{5.1} Let it flow

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Parte 1

1991.

Fue como una pesadilla.

— Chicos, creo que ya la conocen... —rio Damon entre dientes— Esta es Justine... Mi novia —dijo de pronto, sosteniendo de la mano a la frontwoman de Elastica. Graham le echó una mirada a Alex, quien le respondió el gesto con confusión.

Por supuesto que la conocía, la habían conocido en uno de sus conciertos ahora que ambas bandas eran relativamente conocidas. Blur y Elástica, parecía una broma, Damon no la había mirado dos veces el día en el que se conocieron ya que ella lo rechazó de una manera categórica que casi le hizo gracia a Graham. Albarn se le había acercado —como a todas las chicas, en realidad, no era nada especial— y le había dicho una de sus frases fuera de contexto. Graham recordó con eso el cómo Damon le había hablado por primera vez, a los doce, con esa estúpida referencia a sus zapatos... lo que sucedió después fue, según Alex, lo mejor: Justine llamándole cerdo egocéntrico y también lanzando frases como "ni en un millón de años estaría contigo".

Luego supieron que era novia de Brett Anderson, el vocalista de Suede. Graham lo pudo ver todo tan claro: Damon odiaba perder y había quedado como perdedor ante esos dos, Justine y Brett, vocalistas de bandas que estaban más en "onda" que Blur a la fecha.

Y de la noche a la mañana Damon gana y se encuentra en la cima de su propio juego.

Tan típico.

Graham había salido con un par de chicas, en su mayoría fueron relaciones de una noche, eso era bastante obvio ya que desde que lanzaron su primer disco, Leisure, chicos, chicas, de todo les llovía, y él lo disfrutaba enormemente, pero Damon había llegado a un nivel que ya no podía soportar.

Una novia, n-o-v-i-a.

Lo paradójico es que cada vez que él intentaba avanzar hacia ese preciso nivel con alguna chica que le pareciera adecuada, sensata y genial, Damon lo detenía. "No me gusta", "¿Por qué me haces esto?", "¿No pudiste buscarte una mejor?", "No la quiero ver en los ensayos, o estás con ella o con la banda".

— Bueno, bueno, si ya nos conocemos, idiota —soltó Alex para aliviar la tensión, consciente de todo lo que sucedía entre sus amigos pues no tenía ni un pelo de idiota, le bastó conocerlos durante una semana, hace un par de años, para descifrar el lío en el que estaban.

Avanzó y tomó a Justine de los brazos para luego plantarle un sonoro beso en la mejilla. Alguien tenía que actuar por esos dos tontos que se miraban como si se fueran a quemar, y a él siempre se le dio bien el drama de la actuación. Era su estilo.

Se volteó para suplicarle con la mirada a Graham que no hiciera nada estúpido, al menos no en frente de la chica que ignora la situación, pero le tranquilizó saber que Graham, de los cuatro, nunca dejaría de aparentar aunque el mundo se estuviera destruyendo como se estaba destruyendo en su interior. El guitarrista se revolvió el cabello ante un admirado Alex y pasó por su lado omitiéndolo para saludar a Justine con mucho afecto, sonriendo incluso.

Alex le echó una ojeada a Damon disimuladamente, riendo entre dientes al ver que el causante de la pequeña guerra que recién comenzaba se veía totalmente indefenso ante el reaccionar de Graham. Si pudiera hablar en frente de todos, felicitaría al moreno, sí, por destruirlo en su propio juego.

— ¿Te quedarás al ensayo? —preguntó Coxon. A diferencia de Damon, él no le haría eso a Justine, él no le haría elegir entre Justine y la banda, entre Justine y él. Le daba igual.

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