Cinco*

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Luke llevaba 3 tragos. Estaba tratando lo más que podía no mirar a Michael, pero podía sentir los brillantes ojos verdes puestos en él desde el momento en el que se sentó. Calum estaba a la mitad de su presentación, y aunque Luke estaba feliz de que Calum por fin se hubiese atrevido a presentarse, no podía parar de enfocarse en Michael. Podía ver al rubio de reojo, con el vaso de whisky en su mano.

Luke suspiró y tomó el último trago de su Moulin Rouge, dejando la copa vacía en la pequeña mesa en la que se había sentado para ver a Calum. Tembloroso, caminó hasta el taburete vacío al lado de Michael sentándose en silencio. Michael no notó a Luke al principio, sólo hasta que el olor a esencia de vainilla y coco inundó sus fosas nasales. Luke sonrió amablemente, con sus ojos levemente inyectados en sangre.

"Luke." Michael tardó en decir. Luke se veía hermoso, como siempre lo hacía, pero esta vez había algo diferente que Michael no podía definir exactamente.

"Señor Clifford." El rubio asintió, poniendo una mueca recta antes de una sonrisa. "Qué bien verlo aquí."

"Igualmente." Michael le dirigió una sonrisa torcida, tomando un pequeño trago de su bebida.

Luke se tomó su tiempo para analizar el rostro de Michael. Lucía estresado, pero no era ese tipo de estrés cuando resolvía un caso. Lucía triste, como si estuviera tratando de alinear sus pensamientos sin tener mucha suerte. Sus ojos se veían un poco más oscuros de lo normal, despertando la curiosidad de Luke. Michael también tuvo oportunidad de observar los rasgos de Luke más de cerca. Le impresionaba que no importaba cuánto tratara, Michael no podía encontrar una sola imperfección en el rostro de aquel joven hombre. Sus delicados rasgos lucían todos impecables. Los labios de Luke lucían especialmente en forma de bienvenida, haciendo que Michael luchará contra la necesidad de tocarlos con la punta de sus dedos o con sus propios labios.

"¿Qué lo trae por aquí?" Preguntó Luke mientras ponía su codo en el mostrador, su cabeza estaba apoyada en su palma.

"Solo necesitaba salir de casa." Michael sacudió su cabeza, no quería arrastrar a Luke a su aburrida vida, drama doméstico innecesario. "¿Qué hay de ti? Nunca te había visto aquí."

"Ese es mi mejor amigo." Explicó Luke cortamente, moviendo la cabeza en dirección a Calum. "Es la primera vez que toca en vivo así que lo estoy apoyando moralmente."

"Es realmente bueno." Remarcó Michael, mirando a Calum para después volver la vista Luke. Sus ojos siempre miraban a Luke cuando él estaba en la habitación.

"Lo sé." Luke sonrió con sus ojos pegados en el kiwi que se encontraba en el escenario. Era obvio que a eso era a lo que pertenecía. "Es talento natural. Se lo he estado diciendo por años, pero sólo hasta ahora tuvo los huevos para subir covers a YouTube. Creo que sus subscriptores lo convencieron para tomar el siguiente paso."

Michael asintió, sonriéndose a sí mismo. Le gustaba oír a Luke hablar. Le gustaba la voz del rubio, le gustaba la forma en la que sus labios se movían al hacerlo. Para Michael, ver a Luke era como mirar una pieza de arte. Era simplemente... Placentero. Lo hacía sentirse bien por dentro. Él sabía que, por lo menos, no había segundas intenciones sobre la manera en la que Luke lo hacía sentir. Era solo una de esas personas que le agradaban a todo mundo, y era obvio que mucha gente voltease a verlo. Luke parecía totalmente inconsciente de eso, pero Michael veía cada vistazo que echaban en dirección del rubio.

"¿Todo bien, señor?" Luke habló después de un largo silencio que fue llenado con el sonido de la voz de Calum. "Parece estresado."

"¿Es obvio?" Rió Michael, mirando su ahora vaso vacío.

"Usted es mi jefe." Murmuró Luke. "Puedo leerlo mejor de lo que piensa."

"¿En serio?" Michael levantó sus cejas, lanzándole a Luke una sonrisa juguetona. "Léeme ahora, entonces."

Luke no necesitó mucho para atrapar los ojos de Michael mirando al expuesto pedazo de piel entre la calceta y la falda. "Le gustan mis calcetas."

"Y la falda."

"¿Y a quién no?"

Michael sonrió ampliamente, sus ojos se encontraron con los de Luke mientras uno de ellos optaba por hablar. Luke estaba disfrutando de eso, sorpresivamente. Siempre había sido un idiota para chicos como Michael, y el falso rubio definitivamente no sería la excepción. Michael estaba probablamente en la cima de la lista de Luke, actualmente. Pero nunca esperó que hablar con Michael sería tan fácil y agradable, incluso si no decían nada realmente significante. Las pocas palabras entre ellos eran suficientes para pintar una sonrisa en ambos rostros y hacer que los dos se sintieran cómodos.

"¿Quieres bailar?" Dijo Michael después de un largo silencio una vez que oyó a Calum comenzar a tocar los acordé de una de sus canciones favoritas: Remembering Sunday.

Luke rió entre dientes, mirando a las pocas parejas que se habían parado y ahora se movía de al compás de la voz de Calum. Sus ojos se dirigieron al escenario, viendo a su mejor amigo con sus ojos ligeramente cerrados y una pequeña arruga en su frente. Podía sentir la emoción que Calum quería transmitir, haciéndolo sonreír tristemente.

"Créame, señor Clifford, bailar no es algo que pueda hacer."

"Lo dudo mucho, Luke." Murmuró Michael, inclinando su cabeza hacia un lado mientras veía las mejillas de Luke sonrojarse.

"No estoy vestido completamente, de todas formas." Añadió en un murmuro, el cual fue lo suficientemente fuerte como para que Michael lo oyese.

La pequeña sonrisa de Michael se amplió y sacudió su cabeza, disfrutando la sonrisa tímida en los rosas labios del rubio. Los ojos de Luke siguieron a Michael mientras éste se levantaba de su asiento, sus dedos se deslizaron por debajo del hombro de Luke antes de que pudieran atrapar su mano. El rubio no protestó, parándose lentamente para después dejar que Michael lo guiara a través de las parejas que bailaban juntas.

"Profesionalmente hablando, no deberíamos de hacer esto." Remarcó Luke con un tono de sabiduría, Michael sólo rodó los ojos juguetón.

"Es sábado. No hay nada profesional hoy."

"Debo admitir," Luke habló mientras sentía cómo el brazo de Michael se escabullía a través de su cintura mientras la otra mano sostenía la de Luke en el aire. El brazo libre de Luke se encontraba por encima del hombro de Michael. "No hay nada profesional de usted en una camiseta. Es una vista que nunca pensé que tendría de cerca."

"Si piensas que una camiseta es no profesional entonces deberías ver el vientre. Culpo a la cerveza y el estrés del trabajo." El rubio podía sentir la respiración de Michael golpear contra su cara mientras hablaba, haciendo que Luke quisiera bajar un poco y besarlo. Se había imaginado ese momento un número de veces incontable, pero nunca se habría imaginado que algún día estaría así de cerca de Michael. Nunca.

"Su estómago es la cosa menos formal en la que puedo pensar justo ahora." Admitió Luke, sintiendo un hormigueo en todo su cuerpo en cuanto se dio cuenta de que lo había dicho en voz alta. Michael le dirigió una sonrisa torcida, sus ojos se dirigieron a los labios de Luke unos segundos antes de mirar a sus ojos de nuevo.

"No eres tan malo siento tú mismo, Luke Hemmings."

Secretary • mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora