Capitulo 45

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Carla:
-¡Hola, chicos!- exclamé, más feliz que nunca, cuando llegué a la mesa junto a todos.
-Hola...- saludaron todos al mismo tiempo.
Me senté en el único sitio libre que quedaba al lado de Jason.
-¿Con quien te tocó?- preguntó curiosa Jez.
Había sido la última y mis amigos habían viajado en la primera guaguas, por lo que no sabían con quien me había tocado.
-¡Adivina...!- volví a exclamar, siendo el centro de atención de todas las miradas fruncidas de los chicos.
-Esa sonrisa...y esa mirada. Solo tiene un nombre- intervino Jason riendo levemente.
-Brian...- dijeron esta vez todos al unísono.
Fruncí las cejas y los miré mal a todos. No podía ser tan obvio.
-¿De verdad?- Marck era el más perdido en la conversación.
Siempre le pasaba y aunque era un poco frustrante era divertido ver lo perdido que estaba.
-Vale, sí. Tampoco es tan obvio- me defendí con la cabeza agachada, empezando a comer.
-¡No...para nada...!- exclamaron Jez y Jason.
-Pues no. ¿Verdad Marck?
-Bueno...si no cuentas lo nerviosa que te pones cerca de él, ni la mirada que tienes ahora mismo, ni esa sonrisa radiante, pues...¡No Jez, no digas eso nunca más!.
No me quedó más remedio que reírme de mi misma.
-Vale, gracias por la ayuda, AMIGO- hice énfasis en la última palabra, poniéndome roja ante aquellas palabras y siendo de nuevo el centro de burlas de mis amigos.
-No te preocupes Carl. A él le pasa lo mismo por mucho asco que me dconfirmártelo. Sois tal para cual- dijo Jason asqueado.
Sabía que le caía fatal y después de lo que pasó en la fiesta, peor le caía.
-A él no le pasa lo mismo, no seas estúpido- reproché.
Bastantes iluciones me estaba haciendo ya yo sola como para que ellos me hicieran más.
-Hazle caso, es la verdad...- dijo esta vez Jes.
-Sí, lo que tu digas...¿podemos cambiar de tema?- volvieron a reírse de mi.
Definitivamente esto me frustraba muchísimo.
-¿A que no sabes quien está intentando quitarle el puesto de capitán en el equipo de baloncesto a Jason?- dijo riendo Marck.
-Kyle...- dijo Jez entre dientes.
Un escalofrío me recorrió de arriba a abajo.
-¿Cómo...?- Pregunté estupefacta, mirándole sorprendida. Jason asintió enfurecido.
-Tranquila, no le dejaré que lo haga.
-Más te vale, si no te arrancaremos la cabeza Jay...- la sonrisa sonrisa de Jeza nos provocó a todos.

Cuando acabamos de comer acompañé a Jeza a la habitación que compartía con Marck y a Jason a la de al lado de estos dos, el cual la compartía con un chico de mi clase de lengua.
-Hasta mañana hermosuras, que sueñen mucho conmigo- dijo riendo Jez delante de Marck, el cual la abrazaba por detrás.
-Hasta mañana, idiotas- dijo Jason riendo- Veo que solo quedo yo y Pachi...- dijo mientras besaba apasionadamente su bíceps derecho.
Reímos ruidosamente como solo nosotros sabíamos.
-Hasta mañana, chicos- me despedí de ellos con la mano y comencé a subir las escaleras.
-¡Eviten hacer guarradas! Recuerden que estoy justo al lado- gritó Jason haciendome reír mientras tocaba la puerta.
-¡Vete a la mierda con Pachi, asqueroso idiota!- se escuchó a Marck detrás de ella fomentando más mi risa.
-Hasta mañana pequeño bichejo- le dije dándole un abrazo.
-Si el pelirrojo intenta sobre pasarse contigo solo tienes que bajar y quedarte aquí- susurró en mi oído.
Le di un pequeño golpe en el hombro haciéndolo soltar una pequeña carcajada.
-O bueno, puedes hacerle eso tu misma...- le di un beso en su mejilla y me alejé de el sonriendo.
-Eres un idiota, te buscaré a alguien quien te aguante.
-No gracias, todavía me queda mucha juventud que vivir...- hizo un sensual movimiento con sus caderas y volví a reír- Hasta mañana, enana.
Sacudí mi mano mientras caminaba hacia el ascensor y cuando estuve delante de el este se metió en su habitación.
Era un poco tarde y no sabía si Brian ya estaba en la habitación, por eso cuando entré lo hice con sigilo.
Cuándo llegué a la cama me encontré su cuerpo descansando plácidamente sobre la cama.
Una estúpida sonrisa se apoderó de mi, cogí mi pijama y me metí en el baño para ponermelo. Salí de este y un profundo grito me hizo sobresaltar.
¿Que mierda pasaba ahora?.
-¡NO POR FAVOR!- cuando me di cuenta de que se trataba de la voz de Brian me puse tensa y alerta de todo- NO, NO- volvió a gritar.
Corrí hacia él y cuando estuve serca vi su rostro sudando a mares.
-Brian, despierta, despierta por favor...- le moví fuertemente, luego le tomé la cara y tras otra repetición de mi llamada le di suaves golpes en ella.
Este sacudió la cabeza y se despertó sobresaltado, cogiéndome bruscamente de los hombros
- Eh...soy yo tranquilo, tranquilo fue solo una pesadilla...- le cogí la cara acariciando sus sudorosas mejillas.
Después de unos segundo procesando mi imagen me atrajo fuertemente a él. Quedé a horcajadas encima de él, acariciando su suave pelo mientras el metía su cabeza en el hueco de mi cuello. Permanecimos así durante un largo tiempo, el cual habían parecido segundos.
-No me sueltes, por favor...- suplicó aún en mi cuello, mandándome leves escalofríos.
-No lo haré...- le tranquilisé, aunque más que eso era la realidad, no desaprovecharía esto por nada del mundo.
-¿Lo prometes...?- volvió a suplicar con voz de niño  sacándome una pequeña sonrisa.
Era tan tierno cuando se veía vulnerable, pero fuera como fuese, creo que no lo cambiaría por nada. Y pensar de esta manera me daba miedo...
-Lo prometo...- le susurré.
Este me apretó muchísimo más contra él y yo le acaricié más suavemente su agradable pelo.
Cuando supo que no lo soltaría cerró los ojos, yo apoyé mi cabeza en la suya. Su respiración se fue calmado y se durmió, yo me relajé y me dormí en sus brazos. Y en lo que llevaba de vida, podía asegurar que este era el mejor colchón que había probado nunca.

Acabando Contigo.Where stories live. Discover now