CAPÍTULO 2... Suga...

Începe de la început
                                    

—Es el viernes ¿verdad? —preguntó MaeRy sonriendo con ese brillo femenino en sus ojos.

—Sí —asentí rápidamente.

—Entonces vayamos de compras el miércoles —replicó como si fuese lo más evidente del mundo, dando otro bocado a su almuerzo.

—A las mismas tiendas de siempre —insistió Hyemi—, porque bien sabemos que cada una irá con su estilo a la fiesta y que no lo cambiará nunca —cruzó los brazos.

—Entonces Brooklyn debería mostrar su hermosa piel. Siempre va como una monja, con mangas largas, pantalones y tenis ¡Como en un día cualquiera! —se quejó Tamee frunciendo el ceño.

— ¡No voy a mostrar más piel de la que ya ven de mí por ser porrista! —refuté enseguida. 

Vestir con esa clase de prendas no me gustaba, no me sentía yo misma.

—Por eso mismo, ya que todos te han visto no debería darte pena —aseguró Tamee encogiéndose de hombros.

Y en ese preciso momento... la conversación se detuvo cuando tres de los guapísimos Bangtan caminaban frente a nosotras. 

Nos congelamos, como cuando la cinta de alguna película lo hace para darle suspenso a la situación.

Por alguna razón, me sentía realmente nerviosa al estar sentada sobre la mesa. Mi apariencia no es de las más femeninas que digamos, así que rápidamente entré en ese pánico adolescente de incomodidad por mi persona.

El chico que se encontraba en medio de ellos, decidió girar ligeramente la cabeza hacia nuestra mesa. Una sonrisa ladina y naturalmente seductora, se formó en la comisura de sus labios mientras yo estaba a punto de entrar en shock al ver esos orbes cafés extrañamente encantadores.

No, no puede estar viéndome a mí ¿Cierto?, seguro está viendo a MaeRy -aseguré, así que giré para confirmarlo.

Las chicas disimulaban no estar interesadas en Bangtan. ¡Demonios!... Traición

Regresé la mirada al frente para afrontar esos ojos pequeños, felinos; sin embargo, aquellos chicos ya habían avanzado lejos de nosotras. 

Sentí los colores subirme al rostro e incluso las orejas arder. Me desmoroné lentamente, recostándome boca arriba sobre la superficie de la mesa. Estaba muy avergonzada.

(♦♠SUGA...♠♦)

La chica era jodidamente bonita... esa pose encima de la mesa la hacía resaltar entre todas ellas y parecer mucho más sensual.

Esos jeans ligeramente pegados a sus piernas cruzadas, dejaban admirar lo ejercitadas que estaban. ¡Mierda! Era realmente hermosa y por lo que oí de su charla, ella era esa líder de porristas que tanto deseaba conocer.

Ella sería mi siguiente cita. Mi siguiente objetivo. Disfrutaría un par de semanas con ella... algunas noches, mejor dicho, claro estaba.

—Suga, Suga, ¡Suga! —me gritó Jin para llamar mi atención. Di un diminuto respingo.

— ¡¿Qué quieres, Jin?! —reaccioné molesto y con una mirada amenazante.

— ¿En qué pensabas? —preguntó curioso J-Hope, sonriendo; ya que se burlaba de mi expresión.

—Nada especial... —no pude evitar una sonrisa traviesa al pensar en la linda imagen de aquella chica— Sólo en la próxima cita que tendré.

— ¡Vaya! ¡¿en serio?! —exclamó Jin sorprendido, alzando las cejas— ¿De quién se trata esta vez?

—Soy todo un caballero, así que no diré su nombre —sonreí confiado—. Por supuesto, primero debo conseguirlo.

— ¡Míralo Hope!, para que Suga se haya fijado en una chica tan pronto y sonría así, es porque quiere algunas noches divertidas cuanto antes—se burló enarcando las cejas y junto con Hoseok comenzó a reírse.

(♣♥Brooklyn...♥♣)

Me llevé ambas manos a la cara para cubrir mi rostro mortificado.

—Me abandonaron... ¡No puedo creerlo! —les reclamé probablemente sonrojada—. Dejaron que me encontrara con la mirada de ese sujeto... —suspiré tras pensar en aquellos iris café.

— ¡¿Qué?! —Preguntó MaeRy atónita— ¡¿Te miraron?! ¡¿Quién?! ¡¿Quién fue?!

—No lo sé... Era ese chico de piel lechosa —contesté aun ruborizada y me volví a sentar sobre la mesa.

— ¡Suga! ¡Suga te miró! —gritó HyeMi sorprendida y azotó su libro sobre la mesa

— ¡No lo sé! —grité fatigada y asustada por el golpe.

La profesora que verificaba a los alumnos durante el almuerzo, escuchó mi grito aterrado y con su mirada severa me observó de inmediato... ¡demonios!

— ¡Señorita Lee! ¡¿Qué hace encima de la mesa?! —me reprendió con un grito serio e imponente— ¡¿Acaso está dando un espectáculo?!

—No lo hacía hasta que usted llegó —murmuré en voz muy baja, sin embargo, Tamee logró escucharme y sin poder evitarlo, rió por mis palabras

La profesora supuso que nos burlamos de ella, sin equivocarse del todo. 

— ¡Señorita Lee! ¡Acompáñeme a la oficina de administración ahora mismo! —ordenó y con otro suspiro, no tuve más remedio que bajar de un salto y seguirla.

Así obtuve un castigo el primer día... 

Excusa suficiente para llamar a mis padres, advirtiendo que debían controlarme todo el año, al igual que se informó a los profesores de mi actitud. Bien, chica mala... Perfecto. 







The Perfect Strategy -SUGA- BTSUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum