Capitulo 6

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Cuando llegué a la clase estaban todos los sitios cogidos. Quedaban dos minutos para el comienzo, así que me senté al lado de un chico alto, rubio, musculoso, con unos ojos azules preciosos y una amplia sonrisa blanca que me dejo en las nubes.
¡Es que todos los chicos en este estado tienen que estar buenos! Madre mía, no había visto todavía ningún chico feo.
-Hola...¿Está ocupada?- sonreí amablemente, el si que se la merecía.
-No, puedes sentarte- dijo un tanto nervioso.
Lo miré con el ceño fruncido pero sin quitar la sonrisa de la cara.
-¿Por que tan nervioso?- pregunté con amabilidad, colocándome en mi asiento.
-No lo sé, nunca antes alguien me había hablado...menos una chica...y menos siendo tan popular- dijo ofreciendo una gran sonrisa.
¿Popular yo? Me hacía bastante gracia...no iba conmigo esa definición.
Fruncí mi ceño en señal de confusión, la cual el captó al instante:
-Sí, ya sabes...la única chica, por no decir persona, que ha dejado por primera vez a los tres mosqueteros callados y a roto tantas reglas- me dijo algo inquieto.
-¡Vaya! Eso...la verdad es que no me suelo dejar controlar por nadie- dije con una caída sonrisa que volvía a reaparecer en mis carnosos labios.
-Ya veo ,una chica con carácter, sen ven pocas por el condado- dijo y se me quedo mirando por unos segundos- ten cuidado.
Lo mire con confución.
-¿Que?¿Por que?¿Con que debería de tener cuidado?- un deje de nerviosismo se dejó ver a través de mi gran muro de hormigón, este se me quedó mirando.
-Ten cuidado con Brian, cuando ve a chicas como tú las suele enamorar para después romper sus corazones, tú para él tampoco eres la excepción- dijo convencido- Aunque si es verdad que ninguna a llegado al punto al que tu lo has hecho- añadió.
Lo miré y suspiré frustrada. Esos no eran mis planes, nunca podría enamorarme de el.
¡NO!¡Rotundamente no!
-No te preocupes, no estaba en mis planes enamorarme de una chico tan gilipollas. No es mi tipo y dudo mucho que el amor tampoco lo sea- dije con asco.
El se rió, lo cual me provoco que yo también lo hiciera, tenia una risa agradable y un tanto contagiosa, me gusta...
-Me alegra escuchar eso- dijo alegre- Por cierto, soy Marck.
La verdad es que era muy agradable conmigo y se lo agradecía muchísimo.
-Yo soy...
-Carla. Sí lo sé, la temperamental, guapa y poco afeminada chica nueva- dijo haciendo ademanes con las manos, lo que me provoco gracia.
¿Guapa?Si claro, ni en sueños.
-Si, claro, creo que te confundes de persona- dije entre risas.
-Lo que tu digas- dijo y me guiñó un ojo provocando que me pusiera un poco colorada.
Me quedé callada y comencé a atender a la clase.

Por fin se acabó el Lunes.
Recogía mis cosas junto a Marck ya que las dos clases después de mates me volvió a tocar con él.
La verdad es que era muy agradable a comparación con los demás chicos, a la vez que guapo. No sé por qué no se le acercaban las chicas.
Cuando acabamos salimos de la clase, en el pasillo el tema de conversación era la pelea del comedor.
En cierto modo me hacía gracia ¡¿Es que no tenían vidas?!
-Hola Carl- me saludó Jez acoplándose a Marck y a mí.
Miró hacia Marck y de inmediato se puso colorada.
¿Es que acaso le gustaba? No lo se pero lo averiguaré.
-Este es Marck -los presente, como si ella fuese la nueva- Marck esta es Jeza.
-Ya nos conocemos- dijeron los dos a la vez, riendose.
Nos dirijimos a la salida donde se encontraban los tres mosqueteros apoyados a un lado de la puerta.
-¡Vaya, vaya, vaya! Miren a quien tenemos aquí...- dijo el pelirrojo.
Me sacaba de mis cabales. Cerré con fuerza los puños y apreté los dientes tratando de no saltar arriba de el. Levanté la cabeza, dibujé una sonrisa en mis labios y salí de allí.
Se quedó mirándome con fastidio y por tercera vez en el día volvió a agarrar mi brazo.
La verdad es que esto ya empezaba a cansar. Me di la vuelta decidida, pero cuando quedé cara a él, me encontré al único chico que no podía ni quería ver.

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