Capítulo 40.

4.6K 336 3
                                    


Caminaba con paso firme y determinado hacia mi objetivo, entré apresuradamente mirando a una sola dirección : La oficina. 

-Hey Alice.- Saludó Dereck por lo lejos.

Ni me inmuté, solo quería llegar al lugar donde se encontraba Ethan, ni siquiera podía llamarlo padre. En estos momentos me preguntaba porqué no me engendró una lechuga. Me hubiera ahorrado este sufrimiento.

Entre sin golpear y sonreí maliciosa dejando ver a un Ethan descolocado y sorprendido.

-Oh Alice, no creí que vendrías.- Dijo mientras se levantaba aún con esa expresión de sorprendido, haciéndose el simpático, me sonrió y me tendió la mano.

-Aleja tu sucia mano.- Dije con una mueca de asco.

-¿Qué tono es ese jovencita? Soy tu jefe.- Su mirada se oscureció.

-Lo siento, PADRE.- Lo fulminé con la mirada.

Ethan sólo me miro seriamente desanudándose un poco su ajustada corbata.

-¿Alice qué estás diciendo? Tu padre es Charles cariño.- Dijo fingiendo una sonrisa.

-Oh no hace falta fingir más, ya lo sé todo.-Me miró con recelo.

-Ten cuidado con lo que dices.- Apretó su mandíbula y sus fosas nasales se abrieron.

-¿O qué? Incluso sé que eres un demonio y que quieren matarme, no soy estúpida.- Reproché aún con mi mirada clavada en sus ojos. 

-No me obligues a hacer cosas que no quiero Alice.- Dijo algo ¿Apenado?

-No me tomes el pelo, sé que tu quieres matarme también.- Dije acercándome amenazadoramente.

Ethan se tomó unos momentos para contestar mientras tomaba un vaso y lo llenaba de whisky hasta la mitad, acto seguido, tomó unos hielos y los introdujo en su bebida. Bebió sigilosamente mientras se sentaba en su sofá rojo de cuero reluciente y cruzaba sus piernas.

-Alice, no sé que te hace pensar que yo quiero hacerte daño. Estuve buscándote por años, pero no creí que sea correcto decírtelo ya que tenías tu vida formada.- Dijo mientras miraba hacia el suelo.


-Ethan, no soy estúpida.- Dije nuevamente.

-No se quien te ha dicho semejante atrocidad Alice, pero yo jamás te haría daño, eres mi niña, siempre serás mi niña, yo te tomé en mis brazos cuando eras una bebé. Cambié tus pañales, te di el biberón. Y luego tu madre me alejó de ti. - Dijo y una lágrima se desbordó hacia su mejilla.

Me quedé estupefacta, bien.. eso si no lo esperaba, sabía que mi madre quería alejarlo de mi pero sólo porque era peligroso, no pensé que el era un padre que me trataba cariñosamente. ¿Estaría él diciendo la verdad?.

Mi expresión ya no era la misma de cuando entré hace un rato con paso firme y decidido, esta vez había vuelto a ser la Alice débil , confusa e ingenua. No sabía que era cierto y que era mentira, tal vez sólo Zack sabe una versión de los hechos. Tal vez, no lo conoce realmente.

-Mi madre me quería lejos de ti porque eres un demonio, y uno importante.- Dije algo dudosa mientras me sentaba en el sillón enfrentado a él.

-Alice, tu madre me quería lejos de ti porque yo alimentaba el poder que tienes dentro, ¿De donde crees que sacaste el poder romper cristales con tus ojos? El tono rojizo que adquieren tus ojos es gracias a mi. Y yo al estar cerca de ti, hacía que crezca, yo te enseñé a usar ese mínimo poder, aunque claro, no te acordarás porque eras pequeña Alice. Debes creerme, esperé tanto tenerte de vuelta.- Dijo mientras se paraba del sillón dejando el vaso vacío encima de el escritorio de madera y vidrio.

-No.. no lo sé.- Dudé mientras tocaba mis sienes.

-Oh Alice ven aquí.- Dijo y me estrechó entre sus brazos.

Nunca me di cuenta ni de cómo me pare, ni de cómo terminé en brazos de mi padre. Jamás pensé terminar así esta conversación.. Yo venía preparada para una batalla campal maso menos. Claramente me había equivocado. 


A n g e l ' sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora