Capitulo 13: Llamas

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Nadie subiría ni le molestaría por el momento, por mas deseos que tuviesen de ver a Tsuna u su condición.

Reborn veía a Tsuna sudar por el esfuerzo y por sus muecas, sus brazos y piernas debían de dolerle, por el camino por donde pasaba el moreno empezaban a caer pequeñas gotas de sangre desde las mangas y la nuca, por ultimo le vio agitado al entrar a su habitación cerrando la puerta tras de si, al parecer estaba muy ido para notarle siquiera.

Reborn abrió la puerta, aun con la esfera con llamas del cielo en los brazos pero menos no le podía importar, si es que no fuese por que sabia que de algún modo eran importantes hace un buen rato las hubiese mandado a rodar; ingreso a la habitación apretando los dientes, no había matado a ninguno de los guardianes ni a nadie que estuviese cerca por la única razón que su hijo le necesitaba, paso su mirada por la habitación buscando con la mirada al moreno hasta que escucho los gimoteos y sollozos venir del armario, con paso veloz abrió la puerta del armario y su cuerpo empezó a temblar de rabia mal contenida, en el camino había visto todas las señales pero se negaba a créelo todavía, al maldito mal nacido que se había atrevido a tocara su Dame-alumno le daría caza y lo mataría peor que a una cucaracha, ningún ser merecería morir como lo haría ese desgraciado; su hijo, no consanguíneo pero aun así SU hijo por que el así lo veía, él lo había terminado de criar, el inútil de su padre lo abandono años atrás con la patética escusa de velar por los valores e intereses de Vongola, él encontró al pequeño moreno, un inútil total, cuando aun tenia la maldición de los arcobalenos pero aun así lo educo, le dio confianza, fuerza y habilidad, desenterró el carácter que tenia escondido bajo el abismo que era su falta de autoestima, aun tenia una autoestima mas baja que el promedio pero eso le era reparable con el tiempo, pero con esto no sabia que podría pasar; le ayudo a superarse en cada etapa que tuvo desde que lo conoció, si bien sus métodos no fueron los mas comunes y hasta se consideraban espartanos como siempre se lo señalaba el moreno, eran los mas efectivos. Lo convirtió en este jefe de jefes, si bien le faltaba un largo camino por recorrer lo estuvo haciendo mejor de lo que alguna vez llego a pensar, le seguiría enseñando hasta el momento que ya no le necesitase y aun así seguiría a su lado para que con su sola presencia supiera que el nunca lo dejaría, pero ahora estaba cegado por la furia, no recordaba cuando fue la ultima vez que tuvo tanta sed de sangre, todo lo vía rojo.

Soltó en aire contenido.

Inhala.

Exhala.

Inhala.

Repitió la acción un par de veces antes de poder siquiera estar consiente de sus acciones y no destrozar nada.

Los hipidos, sollozos mal aguantados y el horrible temblor que pasaba por todo el cuerpo del moreno llamaron su atención, vio como Tsuna trataba de encogerse lo mas que podía en la esquina del armario, no podía presentar una imagen mas dolorosa, tenia las rodillas dobladas cubiertas por sus temblorosos brazos; su ropa estaba tan sucias como si acabara de salir de uno de sus usuales entrenamientos nocturnos, pero todo por donde veía estaba mezclado con sangre, tenia la ropa rasgada por algunos lados, su cabello ya no estaba largo se lo habían cortado de manera desigual y tenia manchas de sangre seca por el cuello empezadas a oscurecer.

El mismo se encargaría del calvario del la maldita cucaracha si es que era lo que estaba pensando, y disfrutaría arrancarle capa por capa de piel, tenia una idea de lo que había pasado pero aun no lo quería confirmar, al menos no aun, sabia que retrasaba lo inevitable.

Siguió examinándolo mas de cerca con la mirada, pero lo que mas le llamo la tensión fueron los cortes y moretones que tenia por toda la piel visible, desde el cuello hasta los brazos descubiertos.

No, esos no son moretones.

Apretó los puños y sintió a León temblar y no era de miedo, si algo compartía con su compañero de armas eran las emociones.

Llamas temporada 1: ConocemeWhere stories live. Discover now