Capitulo 15: Información a pedazos

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-Es la primera vez que te veo sin corbata.

El moreno soltó un risa juguetona secundado por la pequeña risa camaleónica de León, el cual se encontraba felizmente estirado en el hombro del castaño. Reborn pese a la puya solo revolvió los cabellos castaños del menor, el cual ya se encontraba sentado en su cama debajo de las mantas de lo mas tranquilo. Había pasado una hora en la cual el castaño se comió los últimos postres que Ceci había dejado fuera de la habitación hace unas pocas horas, la pobre chica había ido y venido cada poco rato en vista de mejoras, aunque nunca llegaba a ver ni al asesino ni al castaño ya que apenas tocar la puerta la asaltaba una ilusión que la hacia alejarse, aun así no se rendía pero solo dejaba un expresso para Reborn y una gran cantidad de pasteles para el castaño si es que llegaba a despertar.

León observo lo tranquilo que se veía su amo, había estado presente todo el tiempo, odiando cada segundo que no podía ver al moreno y cuando este despertó, se quedo estático de la ira que recorría su pequeño cuerpo camaleónico, ese cascaron vacío no era su Tsuna, no era el moreno que todas las tardes le daba un trozo de pastel o algún dulce y le mimaba hasta que se dormía en sus manos, no era ese pequeño castaño que vio crecer desde el sombrero de su amo, simplemente no era él; se había sorprendido cuando vio rogar a su amo, solo lo vio una vez hacerlo y fue poco después de que su amo le recogiese. Cuando el moreno volvió, no era el mismo pero era mejor de cómo era antes, tenia una decisión aun mas fuerte que la que antes tuvo, pero no cambio mucho su actitud.

-Me podrías emparejar el cabello? Es algo molesto llevarlo tan... disparejo.

Tsuna paso los dedos sintiendo la perdida de su cabello, no es que fuese una chica pero haber tenido el cabello largo por tanto tiempo le genero la costumbre de peinarse los cabellos con la mano desde la raíz hasta las puntas y ahora que lo hacia no llegaban ni al cuarto del largo que solía tener le fastidiaba, puede que lo que mas le molestase fuese romper su promesa. Reborn vio una ligera molestia que rápidamente desapareció en los ojos caramelo, aunque viéndole bien ahora eran como si el caramelo se hubiese mesclado con un tono cobrizo dorado dando un tono cobrizo acaramelado brillante, si antes el color era de un naranja acaramelado y no eran para nada usuales, ahora era peor.

-Lo cortare cuando estés dormido y no tenga que estar adivinando en que dirección cortar...

Al parecer la distracción surtió el efecto deseado, el castaño le miro con un puchero mientras se cruzaba de brazos refunfuñando.

-...No es culpa mía que tu cabello no sepa en que dirección ir.

Reborn se encogió de hombros sin importarle en lo mas mínimo la futura reacción que sabría que vendría, ya sabia que Tsuna se había dado cuenta de sus intenciones y al parecer agradecía la distracción.

-Hey, tampoco es mi culpa!

Y no lo era, la culpa la tenia Primo, si no fuese por él y sus genes capilares nunca hubiese tenido el cabello tan esponjoso como un conejo ni que desafiase la gravedad, ni que imposibilitara a cualquier peine que intentase domar su melena, ni muchas otras cosas que se le venían a la cabeza con relación a su cabello.

Internamente Reborn estaba que se reía del castaño que no paraba de hacer muecas, pero al ver el bostezo que dio se preocupo, Tsuna ya había dormido bastante para seguir haciéndolo.

-Vas a volver a dormir?

Tsuna asintió serio olvidándose completamente de su puya anterior, y como no estarlo si aun estaba débil, tenia una extraña sensación de poder recorriéndole cada célula existente y haciéndole consiente de las mismas, desde los pies a la punta de la cabeza pero el haber estado usando sus llamas al completo le habían agotado, otra vez.

Llamas temporada 1: ConocemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora