-Blanca y yo nos iremos en su coche.

-Tenemos que contar con otro factor. -Al oir eso miré a Blanca, no sabía de ningún "factor" más-. Depende del tiempo que Iris esté inconsciente durante el ritual. Desde que entramos en nuestra mente estamos conectados con nuestro acompañante, o si no sería imposible soportar tanta carga mental una sola persona, así que mientras estemos dentro estamos absorbiendo su energía, depende de muchas cosas, lo fuerte que sea vuestra conexión, la resistencia de ambas personas... pero nada asegura que Isaac pueda hacer algún esfuerzo después del ritual, tal vez quede inconsciente. En ese caso no podrá correr. ¿Sabes donde está mi coche? -Preguntó. Yo asentí-. Sí Isaac no puede correr, adelantaros, yo les distraeré se como hacerlo, esperadme en el coche, pero si ves salir a alguien más detrás de vosotros vete.

-No será necesario.

-¿Qué nos falta? -Dijo Scott.

-Nada más. -Afirmó Blanca-. Tan solo tendréis que estar allí a las diez menos cuarto, quince minutos antes del empiece, y esperar hasta en punto.

-Bien, se lo diré al resto lo antes posible.

Guardé el mapa en la mochila y seguí a Blanca con la mirada a medida que comenzaba a andar a la puerta.

-¿Os vais?

-Blanca tiene que volver. Me llevará a casa de camino.

-Puedes venirte con nosotros si quieres. -Ofreció Scott, yo alcé las cejas, un tanto sorprendida, no era parte de la manada, por así decirlo tan solo había hablado con el resto un par de ocasiones que podrían contarse con los dedos de ls manos.

-No te preocupes.

-Sí quieres ir... -Blanca se colocó la correa del bolso en el hombro sin dejar de mirarme-. A mi no me importa.

-Vendrán todos, toda la manada y no les importará que tu también.

-No importa Blanca me llevará a casa. -Insistí.

-Blanca se acaba de ir. -Dijo Scott enfundandose una chaqueta vaquera. Yo miré alrededor de la sala, con esperanza de encontrarla, lo cierto era que no estaba, y su coche tampoco, me había hecho una encerrona, me limité sonreir y asentí.

-¿Seguro que no les importará? -Pregunté.

-Desde luego que no. Y veo poco probable que te coman así que estás segura.

-Está bien.-Accedí.

Scott se dirigió hacia su moto, ya había montado una vez, recuerdo que no había sido un buen día por desgracia, aunque sinceramente tampoco había tenido muchos días buenos desde entonces.

Oi la moto arrancar y me recordó que tenía que montarme. Corrí hacia ella y me subí detrás de Scott, que me dio un casco.

Llegamos un rato más tarde a un local en el centro, la mayoría de la gente que había dentro era de nuestro instituto, algunos jugaban al billar, a los dardos, y otros simplememente descansaban o tomaban algo en los sillones.

La manada estaba sentada en un par de los sillones pegados al ventanal. Riéndose de algo.

-Llegamos un poco tarde. -Me indicó Scott.

-¡Eh! -Stiles saludó hacia nuestra dirección, su brazo descansaba sobre los hombros de Malia, que a su vez estaba al lado de Kira. En el otro sofá se encontraba Liam entre Isaac y Lydia. No dijeron nada, simplemente se limitaron a sonreir, probablemente porque no esperaban que viniera. -Vienes acompañado, vale, no me lo esperaba. Isaac tienes que controlar a Scott, a este paso te va a levantar a la chica, lo mismo te digo Kira. -Al instante Stiles se estremeció pagando una patada a la mesa, haciendo que todo lo que había en ella retumbara y que a Malia casi se le cayera el batido encima, Kira comenzó a reirse y Stiles le lanzó una mirada inquisidora-. Me ha pellizcado, y me ha dado un calambre.

Sinners. 《Isaac Lahey》[1]Where stories live. Discover now