Parte 2
Qué mierda de baile, pensó Damon, quien finalmente había llevado con él a Cindy pues, como había dicho, era graciosa y necesitaba con urgencia distraerse un poco y quitar los ojos de Graham en su perfecto traje negro que lo hacía ver como todo un pequeño caballero y su compañera Halley en un hermoso vestido, negro también, hasta las rodillas con flores blancas en la cintura. Sí, la muchacha se veía realmente bonita y lo tenía que aceptar, quizás su amigo en verdad iba en serio por primera vez en su vida con alguien.
No habían tenido la oportunidad de saludarse en toda la noche ya que él se había escapado un par de veces de la pareja, pero una vez que, distraídos, Damon y Cindy charlaban sobre alienígenas, Graham apareció a su lado con un breve y tímido 'Hola'.
Halley observó la mueca de asombro de Damon con una sonrisa amable que este no le devolvió, de hecho, la miró con una cara que nunca olvidaría, el rubio realmente no la quería cerca de Graham, sus ojos tan expresivos no podían demostrar menos con la mirada que le enviaba.
— Hey, ¿Te diviertes? —le preguntó al menor y sin dejarlo responder tomó de la mano a Cindy y la atrajo más hacia él— Esta es Cindy, la chica de la que te hablé, Cin, él es Graham y su cita... Hayley.
— Halley —lo corrigió ella con suavidad, Damon la ignoró.
— Sí, me habías dicho que era muy... graciosa —sonrió Graham saludando a Cindy con mucha amabilidad, mientras que ella le devolvía el saludo con una gran sonrisa tanto a él como a Halley.
Era la única ingenua de los cuatro.
— Él es el gracioso, una nunca se aburre cuando Damon está cerca —les aseguró la chica de cabellos color miel y ojos oscuros como diamantes negros, mucho más que los de Graham, incluso.
El moreno se sintió un poco desplazado y fuera de lugar. Miró al suelo y luego se llevó una mano a la boca para comenzar a morder sus uñas con nerviosismo. Halley lo agarró de un brazo y lo sacudió.
— ¿Por qué no vamos por un refresco? —Damon observó cómo con solo un gesto suave la amiga de Graham logró hacer que este dejara su horroroso hábito de lado y alejara sus dedos de su boca de una vez.
Ya no estaba molesto, estaba furioso.
— Eh... sí, sí, claro, vamos —Graham miró a su amigo y se encontró con un azul totalmente oscuro, los ojos de Damon poseían matices que algunas veces lo confundían, matices que tenían mucho que ver con sus estados de ánimo, y ese azul marino que se asemejaba a lo más profundo del océano era demasiado intenso e indescifrable, ¿Qué sucedía con Damon esa noche? ¿Se habría drogado antes de entrar a la escuela? Apartó la mirada hacia Cindy, de la cual se despidió inclinando la cabeza— Hasta luego chicos.
— Nos vemos —Cindy se despidió de la pareja y luego llevó a la suya a la pista de baile.
Damon accedió a regañadientes pero no tardó en recuperar su ánimo de siempre, aunque aún quedaba algo de amargura en sus ojos cada vez que estos iban a parar inevitablemente donde Graham estaba.
Halley dejó a Graham en una mesa y fue por refrescos para ambos, cuando volvió, el chico nuevamente estaba mordiendo sus uñas y jugando con su cabello. La ojigris sonrió y se sentó a su lado, extendiéndole su vaso.
— Es de uva, ¿Está bien? —el moreno asintió y tomó su vaso— ¿Tú estás bien? —volvió a preguntar la muchacha, bebiendo del suyo, Graham se encogió de hombros— Graham, sé que no nos conocemos mucho pero... ¿Puedo decirte algo?
Él la miró y asintió nuevamente, en silencio.
— ¿Por qué Damon aún no sabe que te gusta? —Graham casi escupe todo el refresco que había bebido al momento de oír la pregunta y con los ojos casi desorbitados más las mejillas totalmente sonrosadas, miró a Halley, quien no sonreía ni se burlaba, solo lo miraba con curiosidad— No es una broma —añadió ella cuando vio que él quería largarse a reír.
— ¿Cuál es el punto? ¿Por qué dices esas cosas? —musitó el castaño dándose por vencido, Halley lo sabía, Halley era demasiado inteligente como para no saberlo, como para no haberlo sabido desde que se conocieron.
— Yo creo que le gustas de vuelta —le informó con sus grandes ojos grises llenos de verdad y seriedad, pero Graham la miró con escepticismo— Vamos, no me mires así, el chico me odia, me odia tanto por estar contigo, por ocupar tu tiempo, me quiere matar y cortarme en trozos, dice mi nombre mal a propósito y... dios, cómo me mira, ¿Lo has visto?
— Pero... ¿Qué? —Graham frunció el ceño, sorprendido.
— No es lo que un amigo haría —lo detuvo con claridad— Tu mejor amigo estaría feliz y te alentaría a que me besaras o algo idiota que los chicos hacen con sus compañeros, pero Damon, no lo sé, es como si te quisiera para él...
— Eso es... eso está mal, Halley, tú no puedes decir eso de Damon —soltó Graham de pronto a la defensiva, ya no deseaba seguir hablando sobre aquello, tampoco quería pelear con ella, solo quería irse y olvidar todo aquello, se sentía tan avergonzado.
— Pero lo quieres ¿No? —ella insistió.
Graham cerró los ojos fuertemente y luego comenzó a negar con la cabeza.
— Déjame en paz, Halley, lo-lo que dijiste no fue muy amable, yo mejor me voy...
— Gra...
El chico se puso de pie, dejó el jugo en una de las mesas y salió a paso rápido del gimnasio, en donde se celebraba el baile escolar de navidad.
Damon, a lo lejos, observó todo lo ocurrido y no pudo evitar preocuparse un poco.
Lo sé, capítulo corto, pero bueeno es lo que salió :(
