Lucirás hermoso, ahora vamos, es seguridad."

Luke asintió levemente, tomando el casco de la mano de Michael y colocándoselo para ocultar el rubor en sus mejillas. Michael dijo que luciría hermoso. Esperó pacientemente a que Michael asegurara el casco y le diera los guantes antes de cerrar la mochila y volverla a colgar en sus hombros. Se dio la vuelta para ver a Luke observando su Harley Davidson, y sus manos deslizándose suavemente sobre los asientos de cuero.

"¿Te has subido a alguna?" Preguntó Michael, poniéndose el casco.

"Uh..." Luke se aclaró la garganta, no quería hablar del accidente de hacía algunos años. No había sido nada serio, sólo el miedo inquietante que tenía Luke con las motocicletas. Pero quería superarlo, quería parecer despreocupado. "Algo así, no realmente."

"Está bien." El antes rubio asintió. "Sólo agárrate a mí, y si voy demasiado rápido, házmelo saber, ¿sí?"

Luke asintió rápidamente, se subió a la motocicleta mientras ésta volvía a la vida, y Michael le pedía que fuera atrás. Luke lo hizo sin reclamar, instantáneamente enrollando sus brazos fuertemente en el torso de Michael. El camino era largo, pero no tanto cómo Luke pensó que sería. Se sentía intranquilo cuando Michael se metía entre los autos y tomaba giros, pero se volteaba constantemente para preguntarle si estaba bien, si se sentía seguro o si quería que bajase la velocidad. Luke aseguraba que estaba bien con la velocidad. Se sentía seguro con Michael. Y se veía malditamente ardiente en una motocicleta.

Llegar a Fremantale y encontrar lugar para estacionarse no fue tan estresante como Luke pensó que sería, y después de un par de minutos, ya le estaba dando el casco a Michael para que lo pusiera en la mochila y él se pudiera arreglar el cabello. Michael sonrió, poniendo las cosas de Luke devuelta a la mochila y veía como el rubio pasaba sus dedos por su ahora plano cabello. El antes rubio sostuvo fuertemente su propio casco, acercándose más a Luke y tomando su barbilla entre su pulgar y su dedo medio.

"¿Ves?" Murmuró observando dentro de los ojos de Luke para que pudiese ver cuán genuino estaba siendo Michael. Diciendo cada palabra con la verdad. "Eres hermoso."

"Para." Luke rió tímidamente, dándose la vuelta para que Michael no pudiera ver el sonrojo en sus ojos. Luke solía tener confianza, pero en ese momento, Michael lo había vuelto un tímido desastre. Michael amaba eso.

"Lo eres." Rió levemente. Besó la frente de Luke y usó su mano libre para entrelazar sus dedos con los de Luke. "Ahora, vamos a comer, muero de hambre."

Secretary • mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora