Capítulo 43.

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Finalmente llegamos al departamento, Black me dedicó una mirada somnoliento y luego siguió durmiendo. Gato perezoso.

-¿Qué quieres comer hoy?- Dijo Zack sonriente mientras tiraba las llaves en la mesa.

-Lo que sea.. Za..-Me interrumpió.

Debía decirle sobre mi padre, y el debería escucharme.

-Bien te prepararé pizzas.- Dijo y se sentó en el sofá.

-Perfecto, Oye Zack tengo qu..- Otra vez.

-Con mucha muzzarella y jamón ¿Quiéres?.- Dijo evitando el tema completamente.

-ZACK.- Dije algo irritada mientras aún seguía parada frente a el intentando hablarle.

-No quiero que veas a tu padre de nuevo Alice.- Dijo firme.

-Si lo haré.- Dije juntando mis cejas.

-Alice ¿Eres consciente de que si haces eso estarás traicionando el pacto de sangre , verdad?- Dijo desafiandome.

-No estoy traicionando nada, traicionar sería si yo le pasara información a algún demonio. No si me junto con él.- Dije y en su cara pude notar que lo que había dicho lo había derrotado.

-Aún así no quiero que lo hagas, el es un tipo peligroso, debes entenderlo. ¿Porqué no confías en mi?- Estiró sus brazos en el borde del sofá.

-Si confío en ti.- Me acerqué a él.

-Pues no parece, es cómo si confiaras más en el que en mi.No lo conoces Alice.- Terminó de decir.

-¿Y a ti sí?.- Dije sin pensarlo y creo que he ido algo lejos.

-Sí.. pues, ami si.- Dijo dolido y se levantó del sofá. -Haz lo que quieras Alice, yo te lo advertí.- Dijo sin siquiera voltear mientras caminaba hasta su habitación y cerraba la puerta fuertemente.

Lo medité unos segundos y se que estuve mal en decirle eso, sabía que para él era muy doloroso que yo no lo recordara. Y sinceramente, si confiaba en el y si sentía que lo conocía. Era sólo que no podía aceptar el hecho de que tal vez tenga razón respecto a mi padre, pero la verdad es que yo quería conocerlo. Quería que mi padre se preocupara por mi una vez en la vida, quería sentirme amada por una figura paterna, quería a mi padre de vuelta. Y lo recuperaría, y si el estaba dispuesto a recuperarme. Bienvenido sea. 

Decidí salir a caminar , amaba caminar. Mientras lo hacía, saqué un cigarrillo de la caja y lo encendí. Sentía cómo el humo se esparcía por mi garganta, la experiencia era gratificante, tal vez era por eso que ya no podía dejarlo. Había recurrido al cigarrillo en uno de los peores momentos de mi vida, cuando me di cuenta que Charles.. Quien en ese momento consideraba mi padre, no me quería, me despreciaba. 
Un día, cuando salí con Kat decidimos probar, pero eso se volvió un hábito y no fue solo probar. Mis padres jamás se opusieron a ello, bueno, tal vez si a mi madre, pero a mi padre no le importaba que tal vez contrajera un cáncer o que tengan que amputarme alguna extremidad, lo cual suena trágico pero sucede al fumar demasiado. Realmente eso no me importó demasiado en estos últimos años, y cuando caí en la cuenta de que era peligroso , ya no podía salir del vicio. Así que decidí vivir con ello. Fumo desde que tengo 15 años y se había vuelto algo habitual en mi. 

A estas alturas seguramente mis pulmones ya estén bastante oscurecidos. Pero.. ¿A quién le importa?.

Caminé tanto que no me di cuenta que mi paquete de cigarrillos los cuales traían 20 se habían acabado. 

En otro rato más ya había llegado al departamento nuevamente, sólo que ya era de noche. Hacía frío, mi cara estaba congelada y mis labios partidos. Pero de todas formas amaba caminar, en cualquier circunstancia.

Al entrar me invadió un aroma a pizza, mientras Zack abría la tapa del horno animadamente. 

-¿Quiéres que te grabe y empiezas a hacer tutoriales de cómo hacer pizza en YouTube?- Le pregunté riendo.

-Cállate.- Dijo levantando las cejas y poniendo la pizza arriba de la mesa.

-Se te ha quemado un poco el queso.- Mentí, la pizza estaba realmente perfecta, pero era solo para fastidiar a Zack.

-Pues que pena, quizá deberías haberlo corroborado si hubieras estado aquí y no caminando.- Me miró fulminante.

-¿Cómo sabías que estaba caminando?- Pregunte mientras lo miraba seria.

-¿Piensas que te dejaría ir sola así como están las cosas? A veces creo que no te das cuenta del peligro que corres. Esto es algo serio Alice.- Tronó su cuello. 

-¿Me estas siguiendo? ¿Cómo haz hecho las dos cosas a la vez?- Mi curiosidad había aumentado.

-Pues.. Si.- Dijo y se rascó la nuca. -Digamos que, recibí una ayuda extra.- Miró hacia las habitaciones. 

-¿Qué ayuda?.- Pregunté.

-Bueno , eh .. Los chicos ayudaron un poco.- Dijo y de la habitación salieron Chad, Ryan y Chris.

Mi boca formó una perfecta 'O'. 

-Dios.. Creí que estaríamos ahí adentro por años.- Dijo Chad mientras se estiraba.

-Tanto tiempo Alice, gusto verte- Dijo serio Ryan.

-Igualmente.- Respondí seca mientras fulminé con la mirada a Zack.

-Me imagino que por hacer las pizzas podríamos comerlas ¿no?- Habló Chris.

-Pues eso no se pregunta amigo.- Chad se dirigió a la pizza ya cortada y tomó una mientras daba un gran mordisco.

Seguido de este, todos los demás en la sala corrieron por una porción. Bueno, incluyéndome. 

-Debo admitir que cocinan bien. Y Zack actúa bien. Casi me creo que él había estado cocinando.- Dije mientras tomaba mi agua. Y la posaba en la mesa llena de migajas. 

-Lo sé, la pizza es nuestra especialidad.- Dijo algo burlón Ryan.

-Actuación es mi especialidad.- Zack habló fingiendo llorar. Mientras todos reíamos a carcajadas. 

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