Destino (Corrigiendo)

CAPÍTULO 28

POV Scarlett

Cuando volvió a salir el sol, la ciudad era un caos total. La gente salía de sus hogares con duda y miedo en sus ojos quizás creyendo que había explotado una guerra.

Algunos de ellos se dedicaron a inventar rumores sobre lo ocurrido, mientras que otros se aprovecharon de la situación y comenzaron a robar.

Era triste ver una situación así. Los agentes de seguridad intentaban controlar a la masa, diciéndoles que mantuvieran la calma, que pronto habría respuestas, cuando ni ellos sabían a totalidad la triste verdad.

Había sido una noche ajetreada, Federico había logrado que el grupo de protestantes, se alojara en la base de Nueva era, pensé que me serviría para distraerme de mis pensamientos, pero el dolor seguía golpeando mi corazón.

Cuando la gente estuvo a salvo, volvimos a la ciudad con un equipo de investigación, Federico no abandonó la esperanza de que Adrián lograse sobrevivir y aunque no fuese así, aunque sea, encontrar sus restos y hacerle la despedida de un rey.

Ahora estaba sola, esperando respuestas, mirando la ciudad desde lo alto, en el lugar donde comenzó nuestra misión. Aunque no lo creyeran, parecía ser que el día entendía muy bien lo que estaba ocurriendo, el gris surcaba los cielos con la amenaza latente de lluvia y el viento soplaba con tristeza, no había ánimo de sonreír ni de saltar de emoción porque volvía la libertad al pueblo...solo me daba pena pensar, que el pueblo no conoció al que los liberó.

Observé el palacio...bueno, lo que quedaba del palacio, un dolor profundo me invadía con tan solo mirarlo al recordar los sucesos de anoche, pero era obvio que sería reconstruido el palacio y con ellos todo mis recuerdos, tan solo era de esperar. Pero ahora a pesar de mi sufrimiento, tenía que velar por mi pueblo, porque yo soy su princesa...y ellos me necesitaban.

Sentí pasos. Me quedé inmóvil, no me importaba si me veían o no, el dolor era tan grande que poco me importaba lo que ocurría en mi entorno.

—Scarlett.

No me moví, aunque sabía que era Federico, cuando no respondí, lo sentí acercarse y sentarse junto a mi a contemplar la cruda realidad.

—No lo encontramos.

Me sentí a mi misma caer en un hoyo.

—Me temo decir que no encontramos a ninguno.

No respondí.

—Todo nuestro equipo de investigación escaneó y buscó en el lugar y es como si se hubieran evaporado en el aire.

—¿Cómo es eso posible? — mi voz sonaba ronca.

—No lo sé...Esto es mucho mas grande que mis conocimientos, no sabemos si están vivos...pero con una explosión así...

—Son nulas las probabilidades.

Nos quedamos en silencio unos instantes, intentando dejar ir nuestro desconsuelo, pero no era posible...simplemente no podemos quedarnos aquí sin hacer nada, el pueblo está solo y debemos actuar antes de que el caos se incremente.

—¿Que pasará ahora? — dije.

—Hacernos notar, no podemos llegar y decir que te encontramos después de 14 años, justo cuando el rey acaba de fallecer producto de una gran explosión, eso sería muy sospechoso.

—¿Cómo quieres hacer eso?

—Empezar con los más pobres, luego con los de una línea medía y al final con los más acomodados que será el sector difícil, la idea es, hacer que te conozcan y convencerlos que eres la princesa. Ahora el país será dirigido por los directivos del rey hasta que encuentren a algún familiar en sucesión para la corona, ahí será cuando actuaremos y tendremos a nuestro favor, el pueblo.

Medité sus palabras, iba a resultar difícil pero era lo que se tenía que hacer. No solo iba hacer esto por el pueblo, sino que también lo haría por Adrián y Alejandro.

—Me encargaré de que el país conozca a Adrián Da Bariano y lo que él hizo por todos nosotros.

Me levanté sin perder de vista mi pueblo

—Lucharé en su memoria y terminaré lo que él empezó... — cerré los ojos mientras una lágrima caía por mi mejilla. — Aunque eso me cueste la vida.

Federico se levantó junto a mi y me estudió unos segundos.

—¿Cuándo comenzamos majestad?

Sonreí satisfecha.

—En este mismo instante.

—FIN DEL LIBRO—

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(Pronto daré los anuncios)