Capítulo 21.

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Aún no podía creer cómo Zack pudo hacerme eso, sabiendo que hace poco han querido raptarme tipos así vestidos.
Era un completo idiota. Y yo preocupándome por si le había pasado algo. Soy tan estúpida.
Decidí no pensar más en eso.

Salí de mi casa yendo a la USC. Hoy me había puesto unos jean rasgados, mis converse y una camisa... Si,amaba las camisas.

Al llegar al salón de Química había dos sillas libres, en una estaba la histérica de Amanda y en la otra... Zack , quien me miraba un poco triste y enojado. No podía creer como EL estaba enojado conmigo cuando yo tendría que estarlo. Sin pensarlo dos veces y muy a mi pesar, me posicione frente el escritorio de Amanda.

-Me tengo que sentar contigo sólo por hoy.- Le dije poniendo mi mochila en la silla de al lado.

-Ah no. Ni pensarlo.- Me dijo sacando la mochila de la silla.

Iba a decirle unas cuantas atrocidades pero el profesor entró.

-Buenos días, hay algún problema?- Dijo preguntándome.

-No no lo hay señor. Es solo qu..- Me interrumpió.

-Entonces sientese así comienzo mi clase.- me fulminó con los ojos.

Posicione nuevamente mi mochila en la silla de Amanda.. Me sorprendió ya que no dijo nada.

Me iba a sentar. Cuando en vez de sentarme en la silla, quede en el suelo. Mire a Amanda quien tenia una sonrisa de goze, seguida de las carcajadas de todos los alumnos. Menos la de Zack.
La maldita me había quitado la silla. No podía creer lo que estaba pasando. La ira, que era bien conocida para mi. Comenzó a fluir en mi interior. Debía salir rápido.

Enseguida, tome mi mochila del suelo. Me levante, y salí a paso apresurado. Mientras escuche a Amanda.

-Pobrecita, ni sentarse puede.- dijo burlándose.

No lo dudé más, tome la silla en la que estaba ella sentada. Y la corrí. Mis ojos ardían pero no de lágrimas, si no de el cambio de color. Se empezaba a notar.

Amanda cayó al suelo. Pero de mi boca no broto ninguna sonrisa. Y ahora si, salí dando un portazo mientras el profesor me gritaba que vaya a detención... Se, claro viejo idiota.
Salí de la USC. Y me adentre en el bosque.. De nuevo los árboles caían a mis costados.
Me apene por los animales que vivían ahí, me apene muchísimo por todo.

Tal vez.. Que yo este en este mundo implica destrozo y desastre en el mundo. Tal vez..
Una voz me interrumpió.

-Tal vez nada, deja de pensar en eso.- Me dijo Zack.

-Deberías volver a la USC.- Dije fría , sentada en el suelo y no me volteé ni siquiera para hablarle.

-No lo haré...- Dudó unos momentos.-Escuchame Alice, hoy no vayas a la fiesta.- Me dijo.

¿También estaba restringiéndome de donde podía ir y donde no?.

-Iré. Tu no me dices donde o no debo ir.- Le dije levantándome de mi cómodo asiento de barro. Nótese el sarcasmo.

-Bien. Pero no digas que no te lo avise.- Y se fue. Distante, frío.

Se fue.

Tal vez siguió mi consejo y volvió a la USC.
Mientras tanto yo volví a mi casa. Que tampoco ahí me sentía cómoda. Pero bueno, entre por detrás sólo para que mi padre ni Jane me dijeran que hacia ahí.

Me dispuse a dormir una larga....larga siesta. Y así lo hice.

Luego de unas horas me desperté y eran las 19:00. Tenia sólo una hora para que Kat pasara por mi.
Era raro porque cuando habíamos arreglado para ir a comprar los vestidos ella no pasó por mi. Ni me aviso.

