Quería huir de ese lugar, quería borrar lo que acababa de ver. Creo que era hora de alejarme de él, de irme lejos, de borrarlo de mi mente. ¿¡A quien engaño!? Lo amo tanto, no puedo soportarlo. Mire en frente de mi y vi que se acercaba alguien, no preste atención por donde caminaba. Mi cabeza cada vez estaba más cerrada, como si creara su propia cerca eléctrica donde el dolor no puede pasar, aunque pasaban sin problemas aunque quisiera evitarlo. Mire frente de mí, no tuve tiempo de reaccionar y choque contra un persona y caí al suelo.
-¿estás bien?
La gente se puso alrededor mío, no podía reaccionar. El hombre flaco, con corte estilo afro y barba se acerco a mí. Miro al otro hombre, que también se acerco a mí. No podía entender lo que decían, sentí que estaba en otro mundo, como si oídos estuvieran tapados. Agustina corrió a verme, miro a los dos hombres. Al fin pude reaccionar, me levante del suelo.
-¿estás bien? –me pregunto el hombre de corte afro.
-...
-____ vamos, contesta –me miro preocupada Agustina -¿estás bien?
-si –mire el suelo.
-emmm... ¿Cómo se llama? –me miro David.
-acaso no te acuerda de ella –murmuro Agustina.
-¿acordarme de quien? –miro David a Agustina.
-mejor vamos, ____ -me tomo de la mano y me levante.
-dímelo, me lo vas a tener que decir mañana cuando valla a hablar con tu primo –miro enojado a Agustina.
-entonces sabias esto –murmure.
-perdón –miro nuevamente a David –por algo te fuiste, no te importo nada ¿para qué te lo voy a decir?
-déjalo –tire de Agustina.
-está bien, vamos –se tranquilizo un poco.
Narra David:
¿Qué demonios estaba pasando? Esa mujer me parecía tan conocida pero no podía aclarar mi mente, corrí a mirar si estaba bien y recibí todo el desprecio de mi amiga. Al menos había llegado Brad, pero no entendía que tenia de especial esa mujer. Había notado que era muy bonita, sus ojos, su rostro. Tenía tantas preocupaciones en mi cabeza, los problemas del Lindsey y los de la banda. Ahora estaba justamente este, mañana esperaba averiguar qué era lo que pasaba.
-no entiendo lo que acaba de suceder – me miro extrañado Brad.
-yo menos.
-creo que se quien es –me miro preocupado.
-¿en verdad lo sabes?
-claro, creo que ella ha cambiado mucho –me miro pensativo –pero puedo notar que todavía es la misma chica, pero más madura.
-¿pero quién es? –insistí.
-¿en verdad no te diste cuenta?-dijo confundido.
-no
- ella es ___ Broadus.
-¿¡que!?
No podía creer que era ella, estaba tan cambiada. Su mirada era muy distraída, su aspecto era diferente. ¿Realmente era ella? La chica que siempre defendí, que jure cuidarla. La chica con la que me reía durante horas, con la que hacíamos la tarea juntos. ¿Qué había pasado? Había algo angustioso en sus ojos, quizás no debí dejarla nunca.
-vamos, ya es poco tarde – me miro Brad – los chicos están esperando.
Fuimos al estudio, estaba un poco distraído pensando en ella. ¿Realmente esto estaba pasando? Todos me miraron cuando deje mi bajo, me puse el abrigo y agarre las llaves de mi camioneta. Cuando llegue a mi casa me esperaba Lindsey con la cena lista, me senté y la mire. Luego cuando terminamos de cenar ella se fue a dormir, yo quede en la sala de estar pensando. No podía dormir, pero igual decidí acostarme.
