Capitulo 22: Hablemos parte II

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Agudizo sus sentidos apenas estuvo consiente.

Mierda. No tenia sus espadas consigo.

Takeshi chasqueo la lengua a la vez que afilaba su mirada, esa misma mirada que usaba apenas se encontraba en alguna misión o cuando jugaba al baseball.

Aun se encontraba parado en su misma posición aunque se sentía algo desorientado por lo que rápidamente reviso su entorno; seguía en la sala de la base/mansión pero no veía a ni a su novio ni a ninguno de los otros guardianes, los Varia, Tsuna o cualquiera de los dos pelinegros que habían atacado a Chrome; ahora que lo recordaba, luego de que el pelinegro de las sais atacase a Chrome siguió con Hayato sin darle oportunidad de reaccionar para luego seguir con él, con el mismo penoso resultado.

Apreto fuertemente la mandibua.

Nuevamente había fallado.

Fallo en uno de los principales consejos como hitman que le dieron tanto Reborn como su pseudo maestro Squalo, descuido su cuerpo; la principal norma que siempre le dieron al momento de los entrenamientos era que no descuidase su cuerpo por mas trágica que sea la situación en la que se encontraba ya que se podía poner peor.

Maldita Ley de Murphy.

Inhalo y exhalo un par de veces tratando de calmar el ritmo acelerado de su corazón, luego de repetir el ejercicio por un par de veces mas hasta que por fin logro calmarse. Ahora, no podía meter la pata aun mas de lo que había hecho desde que dejo a Tsuna sin protección alguna, no podía fallar con el resto de las reglas que le dieron tanto el pelinegro de fedorra como el peliblanco. Dejo fluir sus llamas de la lluvia a la espera de que apareciesen kojirou y kirou para que se transformasen es sus usuales espadas y tener alguna forma en la que defenderse pero al no sentir el ligero peso en su dedo se dio cuenta de que era una tarea inútil; maldijo su suerte, aunque aun tuviese un arma oculta no le serviría de mucho.

Se puso a analizar la situación, puede que no fuese un genio como Hayato, el cual rogaba por que se encontrase bien, pero sabia como actuar en una batalla y mas aun como analizarla desde un angulo neutro cuando era en solitario.

Lo principal, el pelinegro de las sais tenia dos tipos de llamas y había atacado a Chrome, pero no le había lastimado aunque si había usado llamas de la niebla en ella desmayándola al colocar su mano en la frente de la guardiana para luego quitarle el añillo. Luego Mukuro había tratado de atacarle pero el otro pelinegro con la lanza de dos puntas recubierta de llamas de la Niebla le había interceptado, en milisegundos el pelinegro de las sais había aparecido frente a Hayato cogiéndole la cabeza de la misma forma que había hecho con Chrome para luego quitarle el anillo y volver a hacer lo mismo que hizo con los otros con él, todo en menos de dos segundos.

Esa era toda la información que necesitaba.

Esos tipos eran fuerte, eran rápidos, les habían atacado pero no los querían muertos, de lo contrario lo hubiesen hecho cuando tenían oportunidad de ello.

Por lo que suponía, el pelinegro de las sais que ataco a Chrome y a Hayato le había quitado el anillo de Guardián de la Lluvia del mismo modo que lo había hecho con el resto además de todo eso al parecer le habían metido en una ilusión pero no había nadie aquí.

La única pregunta que atormentaba su mente era...¿Qué hacia Tsuna con esos chicos y cuando estos habían entrado a la mansión sin accionar ninguna de las múltiples alarmas?...lo sopesaría después.

Si bien ahora Tsuna se veía diferente por fuera tenia que estar loco para tan siquiera pensar que dejaría de ser su guardián, por mas que se lo mereciera, estaba bastante equivocado si creía que le dejaría tan fácilmente, primero que le clave un puñal a eso, no dejaría a Tsuna por mas doloroso que fuese el camino ya que el le apoyo en el momento mas difícil de su corta vida y le dio mas de lo que alguna vez creyó además de la confianza en si mismo.

Llamas temporada 1: ConocemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora