Capitulo 13: Llamas

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Los guardianes habían llamado al grupo de limpieza de Vongola para retirar los cuerpo y demás sin que el resto de personas se diese cuenta de ello, haciendo conteos mentales por las cantidades que dijeron los guardianes, era un promedio de 78 personas sin contar con los turistas.

Paolo Tabarroni, el supuesto psicópata que estaba haciendo esto.

Desde que mando a los guardianes a buscar a Tsuna tenia el presentimiento de que algo malo pasaría y no específicamente a los guardianes o a él, como lo hubiese preferido, todos los guardianes habían hecho una búsqueda en las zonas en las que los mando pero ninguno había encontrado a Tsuna, y ahora lo mas probable es que Tsuna hubiese sido solo golpeado y secuestrado en el mejor de los casos, apenas el guardián de la Nube termino de informarles de los objetos y cuerpos encontrados en Nami-chuu el guardián de la tormenta se altero y por mas que Takeshi trato de calmarle este se había soltado de su agarre para salir por la puerta entre exclamaciones deteniéndose abruptamente llamando a Juudaime, al único que el guardián de la tormenta llamaba Juudaime era a Tsuna y al escuchar el nombre de la persona que habían estado buscando durante horas una y otra vez, se sumió un silencio en la habitación rápidamente roto cuando Mukuro y Hibari salieron de la habitación desesperados seguidos del resto de los guardianes.

-...-Juudaime, se encuentra bien? Que le paso? Si fue algún cabron me encarg...

Cualquier cosa que el guardián estuviese por decir murió.

Reborn esperaba escuchar el barullo de siempre de los guardianes pero no fue así, se sentía aliviado de que Tsuna estuviese a salvo y hubiese llegado por su propio pie a la mansión ahora las preguntas de su paradero y lo que estuvo haciendo no se hicieron esperar en su cabeza, mas le valía a su Dame-hijo tener una buena escusa o le daría un entrenamiento que no olvidaría hasta que por lo menos pasasen 10 años; salió con la esfera que contenía las llamas del cielo de Uni y Byakuran en sus brazos abriéndose paso entre los guardianes hasta que le vio y cualquier alivio que hubiese podido sentir se dreno de su cuerpo siendo rápidamente remplazado con ira, ira en su mas cruda y peligrosa expresión difícilmente contenida... alguien había trapeado el piso con Tsuna, el moreno tenia el uniforme hecho un desastre lleno de tierra y manchas oscuras de lo que parecía ser sangre, la mejilla hinchada y roja empezando a moretearse, pero eso no fue lo que despertó su ira, no, había visto heridas en el moreno en otras ocasiones y nunca interfirió en las peleas que ayudarían en el crecimiento de Tsuna pero esto no había sido solo una peleas, el cabello que hasta la ultima vez que le vio lo llevaba largo ahora estaba con cortadas irregulares y significativamente corto, había pasado algo mas.

Ningún guardián pronuncio ninguna palabra asimilando la forma en la que se encontraba su jefe.

-Iii-iir-rree...a...mmi...hab...bitttaa...ciiioonn.

Tsuna hablo con una voz temblorosa, rota, hueca carente de cualquier emoción tan vacía que le mando un escalofrío no solo por la columna de cada guardián sino también a él mismo, apretó la mandíbula y se mantuvo al margen siguiendo de cerca de su alumno lentamente, a unos prudentes diez pasos de distan mientras este parecía desorientado pero sobre todo adolorido al subir las escaleras tambaleándose unas cuantas veces apoyándose en la pared hasta llegar a su habitación. Reborn sabia que los hubiera no existen ni existirían, pero si solo no le hubiese dejado solo, si solo los estúpidos que Tsuna tenia por guardianes hubiesen leído sus cartas, si solo...habían tanto pero ninguno seria, antes de que desaparecieran de su vista mando una mirada oscura a los guardianes, que si es que no fuese por los quietos que estaban su sola mirada solo hubiese parado, ya se las cobraría mas tarde con ellos ahora solo tenia una prioridad; se contenía y respiraba con la mandíbula tan apretada que cuando la abriese siquiera para resoplar tronaría, a la vez que hervía en cólera y deseos asesinos...tenia una idea de quien fue el que hizo lo que le hizo a su hijo.

Llamas temporada 1: ConocemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora