{4.1} It's like a badhead in the morning

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Parte 1

Era una tormenta, un rayo, un trueno, una estruendosa patada que rompía la cerradura de aquella jodida puerta sin preocuparse de enmendar daños, solo quería encontrar a ese par de irresponsables que no se tomaban en serio a la banda, a la banda que a él tanto le costaba llevar en la espalda a diario. Con esa disposición Seymour se iría al carajo con rapidez y él no lo iba a permitir, él no estaba dispuesto a echar por la borda su sueño por un par de vagos que no valoran su tiempo y dedicación, y esta vez se habían pasado.

Había alquilado un local para que pudieran ensayar y tocar juntos, para que le pudieran dar forma a ese proyecto en pañales y vivir, ser lo que siempre había querido ser. Cuando llegó solo se encontró con Dave, el baterista, un chico puntual que viajó desde su casa —lejos de Londres— hasta allí, y ahí se encontraba, esperando que el resto de la banda apareciera y nunca apareció, eran una mitad perdida en la nada, un baterista y un cantante bastante enojados ,y Damon fue quien decidió actuar.

Voy a viajar hasta sus jodidas casas a romperles la cabeza y traerlos a ensayar, pensó furibundo, sin meditar con calma la situación, solo quería matarlos a ambos, en especial a Graham, por todas esas promesas, por todas esas veces en las que se comprometió con él para sacar adelante un proyecto que ambos deseaban, por todas esas veces en las que prometió no irse nunca, estar a su lado en todas sus decisiones, no por ahí quizás dónde con Alex, Alex, el bajista, guapo, popular, tremendamente guapo ¿Hacía falta mencionar lo guapo que era?

Ardía en celos.

No, no lo hacía.

Claro que sí.

Sacudió la cabeza, ya no podía sentir celos, se habían prometido no volver a mirarse siquiera de esa manera, ya no eran niños, eran dos adultos de veinte y veintiuno respectivamente, ya no eran... dos chicos enamorados.

Lo primero que vio en ese cuarto abarrotado de gente —era una fiesta enorme en casa de Alex, al parecer, y había roto su puerta de entrada de una patada, lo que no le podía importar menos— fue a los dos: Alex y Graham, sentados frente a un piano de cola, muy juntos tocando 'Blue moon'.

La sangre le hirvió, la banda se le esfumó de la cabeza, solo quería sacar de ahí a Graham y gritarle, gritarle lo mucho que le dolía esa actitud cuando él se esforzaba mucho más por trabajar y pagar el arriendo de esos locales donde podían tocar y ensayar, donde podían trabajar juntos sin que nadie los molestara, donde podían sacar adelante con dignidad a la jodida banda.

Podía sentir cómo todo el mundo lo miraba sin entender qué sucedía con él, entonces avanzó por entremedio de los desconocidos y llegó al lado de los dos integrantes restantes de la banda, dejando caer su puño en el piano, al borde de traspasar la madera y romperlo sin importarle un carajo si era caro o no, si era de Alex o no.

— ¡Hey qué haces casi lo romp...! —Alex exclamó pero la frase se le quedó a mitad de garganta cuando se encontró con los azules ojos de Damon brillando con fuego. Graham levantó su volátil mirada y también se encontró con el mismo panorama, paralizándose por completo, boqueando como pez fuera del agua.

— Damon.

— ¿Están pasándola bien? —preguntó el rubio con una mueca horrorosa en su rostro, Graham pestañeó sin decir nada y en tan solo unos segundos sintió que alguien lo jalaba bruscamente de la camiseta y lo sacaba de ahí apretando uno de sus brazos con brutalidad.

Obviamente era Damon, y solo se la estaba agarrando con él, como lo había prevenido desde que se encontró con sus ojos azules como poseídos sobre él.

SingWhere stories live. Discover now