Así que me duché y me puse un vestido pegado al cuerpo color rojo dejando mi espalda al descubierto, que resaltaba mi figura. Y luego me puse unos tacos color blanco... Bastante altos, y agradecía por ello ya que mi estatura era algo, algo chica.
Y para cubrirme me puse una campera de cuero, mi pelo lo deje suelto, un poco de maquillaje. Y listo.

Kat me mando un mensaje diciendo que estaba llegando.
Salí y baje. Maldije por dentro, estaba mi padre.

-¿Cuándo llegaste preciosura?- me dijo acercándose.

-Llegué cuando terminé mi jornada universitaria, y no me llames así si no quieres una patada en las bolas.- Le dije alejándome.

-Creo que te olvidas que soy tu padre.- me dijo acercándose aún mas, yo retrocedí pero choque con la pared.

- Y tu te olvidas que soy tu hija.- Le mentí como el lo hizo, aun debía actuar como si no supiera nada. Puso una mano en mi cintura y comenzó a besar mi cuello, intente alejarlo.. Pero no funcionó.

Kat aún no llegaba. Intente separarlo miles de veces pero no pude. El seguía y seguía haciendo lo que quería conmigo, lágrimas salieron de mis ojos. Lo empujé y esta vez si cedió... Claro idiota. Si ya hizo lo que queria contigo. Pensé.

¿Zack,porqué no estabas cuando te necesité? Dijiste que me cuidarías por siempre.

Kat se había ido hace rato...no lo se tenía 8 llamadas perdidas.
En este momento me encontraba caminando en las oscuras calles de California a las... 4:14 de la mañana. Tuve que fijarme en mi celular ya que estaba perdida.

Mi vista estaba aun nublada por lo que había pasado.. Estaba mareada, como cuando estas borracha. Pero no lo estaba, todo el maquillaje que tenia antes estaba esparcido por mi cara.
Y yo seguí caminando, porqu eso hacia siempre cuando algo malo pasaba. Simplemente escapaba.

Caminé tanto que no sabía donde me encontraba. Estaba frente a un enorme puente, en las calles nadie pasaba.

De repente, una idea cruzó por mi mente. Una loca y muy buena idea.
Pase mis piernas por el puente que abajo estaba un oscuro mar que solo era alumbrado por la luz de la noche. Si, tal vez suene tonto pero la noche tiene luz, a pesar de ser oscura. La luna irradia luz.
Mecía mis piernas para adelante y para atras...cómo en una hamaca, pero no era una hamaca. Era un puente.
Encendí un cigarrillo, el último.
Lo consumí con lágrimas en los ojos.

-Pronto estaremos juntas mami.- dije en voz alta mirando la luna y sonriendo.

Una llamada entrante en mi celular.. Lo arrojé al agua. Y este se hizo trizas. Me estremecí.

Me paré en el borde del inmenso puente y me tome de los costados.

Una voz me interrumpió. Zack

-Alice, baja de ahí.- Se acercó y yo amague con tirarme.

-Basta Zack, no te acerques o me tiro.- Lo amenaze.

-Es injusto lo que haces.. Di mi vida por ti.- miro al suelo.

-¿Porqué no me ayudaste?- Mi voz se quebró. Y continué. - ¿Porqué no estuviste para mi cuando mi padre..- no pude más, rompí en llanto tambaleandome.

-¿De qué hablas? Alice yo siempre estaré para ti. Pero baja , hablaremos mejor.- Me quiso tomar de la mano.

-ALEJATE.- grité. Y así lo hizo. -¿Para qué quieres que baje? ¿Para luego marcharte y dejar en paz tu conciencia?¿Para que yo pueda seguir destruyendo todo?.- Le dije con la voz cortada.

-No Alice, ven..- El siguió insistiendo.

Era demasiado, no podía seguir arruinando mas cosas por mi culpa. Incluso, estaba destruyendo la vida de Zack.

Mire la enorme inmensidad del mar. Y mire a Zack por última vez.

-Adiós, Zack.- Le di una sonrisa triste.

-ALICE ,NO- Gritó abalanzándose sobre mi.

Pero yo ya lo habia hecho, había saltado.

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