Capítulo 32

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— ¿Necesitas algo más, Harry? —habló la secretaria de mi padre, mordiendo su labio—. Luces un poco estresado.

Sabía lo que ella quería insinuar con eso, pero la opción de un masaje caliente sin Annie estaba lejos de considerarse para mi. Después de una estresante y larga semana ya estaba cansado de los constantes coqueteos y escotes prominentes de parte de Suzanne, al parecer ella aún no superaba que lo nuestro ya era pasado. Odiaba que no lo entendiera y estuviera siempre encima de mi esperando para que yo cayera en su caliente trampa. No podía entender lo que había pasado por mi cabeza cuando me involucré con ella.

—No. Puedes volver a tus labores, Sussie.

—Si necesitas algo, no dudes en decirme, Harry.

—Lo recordaré, Suzanne —hablé duramente—. Ya vete.

Ella salió de la oficina enojada. Su conducta no estaba ayudando con la mierda de día que estaba llevando. Había tenido una larga y tediosa reunión con unos socios de papá y aunque había resultado bastante bien a mi parecer, aún tenía el miedo constante de que algo hubiese salido mal y ellos se lo dijeran a mi padre.

— ¿Harry? —escuché por el altavoz.

—Te dije que no necesito nada, basta Suzanne —respondí cansado.

—Lo sé, pero hay una señorita que insiste en verlo.

—No me pases a nadie que no tenga cita.

Tiré de mis rulos ¿acaso ella no entendía una simple orden? —Es una tal Annie Johnson, dice que no necesita cita e insistió. Llamaré a seguridad.

Sonreí automáticamente ante la mención de su nombre. Annie había dejado claro que no quería ir a visitarme al trabajo por razones que no entendí, tal vez el despacho le hacía recordar a su padre, y estuve bastante sorprendido cuando la secretaria dijo su nombre por el altavoz.

—No llames a nadie. Hazla pasar. —Annie abrió la puerta y sonrió hacia mí.

—Buenas tardes, señor Styles —dijo entrando a la oficina.

— ¿Qué haces vestida así? —medio reí.

Annie traía una falda cortísima y una camisa blanca que resaltaba sus bien formadas curvas. Estaba usando sus lentes, los cuales no traía habitualmente y unos tacones que dejaban ver sus largas y estilizadas piernas.

— ¿No te gusta? —preguntó haciendo un puchero.

—Luces linda —jugué un poco con mis palabras.

— ¿Linda? —arqueó una ceja, supuse que no era lo que ella esperaba que dijera.

—Muy linda.

Mentí. Ella no se veía linda, sino muy muy caliente.

Desde que había visto entrar a Annie el primer día de clases su físico me había atraído, lo único que había querido desde el principio era acostarme con ella y en ese momento sentí las mismas ganas salvajes de hacerla mía, tal como lo hacia cuando la conocí.

—No era mi intención verme linda —dijo y desabrochó lentamente los primeros botones de su camisa, mientras mordía su labio.

Me excité al instante y no pude creer que ella estuviese allí para eso. Yo había estado tan cansado, preocupado y decaído que no se había dado la oportunidad de estar juntos íntimamente. Siempre nos veíamos interrumpidos por alguien o por algo.

—No hagas pasar a nadie, Suzanne —ordené. No esperé a que contestara. Apreté el botón con el que las persianas se bajaban y me levanté para caminar hacia Annie. Ella sonreía, sus mejillas estaban sonrojadas y sus ojos tenían ese brillo especial que indicaban lo mucho que la situación le gustaba. Atraje a Annie hacia mi y me senté en el escritorio.

Agony » Harry Styles (COMPLETA)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora