Luke escuchó el timbre de su casa.
— No te vayas. —le suplicó a Calum— Por favor.
Su amigo asintió estrechándolo contra él, acariciando su brazo.
— Gracias. —susurró, soltando unas lágrimas más— Ugh, estoy cansado de llorar. —se limpió el rostro con las mangas de su sudadera soltando un gran suspiro y Calum sonrió con tristeza.
Luke decicidió ser más fuerte, esta vez no iba a volver a rendirse.
Ganaría, porque la gente como él no gana.
— ¡Luke Robert Hemmings! —gritó alguien enfadado desde abajo.
— Oh, mierda. —murmuró el nombrado.
— ¿Qué has hecho, Luke? —rió Calum al oír como Michael volvia a gritar su nombre como un demente.
— Nada. —mintió mirando hacia otro lado, mordiendo su labio.
— ¡Sé que estas aquí! ¡Sal de una vez! —dio un par de golpes a la puerta— ¡No puedes simplemente decir algo como eso e irte! ¡Imbécil!
— Michael, tranquilizate. —escuchó la voz de Alex y fue como si todo se derrumbara para él, como si la muralla que habia contruído hubiera caído; ella era su completa debilidad.
—¡No puedo calmarme! ¡Luke en serio abre la maldita puerta!
Luke se levantó del suelo del baño y abrió la puerta; encontrándose con Michael enfadado y Alex confundida y preocupada.
Un pequeño cuerpo se abalanzó sobre él, abrazándolo fuertemente.
Luke se quedó estático, sin moverse. Michael lo miró directo a los ojos mientras Alex seguia abrazándolo.
—"No quiero que te vuelvas a acercar a mi, por favor"—susurró Michael imitando a Luke anteriormente.
— ¿En serio crees que diciendo algo como eso nos alejariamos de ti? —ella se separó un poco para poder mirarlo a los ojos— Luke, si lo que querías era hacer que te odiaramos para no estar contigo, lo siento, pero fracasaste.
— Somos como un grano en el culo. —dijo Michael.
— Lo siento. —susurró el rubio con la cabeza agachada y Calum rió un poco— En serio lo siento, no quería decir eso, pero pensaba que si os alejabais de mi, ya no os dirian nada.
— Me importa realmente nada lo que me digan si puedo estar contigo. —dijo Alexis cogiendo su mano. Con su tacto el corazón de Luke volvió a la vida, latiendo con fuerza.
Y Michael vio lo que estaba en el suelo del baño.
— ¿L-Luke? ¿N-nos ibas a dejar en serio?