Capítulo 14

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Narra Paula

Luke me recibió en su casa con los brazos abiertos y una enorme sonrisa dibujada en su cara. Me encantaba poder encontrar finalmente algún sitio donde poder estar tranquilamente sin tener que preocuparme de ningún idiota que viniera a fastidiarme el día.

-¿Qué piensas hacer mañana?-me preguntó acariciándome la espalda.

-Pues Chlo y yo creemos haber encontrado la casa perfecta.-sonreí y me giré para mirarle.-Es un apartamento monísimo, lo suficientemente grande para nosotras dos…-empecé a fantasear.

Nos tiramos el resto de la tarde hablando de la localización del apartamento, las cosas que íbamos a necesitar para amueblarlo, en definitiva, lo genial que sería vivir en aquel lugar.

Cuando llegó la noche, Luke se ofreció a llevarme de nuevo a la casa de Niall para que pudiera descansar.

-Sabes que podrías estar durmiendo en mi casa.-hizo una mueca y jugueteó con mis dedos.

-Esto se va a acabar ya mismo, con suerte el apartamento de mañana es el definitivo.-exclamé emocionada. Me despedí de él con un beso y salté del coche para encaminarme a la entrada de la casa

Lo que quedaba de junio y julio, fue algo estresante. Chloe y yo finalmente nos mudamos a ese piso que habíamos encontrado unas semanas antes, y tardamos unas dos semanas en poner nuestro hogar a punto como residencia duradera.

-Me voy a trabajar, ¿nos vemos luego?

-Qué va, hoy salgo tardísimo de la academia, a lo mejor me voy a dormir a casa de Jess y todo.

Así era la relación que mantuvimos Chloe y yo durante mucho tiempo, ella pasaba muchísimo tiempo en la academia de baile, preparándose para hacer lo que a ella le gustaba; y por otra parte también tenía un trabajo a media jornada en un bar bastante concurrido del centro.

Yo, por mi parte, conseguí trabajo en una librería de pequeña fachada en una calle transitada cerca de Primrose Hill, más que trabajo era placer, ya que estaba rodeada de centenares de libros viejos en los que me podía perder cada poco. Su dueña tampoco desentonaba en aquel panorama tan estrambótico. La señora Lovett era una dulce anciana que perfectamente podía haber estado haciendo jerséis gruesos de lana, de esos de los que pican; pero ella estaba allí, sentada frente al mostrador y riñendo de vez en cuando a la bola de pelo negra a la que llamaba Salem.

Otro tema relevante era el de mis relaciones con el resto de personas que conocía en aquella inmensa ciudad. Luke, primeramente, me hacía tremendamente feliz, se podía decir que creía que era el adecuado. Harry se había convertido en mi otro mejor amigo a pesar de las quejas por parte de Chloe sobre dicho tema, ya que, a sorpresa de todos, pasaron a odiarse hasta el punto en que ni si quiera aguantaban estar en la misma habitación; y por último pero no menos importante, era destacable el hecho de que Zayn con el paso de los días, decidió dejar de comportarse como un cretino y actuar como un amigo. Sabía que le caía mal Luke, pero me agradaba el hecho de que al menos lo intentaba disimular en cierto modo cuando se encontraba a mí alrededor.

Al resto de chicos, Liam, Louis y Niall, junto con Danielle y Eleanor, los veía todos los viernes en casa de Louis. Habíamos creado una ‘tradición’ en la que teníamos que ir todas las semanas a pasar al menos una tarde todos juntos.

Narra Zayn.

Los viernes se habían convertido en toda una rutina para mí, me levantaba a media mañana, me arreglaba e iba a ayudar a Paula en la librería hasta que terminaba su turno y nos íbamos a comer por ahí. Me jodía muchísimo que yo me preocupara más por ella que su propio novio, ya que era yo, y no él, el que iba a recogerla a la librería que se encontraba en uno de los suburbios de Londres.

Una Foto En Blanco Y Negro (A Zayn Malik Fan Fiction) ESPAÑOLDove le storie prendono vita. Scoprilo ora