Capítulo 12.

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Desconocido.

Princesa, ¿No quieres ir a dar una vuelta?. Zack

Enviado a las 22:45 hs.

Dudé un poco en creer que es Zack ya que era raro que él me este invitando a salir.
A los 3 segundos sonó el ringtone de mi celular que informaba una llamada.

Desconocido.

Y me arriesgue a responder.

-¿Hola?- dije dudosa.

-Princesa- Escuche la voz de Zack.- Lo lamento, debí haberte llamado antes de enviar el mensaje.-

-No te preocupes,no pasa nada-.

-¿Y bien?- Preguntó.

-¿Qué?-

-¿Sales conmigo o te quedas encerrada en tu casa para toda la vida?- Dijo.

-Mmm,no lo sé. ¿Donde iremos? no salgo con desconocidos.- Pregunté bromeando.

-Que lástima que ami ya me conoces de tus sueños, no tienes opción Alice. Sales conmigo o entrare por la ventana.- Dijo devolviendome la broma.

-Esta bien- Emití una carcajada.- Me cambiaré y bajo.-

-Te esperare.- dijo y cortó.

El clima estaba bastante fresco, así que opté por una polera que tapaba hasta el cuello color crema y abajo unas calzas negras. Y como siempre mis zapatillas vans. Infaltables.
Dejé mi pelo suelto,hoy tenia un volumen que era justo, se podía decir que me gustaba el día de hoy. Tomé mi celular y un poco de dinero.
Bajé las escaleras y mi padre estaba en la mesa comiendo una hamburguesa y bebiendo whisky.

-¿A dónde vas corazoncito?- Dijo borracho mientras se levantaba y se acercaba ami.

-Saldré, a ti no te interesa con quien y donde.- dije y seguí mi rumbo hasta que me tomó del brazo.

-Escuchame- y acarició mi mejilla lentamente. -Así te pareces a tu madre- Siguió su recorrido hasta mi cuello.
Lo aparté con brusquedad. Estaba temblando. 
Me entraron ganas de vomitar.
Abrí apresurada la puerta dejando a mi padre con la palabra en la boca. Y me encaminé hacia el auto de Zack. Estaba como desconcertada, si.. Esa era la palabra.

-Hola princesa- Me observó y besó mi mejilla. No respondí.- Alice, estás bien?- Se acercó.

-Si. Lo lamento, tu cómo estas?- Pregunté saliendo de mis oscuros pensamientos.

-Bien... ¿Estás segura? Si quieres vamos otro di..- Lo interrumpí.

-NO- me desespere. -No- dije nuevamente más calmada.- Estoy bien , vayamos.- me esforcé por sonreírle y me miró extrañado.

Hizo rugir el motor del coche y arrancó, condujo como por media hora y llegamos a lo que sería un bar.
Se avecinaba otra tormenta, eso era raro, hubo como tres tormentas en una semana.. Y en una zona que era árida.

-Estas muy callada.- Me miró comprensivo, era como si supiera lo que me pasaba.

-Lo lamento. Es solo que tengo un poco de sueño- Mentí.

Aparcó justo enfrente y bajamos del coche. Me detuve a observarlo y el llevaba puesto un jean negro, borcegos negros,remera negra y una campera de cuero... Si, negra.
Tenía la leve sospecha de que le gustaba el color negro. Se veía jodidamente sexy.
Soltó una risita. Como si lo hubiera escuchado.

-Si me gusta, Alice.- dijo. Y me detuve en seco.

-¿qué, cómo lo sabes?- Dije.

-Olvidé mencionarte que los ángeles caídos leemos mentes.- Me sonrió pervertido. -tranquila, tu también eres sexy.- Se giró y siguió caminando. Entramos al bar y nos sentamos, luego de un rato dije.

-Podrías haberme avisado antes.- Me sonroje.

-No importa, de todas formas ya sabia que me considerabas sexy, se te nota en como me miras. Relajate sweety, hay Zack para rato.- Sonrió de lado.

Me digne a reprocharle su egocentridad cuando llegó el mozo a ordenar nuestros pedidos.

-Bienvenidos, desean el menú o ya tienen planeado que quieren?- preguntó emitiendo una sonrisa hacia mi.

-Sí.- Dijo Zack fulminándolo con a mirada. -Mi novia y yo pediremos una ensalada.- Dijo y me quedé perpleja.
-Esperen, qué? Zack, no eres mi novio.-Pensé y el sólo me dirigió una mirada.

-Bien, enseguida lo traigo- Dijo el mozo algo apurado.

-¿Qué fue eso?- Le reproché a Zack.

-Podría ser una amenaza, tiene que saber que hay alguien contigo.- Dijo.

-Por favooor, no exageres.- Exclamé.

-Además, te encantaría serlo, así que disfrútalo.- Me guiñó un ojo.

-Eres increíble.- Suspiré.

-Lo se, me lo han dicho muchas veces.- Sonrió enseñando los dientes.

Y yo rodé mis ojos.

-Estúpido- pensé.

-Nono- Negó con su cabeza. -Cuida tu vocabulario princesita.- Frunció el ceño.

-Ya quisieras- Pensé nuevamente.

Haciendo que su mirada se clavara en mi. Y solo reí a carcajadas. Había hecho que olvidara el tema de mi padre. Y agradecía por ello.

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