Capitulo 1 : Mudanza

Comenzar desde el principio
                                    

- Soy Kevin. - se presentó con una sonrisa.

- Kate. - le sonreí de vuelta.

Aunque ya sabía su nombre por la etiqueta, fingí que no.

- ¿Eres nueva aquí? - me preguntó cuando nos dirigíamos a la caja.

- Si, así es. - le contesté.

- Si quieres algun día, ya sabes, para que te muestre el lugar. - dijo mientras con la mano derecha rasca su cabeza.

- Si claro, gracias. - dije mientras me da el balde de pintura, y le di el dinero.

- De nada, espero volver a verte. - dijo al darme el cambio.

Le regalé una leve sonrisa, y me marché.

Me dirigí a casa. Obvio estaba cansada.
Eran las seis de la tarde. No iba a pintar Eso hoy, Así que entré mi cama en mi habitación, me duché y me fui a la cama. Estaba tan floja, que se me había olvidado cenar esa noche.

Al día siguiente, me di una ducha, me vestí algo comodo y solo pinté mi habitación. arreglé todo, y bajé las escaleras. Mi papá estaba preparando el desayuno, y como siempre, mi hermano estaba durmiendo.

- Hola hija ¿Ya pintaste tu habitación? - pregunta mi padre mientras se sirvió un plato.

- Si, que agotador. - le dije mientras tomo un panecillo, y lo meto en mi boca.

- Mañana comienza las clases. - dijo.

- Si, lo sé ¿Como dijiste que se llamaba la escuela? - le pregunté.

- Hoover high school. - contestó.

- Si, claro. - me fui caminando hacía la sala de estar.

- Ay que horror, ponte un poco de ropa. - le dije a Dylan, que estaba caminando como un zombie con calzoncillos.

- Si, si, no me molestes ahora. - dice malhumorado.

- Ay, creo que alguien esta de malas. - le dije con una voz burlona.

- Dije que me dejes tranquilo. - gritó cuando se dirigía al baño.

Normalmente Dylan esta de buen humor, y se la pasa contando chistes, no sé que le pico hoy.

- Papá, Voy a salir, no quiero que Dylan me contagie con su mal humor, y aquí apesta. - le dije mientras me pongo mis zapatos.

- Ay, ¿Que tiene de malo? - dice con una cara ofendida.

- No, enserio, aquí apesta. - le dije tapando mi nariz.

Salí de la casa, y fui a la cafetería mas cercana del barrio. Pedí un frapuccino, un brownie, y me senté en una mesa.

- Hola, Kate. - volteo, y veo a Kevin dirigiendose aquí. Casi me atraganto con mi brownie.

- Hola Kevin. - lo saludé con una sonrisa.

- ¿Como va todo? - me preguntó.

- Bien, supongo. - le respondí.

- ¿Mañana empieza las clases no? ¿En que escuela vas? - Me preguntó metiendo sus manos en su bolsillo.

- A Hoover high school. - le contesté.

- He oído que esa escuela es muy buena. - me dijo.

- Si, eso espero. ¿Y que te trae por aquí?
- le pregunté.

- Ahm... siempre vengo a esta cafetería por el medio día. - dijo.

- Que cool, los brownies son muy deliciosos.

- Si, losé son mis favoritos. - dijo.

Mi teléfono vibro tres veces en mi bolsillo.
Lo revisé, y puse mis ojos en blanco.

- Si, oye me tengo que ir, adiós. - dije mientras agarro mi bolso.

- Te veo mañana. - Me gritó cuando ya salía de la cafeteria.

Salí de allí, porque no quería que Kevin me hiciera mas preguntas. Era un poco raro.

Distraída, un grupo de chicos me empujaron, causando que yo me caiga.

Luego veo una mano frente a mi, y levanto la mirada. Veo a una chica con cabello rubio, con ojos verdes estirando la mano, para que me levantara.

- Gracias. - le dije.

- No es nada, ya sabes, son muy brutos. - me dice.

- Miren por donde camina, animales. - les gritó.

- Si, es cierto. - dije limpiando mi blusa con mis manos.

- ¿Eres nueva por acá no? - Me pregunta.

- Si, ¿Como supiste? - Le pregunté con una cara confundida.

- Aquí todos se conocen, y siempre veo las mismas caras, pero la tuya es nueva. - Me sonrió.

Se veía que era una chica extrovertida, y con mucha confianza.
- Me llamo kate. - le dije.

- Yo soy Jane. - Me respondió.

- ¿A que escuela vas? - le pregunté.

- En hoover high school. - Me contestó.

- Qué coincidencia yo también. - le dije. emocionada.

- Bueno, deberíamos conocernos mejor. - le dije.

- Eso seria genial. Te ayudé y ya me agradas. ¿No quieres hablar un poco? - Me preguntó con una sonrisa amistosa apuntando la cafetería.

- Lo siento justamente me tengo que ir. Pero podemos hablar en la escuela. - Le dije mientras me voy caminando.

Me sorprendí, hice una amiga, creía que no seria capaz y de que me quedaría sola en la escuela por todo el año escolar. Al parecer exageré.

Entré por la puerta principal de la casa.

- ¿Ahora que? ¿Cual era la emergencia tan importante que no tiene arreglo? - Le pregunté a Dylan que estaba sentado en el sofá.

Dylan me había enviado un mensaje de emergencia.

- No hay comida.

- ¿Como que no hay comida? Pero si papá cocinó en la mañana.

- Es que me comí todo, y ya no queda nada, ayúdame. - Dijo de rodillas.

- Tranquilizate. - Le dije dándole unos golpecitos en la cabeza.

No puedo creer que coma como un cochinito, y tenga cuerpo de Channing Tatum y ni siquiera puedo estar un momento tranquila en la cafetería sin que me llame o algo parecido.

Rapidamente pedí una pizza a domicilio, y me dejó en paz.
Subí a mi habitación, y entré a mi facebook.

Fruncí el ceño.
Miren esto, Kevin me envió una solicitud de amistad. Voy a aceptarlo, al parecer no hay nada de malo en ser su amiga. Ahora hice dos amigos. Estaba avanzando mucho para ser el segundo día en esta ciudad. En la ciudad en la que vivía tarde mucho en tener a esos conocidos. Supongo que es por el nuevo aire de aquí. Contaminada.

Amo todo de tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora