CAPITULO XXXVII

1.5K 97 26
                                    

-¿Y tú qué haces ahí parada?, heeello.-Escuche una voz conocida detrás de mí.

Me volteo y siento un descanso, siento como me llega el alma al cuerpo...-El por portero me dijo el número 73.-Dije confundida.

-Es el 76 Gaviria se equivoca siempre.

-Casi me muero.

-¿Por qué?.

-Por nada.-Con tan solo pensar en lo anterior me causa risa.

-¿Enserio?, tienes que cambiar de respuesta.

-Jajaja, lo siento, es mi favorita.

-Sea lo que sea  sospecho que no es nada bueno. Es que ahí vive otro doctor, pero nada que ver con sus actos.-Dice mientras extiende sus manos para que le de las bolsas.

-¡Eso veo!.

-¿Y por que estabas tan pálida?, y no me digas que nada porque no respondo.

-Es que escuche algo que no me gustó y por un momento me sentí decepcionada, pensé, que eras tú.

-Lo que sea que hayan dicho o hecho allí, tranquila, no soy yo.

-Ya puedo respirar bien.

-Pasa.-Dijo mientras extendía su mano hacia dentro.

Cuando entro no puedo creer lo que veo, todo está organizado, es muy lindo y muy amplio, y con muy buen estilo a decir verdad, tiene música de fondo muy suave, creo que es Hillsong pero me debo estar equivocando por lo que sabemos de quien estamos hablando, veo fotografías por todos lados, de él y su familia; me llama la atención aquel cuadro en la esquina que esta retratado con una mujer, esa debe ser su madre, una señora muy bella, ojos claros, cabello rubio, muy simpática.-¡Esto es un milagro!-Dije alagándolo.

-¡Esto es un milagro!-Dije alagándolo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


-¡¿Qué?!.

-Esta ordenado.

-Ah, ¡sí! es que vino la muchacha de servicio esta mañana.

-Jajaja. Debí de imaginarlo. 

-En realidad si lo hice yo.

-¿Será que te creo?.

-No tengo porque mentir.

-OK. ¿te puedo preguntar algo?.

-¿Por  qué siempre pides permiso?.

-Porque si.

-Contigo no se puede. Claro que puedes preguntar todo lo que tu quieras.

-Oliver, ¿Ella era tu mamá?.

-¡Sí!, y se parece a ti.

-¡OMG!, ¡es cierto!, pero un poquito.

-Ya deja de mirarla tanto. Siéntate, estás en tu casa.

PERFECT TIME!!! ¡EL VERDADERO RETO DEL AMOR!Where stories live. Discover now