Capítulo 13.

7.5K 604 16
                                    

Habrán pasado unos 40 minutos y nuestros platos yacían vacios arriba de la mesa. Tenia que admitir que Zack tenia buen gusto para la comida.
En cuestión a mi padre aún no sabia bien que haría, había sido raro aquella situación pero pensé que tal vez había exagerado demasiado. Otro defecto mio, era demasiado exagerada.
Observe a Zack mientras jugueteaba con una bolita de pan, tenía su pelo perfectamente alineado en una especie de jopo, sus ojos claros observaban aquello, y sus labios, de un color rosado que le daba un toque especial algo cortajeados por él frío, y carnosos. Me daban ganas de besarlo.

Mierda, me acordé que el podía leer mentes. Me estremecí en mi silla, y me sonrió. Soltando la bolita de pan con la que había jugado hacia ya un rato.

-Bien, he escuchado todos tus pensamientos desde que estabas en el auto, era abrumador. Ya se lo que harás respecto a tu. A tu padre.-Apretó los puños.

-No tenia idea de que pudieras leer mentes , lo lamento.-Dije algo enojada.

-Iras a tu casa normalmente. A no ser que quieras pasar la noche conmigo.- Levanto su ceja y me sonrió de lado. Y continuó.- Pero como se que no querrás hacerlo, estaré vigilando por la ventana.- Se tiró hacia atrás estirándose.

No podía dejar que el estuviera espiándome, eso me parecía un ultraje hacia mi espacio personal. De ninguna manera,me negaba. Yo podía cuidarme sola.

-Me parece una pésima idea- Lo medite unos segundos.- No puedes espiarme así como así. Agradezco tu ayuda Zack. En serio, pero puedo cuidarme sola. Además, es mi padre.-Miré al suelo.

-A veces uno debe estar alerta hasta de las personas más cercanas o las que crees conocer..cuando menos lo esperas , te traicionan.- Dijo haciendo que me estremeciera. Aquello que había dicho quedó resonando en mi cabeza por unos minutos.
Tal vez tenia razón.

Salimos de aquel bar luego de insistirle por enésima vez a Zack que aceptara mi dinero. No funcionó.

Caminamos y nos sentamos en la acera, la noche estaba desolada y descampada , un frío me rodeó produciendo en mi escalofríos.
Saque de mi bolsa la caja de cigarrillos y lo encendí.

-¿Quiéres?- Le ofrecí a Zack mientras el tomaba uno y asentía agradeciendome.

Y así estábamos, nuestra situación era deplorable. Fumando en la acera. Cualquiera que pasara con sus hijos pequeños cruzaría de calle. Soy exactamente lo que nadie esta buscando, y soy exactamente lo que pensé que jamás seria. De niña solía pensar que quería ser una princesa... Que usaría hermosos vestidos adornados de flores y brillos.
Pero no fue así, ahora soy mas bien la bruja del cuento. Solitaria, fría y destrozo todo a mi paso. Arraso con tal fuerza como la haría un tsunami, llevando todo conmigo. Y destrozándolo.

Terminé mi cigarrillo y lo arroje lejos.

-¿En qué piensas tanto?- preguntó y me reí irónica.

-Deberías saberlo, me lees la mente- Lo miré.

-Si,pero hasta hace una hora decidí no hacerlo.- Objetó.

-¿Porqué?-

-Simplemente porque no Alice, deja de hacer tantas preguntas.- Dijo sonando autoritario.

-Creo qué es hora de que me vaya-Dije mirando la hora, eran más de las 3 de la madrugada.

-Bien, te llevare.- Dijo levantándose y encaminándose hacia el auto. No me opuse.
Caminé tras el y nos adentramos al coche, emprendiendo el viaje hacia mi casa.
Sentí una oleada de nervios, tenia ganas de vomitar.
¿Mi padre era capaz de tal cosa?
Bien, se que no me quiere, pero no creo que sea capaz.

-Alice, todo el mundo es capaz de todo.- Apretó su agarre en el volante.

-No es que no lees más mi mente ahora?- Pregunté algo enfadada.

-Me dieron ganas de hacerlo,estabas muy callada y me dio curiosidad.- Me miró por una fracción de segundo y siguió avanzando.

-La curiosidad mató al gato.- Le dije recitando una frase célebre.

Y luego de unos minutos dijo de repente.

-Pero murió sabiendo.-

A n g e l ' sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora