Alexis mirando el techo de la habitación de Michael pensaba un plan malévolo y crúel con el cuál acabar con Anna.
Michael, por su lado miraba por la ventana. Contando cuántas veces se había dejado engañar por la dulce máscara de Anna.
Y Luke, obserbava disimuladamente el rostro de Alexis, mientras hacía muecas o fruncía ligeramente el ceño. O cuándo se le escapaba alguna que otra risita de malicia o curvaba su labio con una sonrisa diabólica.
Pero aún así, a Luke le parecía la chica más adorable de la galaxia.
Michael dejó esos pensamientos a un lado cuándo notó las lágrimas acumularse en sus ojos. No volvería a llorar por esa zorra.
Miró a Alexis y puso cara de horror.
- ¡Deja de hacer eso! -gritó Michael, sobresaltando a Luke y Alexis giró la cabeza para mirarlo- Me das miedo cuándo pones esas caras. Significa que tienes un plan para vengarte que siempre acaba saliendo mal.
- ¡Mentira! Mis planes siempre salen bien. -se enderezó y se sentó con las piernas cruzadas en la cama de el chico con el pelo blanco y un poco de azul.
Michael la miró levantando una ceja.
- Casi siempre, el 85% de mis planes.
Michael no cambió su expresión.
- ¿75%?
...
- ¿60%?
...
- ¿35%?
...
- Agh, está bien. Ninguno de mis planes sale bien, pero es porque tú acabas fastidiándolo. -hace un ligero puchero que derritió a Luke por completo e hizo que mordiera su piercing sin darse cuenta.
- Porque tus planes son ridículos. -Michael se defendió, girando en la silla de su escritorio.
- No, porque tú eres un torpe.
- Ridícula.
- Torpe.
- Ridícula.
- Torpe.
- Tonta. -Michael sonrió de lado.
- Idiota. -Alexis rió ligeramente.
- Te quiero. -Michael se levantó.
- Y yo. -y Alexis se abalanzó sobre él para abrazarlo.
Luke, que era un poco celoso, no se sintió así en ningún momento. Es más, se enterneció con la escena. Aunque un poco celoso estuvo, él también quería abrazar y ser abrazado por la chica que robó su corazón hace mucho tiempo y todavía no se lo ha devuelto.
