Capítulo 30.

6.1K 380 9
                                    


En el día de hoy iríamos con Zack nuevamente al bosque para realizar mi prueba final.. Volar. Lo sé, suena jodidamente raro decir eso, pero así lo es. 

-Yo te recomendaría que te pongas algo cómodo Alice.- Me dijo Zack mientras sacaba a Black de su regazo que no paraba de morderlo.

-Lo sé, así estoy bien.- Le ofrecí una sonrisa.

Me había puesto una calza algo suelta, y un sweater ya que hacía algo de frío hoy. El clima de California era malditamente raro, si que lo era. Pero luego te acostumbras.

-Ok, si tu dices.. Vamos.- Dijo mientras se levantaba del sofá negro y tomaba las llaves.

Salimos y caminamos tomados de la mano. Ahora que lo notaba, Zack era mucho más alto que yo, mediría al menos 1.90. Así que al mirarlo, tenía que levantar un poco la cabeza, lo cual era algo... Incómodo, pero me acostumbraré. 

-¿Estás preparada para lo que se viene?- Me dijo Zack sacándome de mis pensamientos.

-No.- Dije sincera.. Estaba segura que el esperaría que diga que si, pero la verdad es que no. No estaba para nada preparada.

-Es bueno saberlo.- Dijo sarcástico mientras de un momento a otro se detenía en seco.

-¿Qué pasa?- Le pregunté.

-Demonios. Corre.- Dijo y echó a correr, y yo lo seguí. -Hoy no tengo ganas de luchar Alice, necesito guardar energías.- Me dijo aún corriendo.

-Lo sé- Dije como pude agitada.

-Nos estaban siguiendo.- Dijo Zack parándose y respirando como si nunca hubiera corrido.

-Me.. Me imagino.- Dije sosteniéndome de las rodillas tratando de recuperar el aliento.

-Mira linda.. Creo que tendrás que trabajar resistencia. Pareces una vieja de 90 años, no corrimos ni 10 cuadras.- Me dijo riendo. 

-Que gracioso Zack..- Dije de mala gana.

-Vamos, antes de que vuelvan.- Dijo y caminó, tomándome nuevamente de la mano.

Bien.. si odiaba correr, pero caminar, podía caminar lo que sea. Creo que una de las cosas que más amaba en el mundo era caminar. Pero no me pidan que corra.

-Pues tendrás que hacerlo.- Me dijo Zack regañandome.

-¿Podrías.. dejar de meterte en mis pensamientos?- Le pregunté.

-Sí.. puedo- Dijo y me alegré un poco. -Pero no quiero.- Remató. Haciendo que ruede los ojos.

-Eres un idiota.- Le dije.

-Pero me amas.- Me respondió.

Touché - Pensé.

-Sí, pero eso no te quita lo idiota.- Le contesté.

-Claro, pero soy un idiota al que amas. ¿Cómo amas idiotas? eso es malo Alice.- Dijo riendo.

Bien, ya era suficiente. Lo admito, me había ganado el ... duelo de palabras. Río a carcajadas, mientras yo era consciente que seguía escuchando mis pensamientos. La verdad, es que era un poco de invasión hacia mi.

-Llegamos.- Me dijo y apareció frente ami el ya conocido bosque con el lago en el medio. Ese lugar se estaba convirtiendo en mi favorito.

-Sí.- Respondí.

-Bien, Alice.- Me dijo mientras me llevaba al centro. y continuó. -Lo primero que harás.. Es revelar tus alas. Sólo ahueca la parte de tus omóplatos,con fuerza.-

Intenté unas tres veces, y me concentré aún más. De repente, detrás de mi se extendieron unas enormes alas color negras. Eran bellísimas debía admitir.

-Son preciosas.- Dijo Zack mientras las observaba, segundos después.. Estaba acariciandolas. -Jamás vi unas tan hermosas.- Me dijo y me sentí orgullosa.

-Debo decir ¿Gracias?.- Le pregunte , sólo asintió y rió.

-Bien, ahora extiéndelas. Tienes que sentir que son parte de ti, has como si fueran tus brazos. Sientelas de esa forma.- Dijo y caminaba lentamente.

Ante sus palabras, me concentré. Y extendí mis alas, era como si tuviera brazos traseros.. La sensación era única y rara. 

-Ahora vendrá la parte más complicada.. Debes sentirte como una pluma, dejar que tus alas te lleven, pero cuidado, TU debes manejarlas, no ellas a ti.- Dijo seriamente. Se veía realmente sexy en esa faceta de entrenador.- Alice, concentrate.-Escondió una pequeña risa.

Intenté sentirme liviana, y poco a poco, mis pies fueron abandonando la tierra. Y sólo era sostenida en el aire por unas alas.

-Bien hecho Alice.- Me sonrió. -Ya puedes bajar.- Me informó.

Pero yo no quería hacerlo, quería ir por más, eso no era volar. Eso era sostenerme en el aire. Y yo quería sentirme como un pájaro. Así que me concentré aún más. 

Y emprendí vuelo, veía lejanamente a Zack desde ahí abajo. Y me preguntaba porque el no volaba conmigo también , la brisa golpeaba en mi cara. Me sentía tan bien ahí, tan feliz.. Pronto comencé a amar mis alas. Eran parte de mi. El lago parecía pequeño desde aquella altura, y cerré mis ojos disfrutando la brisa.

Poco a poco fui descendiendo hacia la tierra y mis pies tocaron el suelo nuevamente. Zack me miraba impresionado.

A n g e l ' sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora