thirty two

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Su madre quería decir algo para desmentirle aquello, pero Luke ya había abandonado la cocina. Ella le siguió pero cuando vio que estaba agachado frente al sofá mirando a Alex decidió salir de ahí para realizar tareas del hogar en otras habitaciones.

Luke quería despertarla, pero no al mismo tiempo. ¿Qué se supone que iba a decirle cuando, seguramente, Alex le atacara a preguntas? ¿Ella sentirá compasión de él? ¿Sólo le querrá por pena? No dejaba de sentirse inseguro.

Su propio bostezo interrumpió sus pensamientos, dormía terriblemente mal sobre la lápida. Necesitaba descansar en condiciones.

Cargando a Alex de nuevo en sus brazos, subió a su habitación intentando no caer de boca. Dejo a la chica sobre su cama, y se echó a su lado, sin ser muy consciente de lo que estaba haciendo, se giró para mirarla y atraerla a su cuerpo, la abrazó quedándose dormirdo pocos minutos más tarde.

❁*⋆*

– Oh Dios mío. —susurró Michael aguantandose sus propios gritos, rápidamente sacándo una foto a sus dos amigos con el móvil– No se qué habrá pasado en mi ausencia pero no esperaba encontrarme algo así. —seguía hablando él solo.

El gato de Luke lo miraba con terror. Y el, nuevamente pelirrojo, lo miró. El animal salió corriendo mientras daba un pequeño grito.

Michael hizo un puchero. — ¿Por qué me odia? Eramos buenos amigos.

— ¿Queréis un trozo de tarta casera? –preguntó Liz entrando en la habitación.

— Yo sí, ya que soy el único despierto aquí. –dijo señalando la cama y la madre del chico dormido sonrió con ternura.

Ambos salieron de la habitación cerrando la puerta y Luke se removió un poco roncando muy suavemente.

Calum negó con la cabeza sonriendo desde la silla del escritorio.

shy ➳ lrhWhere stories live. Discover now